30.- EL CAMBIO.

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-No estoy para juegos, Elizabeth.- Le digo notablemente consciente de mi intento por controlar mi enfado.

Levanta la cabeza y me mira, ahora enfadada y bastante.

Por un momento tengo la sensación de que va a llorar, pero no lo hace.

-¿Que no estás para juegos?- Me empuja, haciendo que ya no esté apoyado sobre ella.- Aquí el único que ha jugado en esta relación eres tú. No me puedo creer lo sumamente egoista que eres, Jared. Pero te voy a decir una cosa- Se acerca de nuevo a mi-, a partir de ahora, la Elizabeth a la cuál creías que conocías ya no la conoces, porque ya no existe. A partir de ahora, la egoista voy a ser yo.

* * *

Elizabeth.

Me había rajado a lo que me dije sobre cambiar. Pero mis pensamientos se turnaban entre si hacerlo o no. Mis estados de ánimo me confundían cada vez más, a pesar de que no lo notaba. Podía estar triste y de un momento a otro, enfadada.

Cara no entendía, ni entiende nada de lo que me pasa.

Después de mandarme el mensaje fui a su casa directamente (ahora lo estoy), no sin antes mandarle un mensaje diciéndole que se librara de Lucas durante un rato y, aunque se supone que yo no sabía nada de la fiesta -se supone-, le dije que por favor la cancelara, que hablara con quién sea -bueno, en este caso con mi hermano-, pero que la cancelara. Que lo hiciera por mi.

Al principio se había negado, pero a medida que iba viendo mi estado de ánimo y en el momento en que experimentó mi bipolarismo de ''persona tranquila a la que no le importa nada'' a ''cabreo de como no lo hagas la tenemos'' salió de su cuarto por patas para solucionar ''el problema''.

Minutos después apareció:

-La he aplazado para el viernes.- Me dijo, sin tan si quiera mirarme y con una molestia notable por la falta de información que no le proporcionaba.

No se la proporcionaba básicamente porque no tenía ni el más mínimo interés en que alguien -en este caso Lucas o mi hermano o cualquier ser humano de la Tierra que le preguntara algo a ella- supiera lo que me pasa.

Estaba dispuesta a protestar y a decirle que entre ''cancelar'' y ''aplazar'' hay una gran diferencia, pero entonces solucioné la duda o opción que tenía en mi cabeza.

Al fin me había decidido a qué hacer con respecto a mi propio consejo.

Lo iba a hacer.

Iba a cambiar.

<<Voy a cambiar>>

-El cambio empieza en este momento.- Me susurro.

-¿Qué?- Me pregunta Cara.

-Nada.- Me pongo cómoda y empiezo a actuar como Nikki (un personaje de una película que me encanta, en el que la chica es... rebelde y demasiado... diva).- Llama a mi hermano y dile que esta semana me quedo en tu casa, que tenemos que hacer trabajos.

-Pero mis padres...

-Cara.- La interrumpo.- No me voy a ir y tú vas a inventarles algo para que consiga quedarme. Sea como sea.

-Pero...

Nunca le hablo así y mucho menos le ordeno, pero...

-Me voy a la ducha.- Me levanto y me meto en el baño, dando a entender que no tengo nada más que decir.

~~~

La semana entera la paso en casa de Cara, al final convenció a los padres, contándole alguna trola que le obligué a decir.

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