Historia original de ParkChaengoo
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El antiguo Goryeo es una tierra rica en recursos pero empobrecida de unidad. Después de años de luchar en una guerra implacable, el país enfrenta una agitación inter...
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Taehyung se despertó a la mañana siguiente con el corazón lleno y la mente tranquila.
El sol se filtró a través del cielo índigo y un puñado de mariposas de marfil revolotearon alrededor del pequeño cuadrado de hierba que Taehyung y Chaeyoung habían ocupado durante la noche. A lo lejos, el leve sonido del agua que fluía suavemente acompañó el canto de varios pájaros para producir una armoniosa melodía matutina. Era su propio jardín secreto; un maravilloso escape del caos que era su mundo. Un lugar cerca de sus corazones y lejos de la realidad.
Poco sabía él que esto era solo la calma antes de la tormenta.
Miró a la impresionante mujer en sus brazos y sonrió. Su piel contra la de él era tan cálida como una taza de té de la mañana y más suave que la seda más fina que había tocado. Suavemente, acarició su cabello largo y despeinado, maravillado de cómo el sueño había suavizado sus rasgos y le había dado a su belleza un brillo etéreo. Y cuando sus ojos se posaron en su colgante de jade descansando en la depresión hueca entre sus clavículas, una abrumadora sensación de orgullo lo inundó.
La noche anterior se había sentido como el sueño más mágico y perfecto, pero despertarse con ella de esta manera fue suficiente para convencerlo de que la realidad podría ser aún mejor. Una realidad en la que podrían ser compañeros de vida, ya fuera en un palacio o en el campo, ya no importaba. Dondequiera que ella estuviera, donde pudieran estar juntos, siempre sería su hogar.
Ella se acurrucó más cerca de su pecho, compartiendo calidez y ofreciéndole más consuelo del que jamás hubiera imaginado. Su pecho subía y bajaba en sincronía con el de él con cada respiración relajada que compartían, haciéndolo sentir más completo que nunca. Con un pequeño suspiro, levantó la única manta de piel que cubría sus cuerpos desnudos, protegiéndola del hombro hacia abajo de las garras de la brisa fresca de la mañana.
No estaba seguro de cuánto tiempo permanecieron así, pero eventualmente, cuando el sol completó su ascensión, ella rodó para descansar sobre su espalda. Fue un poco alarmante lo mucho que su cuerpo extrañaba el suyo tan pronto como su toque desapareció. Y fue entonces cuando decidió que era hora de que la princesa despertara.
Con cuidado, rodó sobre ella, colocando una mano al lado de su piscina de cabello castaño para prepararse mientras comenzaba a bañarla con besos de mariposa. Comenzó con su pómulo izquierdo y descendió hasta su mandíbula, sonriendo contra su cálida piel cuando ella comenzó a revolverse debajo de él.
"Tae", ella medio gruñó, medio rió cuando él comenzó a besar su cuello, justo encima de la delicada cadena de su collar de jade, "¿no te cansaste de mí anoche?"
Se detuvo solo momentáneamente para reírse contra su hombro, "No creo que pueda tener suficiente de ti".
"Creo que solo dormí aproximadamente una hora", trató de estirar, arqueando la espalda y acercándose a él.
