Memorable [BL]

3.- "Recuerdos dolorosos" (Pov Garreth)

Las horas comenzaron a trascurrir lentamente desde el instante en que él se marchó. La vida debía ser la misma, pero sin Duke a mi lado se volvió vacía, como si hubiera perdido el color, la luz. En esa época pasaron muchas cosas, perdí contacto con los únicos amigos que tenía, Duke se había ido y mi madre también. En dos ocasiones me encontré con Ari, lo consideraba un amigo y quise preguntarle sobre Duke, pero me ignoró como si no existiera para él. Así como Ari, Karen no contestó mis llamadas, fue como si la partida de Duke se hubiese llevado todo consigo.

Mi mundo se redujo a mi cabeza, a mis recuerdos, a mis culpas, pero el mundo real estaba afuera y seguiría adelante sin mí, ya había perdido mucho y no quería arrepentirme de perder algo más. Intenté por olvidar todo aquello que me desagradaba, pero era imposible no pensar en lo mismo, en si Duke quizá había muerto o si vivía feliz en alguna parte. No quería pensar en él, ni en mamá, sus recuerdos dolían, pesaban y me impedían dormir por las noches pues sus siluetas aparecían en forma de pesadillas.

Duke era el único en el mundo con el que podía hablar de cualquier cosa, Karen también era mi amiga, pero el sentimiento era distinto. Duke era más que el chico que me gustaba, tenía el puesto de mi mejor amigo y ese título estaba por encima de los demás, solo podía otorgarse a alguien especial, al más especial y valioso. Sin darme cuenta, desde la primera vez que Duke me habló se convirtió en mi todo. No existía reemplazo para él, tampoco lo busqué, por eso siempre me sentía incompleto, aunque no fuera perfecto, aunque me dijo tantas mentiras, confiaba en su promesa y en lo que él provocaba en mi interior, por lo que no lo consideré bueno o malo, Duke era Duke y durante su ausencia me hizo mucha falta.

Escuchaba a los otros chicos hablar de sexo, de masturbarse, encontraba el tema incómodo y vergonzoso. Tocarme de esa forma era algo que jamás había hecho, me parecía algo innecesario y sin mucho sentido. Tuve tantas preguntas que no pude compartir con esas personas, solo venía a mi cabeza una persona con la que podría conversar algo así... pero él ya no estaba a mi lado. La ausencia de Duke era cada vez más insoportable, sin importar el paso del tiempo, no me acostumbraba a estar sin él. Lo extrañaba demasiado, era doloroso y asfixiante pensar en Duke, su constante recuerdo me hizo hacer aquello que me avergonzaba.

—«Ahora entiendo por qué solo tú hacías temblar así mi corazón».

Con el tiempo comprendí que todo lo que me hacía sentir era porque estaba enamorado de Duke, no sabía desde cuándo, quizá fue desde la primera vez que lo vi sonreír, pero a la vez que di nombre a ese sentimiento descubrí muchas cosas que ignoraba sobre él.

El silencio del que antes disfrutaba se volvió asfixiante, dejé de ejercitarme en casa y pasaba la mayor parte del tiempo fuera de ella. No me sentía cómodo con mi cuerpo, así que me inscribí en un gimnasio, de esa forma me vería obligado a recuperar mi rutina. Esas decisiones cambiaron el panorama y así conocí nuevas personas, a las cuales nunca consideré como amigos, me ayudaban a llenar de ruido mi cabeza haciendo que ignorara el sonido de mis pensamientos. La mayoría de las personas con las que me relacionaba en el gimnasio era chicas, las cuales no me temían como Duke solía decirme, por el contrario, eran amables y parecían disfrutar de mi compañía. En una ocasión, debido a la curiosidad, les pregunté el motivo por el cual ellas no se alejaban de mí y se rieron pensando que bromeaba.

—¿Por qué creías algo así? —me preguntó una de ellas.

Les mencioné sobre lo que Duke decía de mi apariencia, ellas sacaron sus propias conclusiones y pensaron que se trataba de una ex novia de quién yo hablaba.

—Qué persona más horrible era tu novia —otra se expresó de mala manera.

—Si una persona te miente así es porque no te quiere de verdad —dijo la primera —. Yo nunca te engañaría, Garry.