Y fue el quién me sorprendió cuán ladrón que entra asaltar por la noche.
Se llevó cada uno de mis suspiros en el vaivén de sus caderas sin esfuerzo alguno.
Tomó cada gemido del fondo de mi ser sin ser forzado.
Evocó, y evocamos al cielo en infinitas ocasiones llegando al clímax del placer.
¿Y qué quedó?
Sólo prospectos de vida derramadas por toda la habitación, esto no fue más que un revolcón clandestino.
Para los ojos del mundo esto nunca pasó
Andrea.
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Confesiones
Random¿Te has preguntado por lo que hay en la mente de quien ves sonriendo a diario?¿ la muñeca con cara de porcelana que deslumbra a todos con su carisma o el galán del instituto? ¿Sabes que es lo que siempre han querido gritar al mundo pero no lo hacen...