Al mal tiempo, labios Rojos ✔

Falling into you

"Pensé que si esto no lo iba a tener más me moriría. Pero estaba equivocada, nadie se muere por falta de sexo. Es la falta de amor lo que nos mata."💋

-Margaret Atwood

Camino descalza por la sala hasta el hermoso piano de cola. Me siento en el banquillo del piano y levanto la tapa. Paso mis dedos por las teclas sin tocar ninguna. Miro el lugar y pienso en lo mucho que me gusta este lugar que pronto será mi hogar. Aún hay tantas cosas de las que James y yo no hemos hablado. Creo que ambos estamos evitando hablar sobre algunos temas porque entendemos lo complicados que son y que tal vez nos traigan algunos problemas. Una vez alguien me dijo que el amor es un campo de batalla, nosotros aún no hemos pasado por eso pero sé que lo vamos hacer. Incluso siendo amigos teníamos algunos conflictos, pero siempre leves. Ahora es diferente porque vamos a compartir una vida, hay mucho más en juego que antes.

Empiezo a tocar turning page y canto muy bajito. Las pisadas de James me hacen levantar la cabeza y sonrió al verlo de pie junto al piano. Él se recuesta contra el piano y me mira mientras yo sigo tocando.

-¿Que haces despierta?-me pregunta cuando termino de tocar.

-No podía dormir.

Me levanto del piano y camino hasta el sofá. Me siento y levanto las piernas sobre él sofá para poder recostar mi mejilla sobre mi rodilla.

-¿Quieres algo de café?

-Si.

Lo escucho caminar en la cocina y mover algunas cosas.

-No puedes seguir haciendo eso-me dice él desde la cocina.

-No entiendo ¿Hacer qué?

-Levantarte de la cama y vagar por la casa.

Es obvio que él se ha dado cuenta de eso. No esperaba que fuera de otra forma pero tampoco es una conversación que quiero tener ahora ¿Cuánto tiempo podemos evitar estos temas? Me doy cuenta que no podemos seguir huyendo de ellos, hoy le diremos a todos sobre nosotros en la fiesta de fin de año.

Espero a que él regresé con las tazas de café antes de responder.

-James, yo no quiero hijos.-le digo.

Aparto la mirada como una cobarde porque no quiero ver su reacción. Concentro mi mirada en la taza de café que sostengo en mis manos. Lo escucho inhalar con fuerza sorprendido por lo que acabo de decir pero él no debería sorprenderse tanto por eso, yo nunca he querido tener hijos y tampoco los quiero ahora pero entiendo lo importante que es eso para él. James siempre ha querido casarse y tener una familia tan grande como la de él. Estar conmigo significa renunciar a su sueño, aquella imagen de su futuro que siempre ha estado en su cabeza.

-Lo sé, Eva.

-James, yo no quiero que él día de mañana te arrepientas por haber renunciado aquel sueño. Que te despiertes un día y me odies por haberte quitado la oportunidad de tener la familia que siempre quisiste.

Él no se acerca a mí o toma mis manos para consolarme. Se quede donde esta con la taza en su mano pensando en lo que acabo de decir.

Bebo un sorbo de café y espero pacientemente a que él ordene sus ideas. En mi mente me preparo para lo que él me vaya a decir, sea bueno o malo. Pero él no dice nada y yo estoy perdiendo la paciencia.