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22. ella no es lo que aparenta, solo juega contigo.

Mateo.

Observé desde la barra, donde estaba sentado mientras tomaba un trago de algo que ni yo sabía, tenía mí vista fija en Lola, la cual estaba bailando con Matías frente a frente bien pegados y de vez en cuando se daban besos. Me había enterado hace poquito que estaban saliendo y no podía disimular que eso me causaba celos, por el hecho de que Lola era mí bebé y que nunca había tenido novio, es decir, algo formal porque si se había comido pibes y eso no me molestaba, era una chica linda y re macanuda, podía tener a quien quisiese. Sin embargo, el que me preocupaba, era Matías porque no me terminaba de convencer del todo su actitud apesar de que la gente hablaba muy bien de él y sobre todo Olivia me hizo entender de qué le hacía feliz a Lola, porque sí, yo había estado hablando con la pelirroja debido a que estaba bastante preocupado por Lola y que obviamente no quería que la lastimasen, era muy chiquita y sensible como para que le estén dañando, además de que después de lo que le había dicho Tomás cualquier cosa le afectaba.

En una de esas, Matías, me dió una mirada rápida y con una sonrisa victoriosa, le giro el cachete a la castaña para empezar a chaparsela, cosa que la castaña se lo siguió sin ningún tipo de problema porque paso sus brazos por los hombros del chico mientras los brazos de el bajaban de su espalda hasta su cuello para apretarlo. Sabía que lo estaba haciendo a propósito porque era capaz de levantarme y encajarle una piña por hacer ese tipo de escenas delante mío sabiendo como era yo con Lola.

Giré mí taburete para centrar la vista en el barman y está vez pedirle un fernet. Era viernes por la noche y yo estaba solo en el boliche porque Catalina se había juntado con las amigas, no me sentía bien y para completar me venía a encontrar a Lola con el novio en el mismo boliche, como si no hubiera otros boliches en Buenos Aires.

Cuando me volví a girar, Matías ya no estaba, simplemente estaba Lola bailando con una sonrisa en su cara junto con otras chicas en ronda.

No pude evitar sonreír, Lola era una persona tan linda y tan agradable para compartir momentos que eso la hacia única apesar de todos los golpes que le habían dado, ella seguía y seguía aunque de vez en cuando caía pero yo me iba a encargar de ayudarla como siempre.

Me levanté y empecé a caminar hasta ella, la cual no se había dado cuenta de mí presencia y nada más estar ahí, ella agarró mis manos para posarlas en su cintura para empezar a bailarme.

—Tardaste mucho amor—soltó la castaña pegándose a mí pecho para poder acortar más distancia entre nosotros e inevitablemente afiance mi agarre a su cintura—Te extrañé.

Y esas palabras me hicieron sentir algo raro y más en la forma en la que la habían salido, un cosquilleo por mí espina dorsal aumentaba al igual que sentía que tenía dado vuelta el estómago.

—Soy yo Lola, Mateo—hablé un poco alto ya que ella estaba apoyada en sus rodillas moviéndome todo el orto. Al escucharme, se levantó y se giró para mirarme con los cachetes colorados haciendome reír—Ay ella se pone colorada porque le paró la pija a alguien que no es el novio.

—¡Mateo!—chilló está con los ojos abiertos de par en par dándome un empujón y causando mí risa para después mirarme con cara de orto.

Tironeé de su brazo fuerte para abrazarla y pegarla junto a mí.

—Yo también te extrañe loca, ahora que andas con el anillo ni bola me das—acoté separándome un poco para hacerle puchero bien pronunciado  haciendo que ella se mordiera el labio y negara con la cabeza entonces añadí—Que linda que estás.

—Vos sos el que no me da bola, ¿aparte para que querés que te dé bola si ya tenés a tu novia?—interrogó de brazos cruzados y con una ceja alzada, la copié y después me reí cuando puso cara de orto.

—¿Estamos celosa?—inquirí alzando una ceja y mirándola divertido, está se acercó y me dio un empujón en el pecho causando mí risa—Porque vos me haces mimos Lola y sabes que eso me re gusta, ella no me hace ni en pedo.

—Yo no estoy celosa de esa, ya quisiera ser ella buena persona como yo—soltó con asco y me reí.

Me encantaba ver a Lola enojada, encima de que era bajita, se ponía un poco colorada y se le arrugaba la naricita hermosa que tenía.

La agarré de la mano para tironearla nuevamente y cuando la tuve lo suficientemente cerca, pose mis manos en su cintura.

—Bueno ya que no lo querés aceptar, yo sí estoy celoso—susurré en su oído consiguiendo que la castaña se separase un poco para mirarme—Es que si Lola, sos mí bebita y sos muy chiquita.

Acuné su cara con mí manos y la acerque hasta a tal punto de que nuestras respiraciones chocaban, alzó la vista para mirarme a los ojos y le sonreí a tal punto de que se me achinaban los ojos.

—¿Te puedo contar algo?—interrogué con la voz bastante suave, ella me miró nuevamente para luego asentír y sonreí como tonto—¿Te acordás cuando te dije que había soñado con que nos habíamos dado un beso...?

—¿Que haces tocando a mí novia flaco?—cuestionó una voz detrás mío que reconocí al instante, Matías.





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que se pudraaaaa ahre.

que piensan de Teo? Y de lo que le iba a decir a Lola. Ay mamita.

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unidos ; truenoWhere stories live. Discover now