Capitulo 12

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El timbre sonó y mi pulsó se aceleró. Bajé rápidamente las escaleras y abrí la puerta encontrándome con Alan, sonreí automáticamente.

- Pasa 

- Hola de nuevo 

- Vamos a mi habitación para que dejes tus cosas. 

Al bajar nuevamente nos sentamos en el sofá

- ¿Quieres ver algo en especifico? - le pregunté mientras tomaba el control remoto entre mis manos.

- mmh no, elije lo que quieras 

Por favor que en este universo exista The walking dead, por favor. 

Cuando apareció Rick con su respectivo uniforme de sheriff en la televisión, tuve que retener un grito de emoción. 

- Creí que odiabas esa serie - ¿qué?

- ¿qué?

- Recuerdo que intenté hacer que vieras todas las temporadas pero me dijiste que solo terminaste dos capítulos porque te quedaste dormida. - oficialmente me odió.

- Pues cambié de parecer, es una de las mejores series que he visto. - dije segura

- Ahora me encantas un poco más - sonreí y le di un corto beso

Dos capítulos después y Alan tenía recargada su cabeza sobre mi vientre mientras yo acariciaba su suave cabello.

- ¿Recuerdas la carrera de 5 kilómetros de sexto grado? - preguntó de pronto

Se volteó de forma que en lugar de ver la televisión ahora me veía a mi, estiró su mano y comenzó a jugar con mi cabello. Claro que lo recordaba, gané el primer lugar y él el segundo.

- Por supuesto que sí - afirmé

- Ese día cambió la forma en la que te veía, no comprendía que sucedía hasta hace unos pocos años atrás.

- ¿De verdad?

- Sí. Recuerdo lo difícil que había sido ir detrás de ti, todos se rindieron menos tú. El sol y el cansancio no parecían afectarte tanto como a todos. Yo por otro lado iba desmayandome, pero no podía rendirme, mi pequeño orgullo sería herido si mi amiga; una niña llegaba a la meta y yo me rendía a metros de distancia así que continúe como podía, pero perdí el equilibrio por unos segundos, fue poco pero lo suficiente como para estamparme en el suelo. Al escuchar el golpe y mis quejidos tú te detuviste, la meta estaba literalmente a un metro de ti y tú te diste las vuelta sin pensar y regresaste solo para ver si me encontraba bien. Nunca había sentido por alguien lo que sentí por ti en ese momento, y hasta ahora.

En el capítulo comenzó la acción, Alan giró y volvió a ver la televisión.
él no me veía pero las lágrimas empapaban mi rostro, eso no lo recuerdo y no es por mi mala memoria, sino porque esa no era yo. No se enamoró de mí, fue de quién suplante. Su amor no me pertenece a mi, realmente creó que nadie me quiere a mi, ni siquiera me conocen y es que está no es mi vida. Yo no pertenezco aquí.

Solo estuve esquivando la verdad durante estos días, pero es que aquí todo era tan magnifico. Debo buscar a Mateo y contarle mi teoría, es lo correcto. 

- Te quiero tanto, me haces muy feliz 

- yo te quiero como no tienes idea. - susurre

El teléfono de Alan sonó y al ver el nombre en la pantalla que yo no alcance a distinguir, se puso de pie y contestó.

- ¿Hola? - no escuchaba nada, solo podía distinguir por sus gestos que no era nada bueno - sí, si claro que sí. no te preocupes iré en seguida. - al escuchar eso mire el reloj, las ocho de la noche. Si se va significa que no regresara. Me miro en forma de disculpa 

- Tranquilo, ve. - le sonreí tratando de verme tranquila 

- Eres la mejor 

Sin despedirse salió disparado a las escaleras en busca de sus cosas, lo que oí después fue la puerta principal cerrándose. Y así es como se pasa un día con casa sola.

Termine de ver un capitulo más y apagué el televisor. Nunca me había quedado sola en esta casa desde que llegué, lo cuál ahora es muy extraño. Me recosté completamente en el sofa y me quede observando el techo en completo silencio, cerré los ojos y disfruté de el tranquilizador silencio.

El teléfono comenzó a sonar sobresaltandome, solo un minuto de tranquilidad tuve. Me estiré y tome el teléfono 

- Diga - contesté sin ganas 

- ¿Puedo ir a tú casa? - la voz de Mateo se escuchaba entre cortada, de fondo se escuchaban gritos furiosos - por favor 

- Claro que si - respondí sin dudarlo

- Iré enseguida 

le diré, cuándo llegué se lo diré. No merece sufrir esto más tiempo. Me dolerá mucho dejar a Alan pero no seria la primera vez que este sin él.

10 minutos después el timbre sonó, me levante apresuradamente y el rostro de Mateo apareció. Tenia los ojos rojos he hinchados. Instintivamente lo envolví en mis brazos, al principio se resistió un poco pero a los segundos comenzó a sollozar. Sus lagrimas comenzaron a empapar mi hombro.

Mi corazón se estrujó al tenerlo así, tan vulnerable. Soy una maldita egoísta, apesar de saber todo lo que sufría quise ocultarle la verdad.

- Hay una manera - hablé lentamente - no es seguro que funcione pero no sé pierde nada intentando

- Lo único que necesito ahora es que me abraces, solo eso.

Después de lo que parece ser 10 minutos logro calmarse un poco

- Lo lamento, pero lo volvió a hacer. Sé que no es ella mi madre en si, pero ver su rostro lleno de odio mientras me dice que solo la molesto me hiere.

- Es mi culpa, si te hubiera dicho desde el principio todo no estaríamos aquí, soy una egoísta.

- ¿Cuál es tú teoría? 

- En clase el maestro nos habló sobre el multiverso. Le pregunte que si fuera posible viajar entre universo, ¿qué se necesitaría?. Dijo que se requeriría de mucha energía para poder crear una brecha en el espacio/tiempo. Llegué a la conclusión de que quizá las marcas tienen energía por separado, pero si las juntamos seria la suficiente como para crear toda la energía que se necesita. 

- ¿Quieres intentarlo? - pregunto 

- ¿Ahora mismo? - lo mire asustada.

- Te propongo un trato - suspiro - te doy todo lo que resta de la semana para que disfrutes todo esto y te despidas. Entonces lo intentamos, pero tendrás que darme asilo si se llega a repetir lo de hoy, ¿estas de acuerdo? 

- Muy bien, lo haremos así. 

De todas formas yo no pertenezco aquí, eso ya me quedó muy claro.

En esta y otras vidas másTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang