Oculto

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Hoy fue uno de los días que terminas cumpliendo algo inesperado.

Entre chanzas y risas hice una promesa que no esperé cumplir.

Con David siempre reía, corría, jugaba, y hacía bromas pesadas y apuestas de las cuales nunca salí nada productivo.

Después de algunas salidas casuales, decidimos pasar el rato en su departamento, aprovechando que sus roomates estaban por fuera de la ciudad todo el fin de semana.

Nuestro lugar favorito era el sofá, siempre permitía desplegarse frente al gran televisor, o ponerse un poco traviesos sin ser descubiertos por alguien entrando.

Después de comer un poco, ver una película, escuchar música y relajarnos, empezamos a besarnos. Era normal en nosotros, las cosas subían de temperatura y la situación permitía que todo fluyera a la perfección.

Sus manos en mi pecho, sus manos en mi culo, sus labios gruesos recorriendo mi clavícula y mordiendo cada pedazo que encontraba a su paso.

Me senté a horcajadas sobre él, porque sabía que lo enloquecía. Sus manos inmediatamente viajaron a mi culo, a moverme y restregarme sobre su inminente erección. Una mano se enredaba en el cabello de mi cuello y la otra movía mi cadera de atrás hacia adelante cada vez que mordía su labio inferior.

Nuestra ropa voló por toda la sala en cuestión de Segundos. Mi delgada ropa interior hacía lo posible por mantener una barrera entre sus bóxers y yo. Pero su dureza y la humedad impedían que todo contacto se perdiera en el momento.

Con un solo movimiento estuvo dentro de mi, me apuré a mover mis caderas sobre él, mientras agarraba mi culo y dejaba caer su cabeza en el respaldo del sofá, gruñendo y diciendo cada improperio que deseaba estarme haciendo en ese momento, incluyendo una de sus mayores fantasías: el sexo anal.

El sexo anal no era nuevo para mi, tal vez No era mi práctica favorita, pero era algo que había hecho en el pasado y no encabezaba la lista de cosas que deseabas repetir. Para él era una experiencia nueva y excitante, que entre apuestas, habíamos acordado pactar.

Podía sentir como su miembro se tensaba cada vez más dentro de mí a medida que mencionaba sus ganas de probar el sexo anal. De cuán estrecho sería, de cómo se sentiría, o cual sería mi reacción y la suya. Deliraba con hacerlo y yo cada vez estaba más convencida, pero decidí postergarla para otra ocasión.

De repente y con un grito, se tensó y acabó dentro de mi, no lo esperaba él, y yo tampoco. No le vimos problema y decidí tomar una ducha para limpiar todo y el pidió unirse.

Como era usual, la ducha permitió que las cosas subieran de todo nuevamente, y en cinco minutos una nueva erección se asomaba bajo el agua jabonosa que se deslizaba sobre nosotros.

Tomé su erección en mis manos y estaba firme, palpitaba con mi contacto, podía sentir la sangre circulando cada vez que movía mi mano mientras nos besábamos, podía sentir la sangre fluyendo desde y hacia la cabeza mientras mordisqueaba uno de sus pezones.

Siempre he tenido gusto por hacer felaciones en la ducha. Higiénico. Tentador. Limpio. Útil. Decidí bajar un poco y darnos placer con su miembro dentro de mi boca. Dentro. Fuera. Debajo. La lengua. Bajo de ella. Alrededor. Y su mano enredada en mi cabello mojado.

Gruñió y me levantó para darme la vuelta y colocarme de frente a la pared. Tomó mi cadera y guió su erección dentro de mi, que en poco tiempo tomó el lugar que había ocupado algunos minutos antes. Gemimos al mismo tiempo. Mi cuerpo estaba mojado de la ducha y mojado por su culpa.

Se clavó dentro de mi, arqueando mi espalda y subiendo mi culo cada vez más. Me tomó por los hombros y la cadera, me dejó gritar y que cualquiera me escuchara, me mordió el lóbulo de mi oreja, generando que la humedad escurriera por mi pierna mojada y me dejó casi llegar.

Aprovechó esto para bajarse a mi sexo y lamer todo lo que escurría. Me hizo agarrar mis tobillos y el poder llegar con su lengua hasta el fondo de mis gemidos. Pasó juguetonamente por mi culo, a lo que obtuvo una risa y una sacudida en su cara. Me nalgueó y rió mas. Yo podía sentir el calor subiendo por mis piernas, mientras un dedo jugueteaba con mi clitoris y su lengua se perdía entre mi culo y mi sexo.

Hasta que en un sencillo movimiento salió y presionó mi culo con su erección. Me tensé. Agarre con más fuera el soporte del jabón. ¿Iba a entrar? No lo había autorizado. Esperó a mi reacción y solo obtuvo un gemido.

No sabía que pensar. Había dicho que no, pero mi cuerpo decía que si. Mi culo se tensó alrededor de  él desde el primer contacto. Presionó y se quedó esperando a que autorizara o no y solo pide responder levantando aún más el culo para darle más acceso.

Entró, lentamente, aprovechando toda la humedad que había sacado de mi al deleitar mi sexo con anterioridad. Los dos gemíamos, con cada centímetro que entraba, nos aferrábamos más al otro.

Tuvo que entrar despacio, moverse lento hasta estar completamente dentro. Yo era un mar de sensaciones y gemidos. Se sentía como el jodido paraíso. La última vez no había sentido el sexo anal de esta manera.

Empezó a moverse y sentía sus bolas golpeando contra mi vagina, lo sentía en cada germinación nerviosa de mi cuerpo. Entraba, salía y se pegaba en mi.

Entraba.

Salía.

Gritaba.

Gemía.

Gruñía.

Mi pecho estaba pegado a la pared. Mis manos aferradas con fuerza a un soporte. No podía respirar más entrecortado, y su pelvis estaba tan dentro de la mía, que me levantaba un poco con cada embestida.

Entro y salió de mi como si jamas hubiésemos tenido sexo. Sus manos firmes en mis caderas mientras se tensaba indicaba que estaba cerca. Embistió en mí hasta el fondo unas veces más hasta que se dejó ir, gritando y apretándome mientras se descargaba sobre mi.

Semen caliente llenó todo mi culo mientras su cadera hacia lo posible por entrar más en mi. Se dejó caer sobre mi espalda y abrió nuevamente la llave para que el agua lavara nuestros cuerpos acalorados.

Tomó aire y respiró triunfante porque había atestado el premio de su apuesta, antes de lo esperado.

Salió de mi, salimos de la ducha y duramos con una sonrisa toda la tarde y el recuerdo del otro en nuestros cuerpos a cada momento.

-Julieta

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⏰ Última actualización: Jun 04, 2019 ⏰

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