six

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Ambos estaban en sus respectivas clases a excepción del hecho de que ambos estaban pensando en dos cosas distinas. MinHo, en como escribirle una carta a JiSung en forma de agradecimiento por todo y por otro lado estaba JiSung pensando en cómo rayos haría que la persona que le gustaba aceptara que debía tomar una pastilla.

—Jóven Han, —una voz femenina se hizo presente en los pensamientos de JiSung y recién ahí se dió cuenta de que la profesora lo estaba fulminando con la mirada desde su asiento de tutora. —Repito; ¿podría leernos el capítulo cinco y seis?

Sus mejillas se tornaron rápidamente de un color algo rojizo al darse cuenta de que incluso hasta tenía el libro al revés. "Fracasando, como siempre", pensó y sólo sonrió con recelo para poder comenzar su lectura.

Lee suspiró totalmente rendido mientras tiraba nuevamente otra hoja a la basura; ¿por qué no podía expresar lo que sentía bien?

—Hyung —Sung se acercó a su mayor después de que las clases terminaran. Ladeó su cabeza levemente confundido al ver al mayor algo frustrado y lo veía tirar una hoja de papel con pocas palabras escritas. —¿Qué hace?

—Una tarea —Lee le sonrió suavemente a Han, poniendo un gran esfuerzo para no decirle "¿Por qué eres tan jodidamente atractivo y no me dejas pensar en cómo amarte? Jódete, feo. Te amo." Lo sabía, ni el se comprendía a veces. —Pero la puedo hacer después, ¿quieres que vaya a dejarte a tu casa?

Han asintió repetidas veces con su cabeza mientras sentía hormigueos en su estómago y mejillas; ¿por qué su Hyung lo hacía sentir tan enamorado?

—¡Claro que sí! Es más, puede quedarse a dormir en mi casa esta vez. —dijo totalmente entusiasmado, —Claro, sólo si quiere.

MinHo asintió con su cabeza levemente mientras le sonreía al menor. Quizá de aquellos momentos que podría vivir con Han aquel día podrían ayudarle a buscar las palabras exactas para describirle exactamente lo que sentía.

El tiempo había pasado y Lee no había visto ni pista de sus ilusiones. Sus pastillas no habían sido necesarias y juraba que todo aquello era gracias a la persona que estaba a su lado, tomándolo de la mano.

Sus corazones latían con fuerza pero ninguno lo sabía más que el ambiente. Ambos estaban sentados en la cama de JiSung, el uno justo al lado del otro. Han estaba apoyado sobre el hombro del mayor y sus ojos estaban a punto de cerrarse por completo; tenía bastante sueño a pesar de que aproximadamente eran las seis de la tarde. El mayor comenzó a acariciar con su dedo pulgar la mano del otro, sintiendo la acogedora tranquilidad del momento que le brindaba estar junto a la persona que amaba.

—Sunggie —susurró entrando en razón para ver si este se encontraba despierto. —Ve a recostarte si tienes sueño —murmuró en voz bajita y ladeó su cabeza suavemente en busca de alguna señal.

—Mm-hmm —fue lo único que dijo hasta caer rendido sobre los brazos del morfeo y sólo se limitó a apoyarse contra todo el cuerpo de Lee.

Este rió suavemente y se volteó para poder tomar en sus brazos al delgado cuerpo del menor, para poder tenderlo sobre su cama con delicadeza y suavidad. No quería despertarlo, así que para suavisar un poco el ambiente estampó levemente sus labios sobre la frente del otro y sonrió.

—Quédese conmigo.. —murmuró entredormido y extendió sin ganas una de sus manos hasta la playera de MinHo, jalando muy suavemente de este para poder lograr su objetivo. —Hyung~

El castaño soltó una suave risa y aceptó a aquella propuesta. Estiró su mano para poder apagar la luz y dejar de aquella oscuridad que el invierno otorgaba se hiciera cargo de apagar todo el ambiente, dejando caer un velo de pereza y tranquilidad absoluta. Recostó su cuerpo al lado del menor y se giró para poder cruzar sus brazos alrededor del delgado y delicado cuerpo de Han.

—Duerme bien —susurró en voz baja, como era de costumbre para él.

°

Los minutos pasaron lenta y tediosamente para aquella alucinación de uno de los chicos. Se siento sobre la cama y observó la parejita, quienes estaban felizmente abrazados y compartiendo su calor mutuamente.

Chasqueó su lengua en intento de despertar a Lee pero fue casi en vano. Este se movió, pero no despertó. Se levantó y a grandes pero lentos pasos se acercó a su objetivo y posó su mano sobre los cabellos del castaño, removiendo estos con cuidado. Lee se sentó rápidamente sobre la cama sintiendo como su respiración era devuelta a su cuerpo. Jadeó sin control pero intentando hacerlo bajo para no despertar a la persona que tenía a su lado; no entendía, pero se sentía bastante asustado.

Su mirada se posó sobre todo lugar de la oscura habitación, pero sus ojos no localizaron nada. Su corazón latía inquieto y sus pulmones poco a poco controlaban el aire que entraba y salía, buscando aquel ritmo normal que Lee debía de tener.

Llevó una de sus manos totalmente nervioso y confundido hasta sus propios cabellos y los desordenó desconcertado. Se levantó de aquella cama y caminó hasta afuera en busca de su mochila y pastillas, pero justo en frente del sofá estaba uno de sus preciados amigos, tapando aquella mochila.

—¿Qué haces aquí? —preguntó el más alto.

—Quiero mis pastillas... ¿podrías..?

Una risa escuchada solo por MinHo sonó detrás de su nuca y este se giró bastante nervioso y exaltado. Había otro allí justo detrás suya.

Retrocedió y sin saber que hacer cubrió sus ojos; si no podía verlos no estaría asustado, claro que no. Recordaba cuando era niño, se cubría con sus mantas por completo para no poder verlos ni oírlos, su cuerpo temblaba al oír mil y un risas, solo tenía cuatro ilusiones, no mil ¿qué mierda estaba pasando?

Intentó acercarse a su mochila aún manteniendo sus ojos cerrados, estando totalmente a ciegas. Pasos se hicieron presentes detrás suya y se giró nuevamente sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas, los abrió inquieto pero no vió nada allí.

Nada más que JiSung adormilado, caminando en su dirección.

—¿Hyung?

—Sunggie... —se giró rápidamente, no queriendo que el menor le viera en aquel estado. Suspiró con fuerza y limpió sus propias lágrimas, algo frustrado.

Se acercó a su mochila y la abrió algo nervioso, rebuscando su frasco de pastillas.

Han refregó uno de sus ojos y negó con su cabeza al notar lo que buscaba y de su bolsillo sacó el frasco que la madre de Lee le había pasado.

—Usted no las tiene, porque dijo que no quería tomarselas, ¿lo recuerda?

Lee tomó un peluche anaranjado de su mochila y lo vió con nostalgia, miró ahora a Han e hizo una pequeña mueca sobre sus labios totalmente arrepentido.

—Tenga —Sung le extendió aquel frasco y le sonrió de manera suave. —Las toma y vamos a dormir de nuevo, ¿sí?

Lee asintió y sonrió agradecido.

—Amor —susurró suavemente y suspiró justo cuando Sung se fue. Eso era justo lo que describía lo que sentía por él.

1na basura, ahq, perdí el hilo de
esta historia pero poco a poco
iré retomandolo.
Gracias por la espera, dvdd;;

Esquizo | MinSung Where stories live. Discover now