Terminamos...

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La noche para Juliana fue aterradora, las ganas de perdonarla y hacer como si nada hubiera pasado eran muchas, pero no podía hacerlo, no podía simplemente olvidarlo y que después volviera a pasar, lloró al igual por toda la noche como lo hizo Valentina, y juró jamás perdonarse por lo que iba a hacer la mañana siguiente.

La alarma del celular de Valentina anunciaba un nuevo día, rápidamente giró su rostro y vió el espacio vació en donde debería de estar Juliana, pero no, prefirió dormir separada de la ojiazul, porque sabía que si dormían juntas todo quedaría olvidado y sin arreglar.

—Buenos días Juliana—. Dijo Valentina una vez que llegó hasta la cocina después de ducharse.

—Hola Valentina—. Se miraron por primera vez en la mañana y se dieron cuenta que las dos estaban hechas un nudo sentimental.

—¿Qué...tal dormiste?—. Preguntó Valentina mientras comía lo que le había preparado la morena.

—Bien, tu?—. La conversación era tan incómoda que le costaba comer tranquila.

—Juliana, me vas a dejar no?—. Fue directo al grano por primera vez en los 8 meses de relación que tenían, parecía una eternidad.

Juliana la miro a los ojos por segunda vez en toda la mañana y suspiro.

—Sí...Valentina, necesito un tiempo—. Dijo por último Juliana sin dejar de verla a los ojos.

En ese momento, Valentina se quebró, cada parte de su cuerpo se erizó, y un dolor en su pecho se hizo presente, le dolía saber que la morena tenía razón, y le dolió más saber que no haría nada para que cambiara de opinión, sintió cómo su mundo, su fantasía se destruía y era obligada a ver la realidad, la había perdido...la había dañado, pasó de ser su medicina, a ser su enfermedad.

—Valentina...dime algo por favor—. Rogó Juliana.

—No tengo nada para decir Juliana.— Eso le dolió aún más, le dolía no ser suficientemente estable para decirle la verdad, le dolía el alma, sabía que esa noche lloraría por segunda vez, odiaba que lo que era su hogar ahora se sintiera tan vacío tan infeliz, se volvía a repetir la historia, ojeras que le eran difícil ocultar y su casa tan vacía y fría como siempre, antes no sabría la razón por la cual se sentía así, pero ahora la sabía, la sabía muy bien, Juliana ya no la miraba con amor, si no que en sus ojos solo había tristeza, quería decirle que no la deje, gritarle que no se alejara, que no la abandone, que no se lleve su felicidad, sus ganas de seguir despertando, su fantasía, y que no la dejara con su realidad, su maldita realidad.

Dicho esto Juliana la miró por tercera vez en toda la mañana y asintió, tomó su maleta en donde había empacado toda su ropa y salió del que había sido su hogar o mejor dicho su estadía por un largo mes, todo lo que había dentro del departamento fue comprado por Valentina nada de eso era ahora suyo, se fue dejando atrás a un corazón destruido, a un lugar sin vida y a un alma completamente perdida, otra vez.

Paró el primer taxi que vió y le indicó por donde ir, hasta que llegó a casa de Lauren, ella ya estaba enterada de todo y le había dado la razón a Juliana.

—Hey chica, qué tal te fue?—. Preguntó una vez que la dejó pasar a su departamento, ella vivía aún sola, Camila había pensado mejor la situación y decidió posponer el plan de vivir con la ojiverde.

—Terminamos Lauren...puedes creerlo, no me dijo nada, ni siquiera me pidió una explicación, no hizo nada y si realmente no me amaba y si solo fui un buen juego para ella?—. Lauren solo asintió y fue hasta la cocina y le trajo un mate de palo para calmar los nervios de la morena.

—Debes calmarte, no fuiste tu la que cometió un error, fue ella. Si no dijo nada al respecto fue por algo, debes seguir tu vida como si nada, puedes vivir conmigo si quieres, solo tendrías que ayudarme en la renta, es poco, pero tengo dos habitaciones de sobra, y yo vivo sola, mi familia no es de acá, di que si por favor...—Juliana por pensó por un rato y luego asintió.

—Gracias Lauren, de verdad—Se abrazaron por un largo tiempo.

—¿Cómo te sientes después de todo esto? Lo de ustedes fue tan fugaz— Preguntó la ojiverde.

—Sabes, me duele, me duele pensar que seguiré mi vida, y que haré como si nada hubiera pasado, como si esta relación fuera una mancha la cual limpie, y lo que más duele es que esa mancha no se resistió, me hace sentir estupida. Lo nuestro fue muy rápido, tan rápido que ni yo misma me di cuenta lo enamorada que estoy de ella, y como cambio mi vida en unos encantadores 8 meses, tan rápido entro como tan rápido se fue, y yo no quería que esto, jamás lo quise así.—

Lauren asintió y le dió una mirada reconfortante, después la abrazó y no la soltó por mucho tiempo.

"Pensé que podría volver a intentar besarte pero esta vez en la realidad, no en mi fantasía, y sabes...esa fue mi perdición"

Candente (Juliantina)Where stories live. Discover now