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06. ¿que tanto me llamas, que tanto me reclamas?

Me acerqué hasta la cafetería y pude ver en una mesa a lo lejos a Tomás, quién estaba con el celular bastante concentrado ya que lo tenía muy cerca de la cara y frunciendo el ceño.

—Hola—saludé sentándome en la silla que estaba enfrente suyo, asustándolo y provocando que se le cayera el móvil de la manos—Uh, perdón.

—Lola—habló el con una sonrisa, siempre sonreía y eso me encantaba—¿Como fue el viaje? ¿Todo bien? Perdón por hacerte venir en bondi, te prometo que cuando me saque el carnet te voy a buscar.

Sonreí a tal punto que se me achinaron los ojos, me daba tanta ternura el hecho de que se preocupara por mí, que me preguntara como me había ido el viaje y que cuando se sacará el carnet me iba a ir a buscar.

Era un tierno.

Además de que siempre fui una chica a la que no le importó lo material siempre las acciones de los demás eran lo que servía, aunque también me fiaba mucho de las palabras algo que me pasaba malas jugadas porque según Olivia en lo que me tenía que fijar era en los hechos y las acciones que hicieran porque las palabras se las llevaba el viento.

—Sí, fue todo bien. Gracias por preguntar, ¿vos cómo estás?—cuestioné acomodándome mejor y sacándome la campera para dejarla en la silla.

—Mejor ahora que te veo—contestó sonriendo, lo miré y me mordí el labio para después negar.

Chamuyero.

—¿Pedimos algo querés?—habló derrepente mí acompañante, asentí y entonces agregó:—¿Que querés tomar?

—Cafe con leche está bien—contesté sonriendo, este asintió y se levantó para ir a pedir las cosas.

Aproveche para agarrar mí celular y contestar un par de mensajes que me había dejado Olivia antes de llegar a la cafetería, los cuales eran dándome suerte y que si podía me chapara a Tomás. Cerré los ojos y me mordí el labio con frustración al ver que me habían llegado más mensajes de Mateo, los cuales venía ignorando toda la semana. Había venido hasta a casa pero hablar y daba gracias a Dios que ninguna de esas veces estaba en mí casa y mucho menos mí mamá.

Mateucho💛: Lola, posta. Necesito hablar con vos.
Mateucho💛: me estás ignorando hace una banda, no vas a la escuela, no estás en tu casa...
Mateucho💛: te extraño gorda, mucho mucho y me duele que no me hables Lola, sos importante para mí y te necesito. Por favor hablemos.
Mateucho💛: dale lo, hace 4 días me venís ignorando y dejando en visto porfavor hablemos.

Los dos últimos eran los más recientes ya que los otros dos habían sido de ayer. Me estaba volviendo loca y el no sabía que a mí me dolía el doble que a él hacer eso, no sé de dónde había sacado tanto orgullo para no contestarle ningún mensaje o incluso ignorarlo.

Puse el móvil en silencio para que no me estuvieran molestando sus mensajes, quería pasar una tarde linda sin comerme la cabeza y disfrutar un poco. Últimamente no estaba saliendo casi nunca y todo porque el colegio me tenía bastante ocupada y estaba con bajones casi todos los días.

Centré la vista en los cafés ni bien Tomás los puso sobre la mesa, levanté la vista para regalarle una sonrisa en forma de agradecimiento.

—¿Que te pasa Lolita?—interrogó el rubio delante mío levantando una ceja mientras tomaba su café—Tenés mala carita, ¿querés contarme?

¿Tan obvia era?

Todo el mundo sabía cuándo estaba mal y lo detestaba, detestaba ser tan expresiva con las caritas que ponía ¿Como hacia la gente para disimular que estaba mal? Realmente admiraba las personas que disimulaban bien porque a mí siempre me agarraban y lo peor de todo es que no me paraban de insistir cuando les decía que estaba mal para que les contará que me pasaba.

—¿Podemos hablar de otra cosa? No me siento bien hablando de eso, la verdad—admití, realmente no quería ni tenía ganas de hablar de Mateo, pareciera que él era el centro de atención.

—Dale.

$$$

Cuando Tomás me dejó en la parada del bondi, se acercó para darme un último beso haciendome sonreír como tonta.

—Nos vemos mañana hermosa—se despidió, levanté la mano en forma de saludo y subí al bondi.

Ni bien pague el boleto, me senté en la parte de atrás del todo y agarre el celular para contarle a Olivia todo pero como de costumbre al prender el celular tenía más mensajes de Mateo.

Mateucho💛: ahora sí te pasate Lola, te fuiste al carajo boluda.
Mateucho💛: Atendeme porque me empiezo a volver loco, dale.

Y muchos más mensajes de ese estilo adornaban el chat, salí de el y no pasaron ni quince segundos cuando empezó a sonar el politono de mí celular.

Ya cansada, decidí atenderlo.

—¿Que querés?—soné bastante firme y cansada, si seguía así lo iba a terminar bloqueado y desviándole las llamadas.

—Te fuiste a la mierda Lola—acotó con un tono bastante exaltado y con la respiración agitada—Sabías que hoy era un día importante para mí y no viniste.

Fruncí el ceño al no entender a que se refería o de que estaba hablando y me puse a recordar pero no caí.

—Preferiste ir con el que venir a verme al quinto Lola, sabías que hoy era un día importante—respondió y sentí como su nariz estaba tapada porque seguramente estaba llorando—Te necesitaba y vos no estabas ahi. Te extraño Lola y no te quiero perder.

Me rompía el corazón escucharlo llorar pero yo estaba incluso peor que el, porque era una sensible de mierda y hasta cuándo veía o escuchaba a una persona llorar, yo me ponía a llorar con ella o el, pero hoy no le iba a dar el gusto.

—Mateo, siempre haces lo mismo. Siempre es cuando vos querés, necesitaba despejarme y salir con gente nueva. Voy todos los domingos al quinto y según para vos todos son importantes ¿además vos no tenes una novia para que te apoye? Ah cierto que no le gusta todo ese mambo porque es de villeritos—exclamé molesta, me dolía decirle todo esto pero no podía estar más callada porque después la que la pasaba mal era yo—Una pareja te apoya en todo, aunque no le guste lo que hagas, te banca. Y sabias que me iba a molestar que volvieras con ella, sabías que me iba a poner mal porque cuando volves con ella, yo dejo de existir y me duele Mateo. Pero la boluda siempre te perdona porque sos especial para mí, hago todo por vos y vos cuando recién te ves es esta situación te das cuenta...

—Gané el campeonato Lola y yo quería que estuvieras ahí...—me interrumpió derrepente dejándome atónita—Se que necesitas tú tiempo, que necesitas conocer a gente nueva y que la cagué mucho con vos. No te merezco Lola pero déjame hablar con vos esto en persona, por favor.

Me quedé callada por un par de minutos, pensando en todo lo que me había dicho el morocho y cuando tuve la desición lo solté.

—Cae en casa en media hora.

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Mis bebés😭😭😭

eu, hice una novela de replik vayan a darle bola porque acabamos a las trompadas️💗

unidos ; truenoWhere stories live. Discover now