Capítulo 11

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Dulce

- Christopher yo...

- Buenas noches señores. ¿Se encuentran listos para ordenar? - pregunta el camarero del lugar, interrumpiendo mi intento de decirle a Christopher la verdad.

Quizás haya sido mejor de esa forma. Creo que tal vez no era el momento ni el lugar para confesarle a Chris mi traición.

- Ehh no, aún no sabemos qué pedir. ¿Nos puede dar unos minutos más para decidir? -  dice Chris al mesero.

- Claro que sí, caballero. Volveré en unos minutos por su orden. 

- Gracias.

El camarero se retira y Christopher voltea a verme.

- Amor, ¿qué era lo que ibas a decirme?

- Nada, no era nada importante. Mejor dime, ¿qué vas a pedir? - digo tratando de desviar el tema.

- Pues aún no estoy seguro. ¿De verdad no era nada importante lo que tenías que decirme?

- Sí, de verdad. Bueno, sí hay algo importante que tengo que decirte y es que te amo. Te amo mucho... Yo soy la afortunada de tener un esposo como tú. - aunque no me lo merezca, pienso interiormente.

Chris sonríe y besa mis labios dulcemente hasta que el mesero vuelve a interrumpirnos por nuestra orden. Ninguno estaba seguro de lo que quería pedir, así que aceptamos comer lo que el camamero nos recomendó. Nos mantuvimos platicando y dándonos cariñitos hasta que, minutos más tarde, nos trajeron nuestra comida, que está demás decir que estaba exquisita.

Luego de cenar, decidimos volver a nuestra habitación y salimos a la terraza, para luego dar un paseo en nuestra playa privada. Caminar en la arena, escuchando las olas del mar, tomada de la mano de mi esposo, a la luz de la luna, era uno de los momentos más hermosos que pudiéramos experimentar. Estar con él de esta forma me producía una paz y una calma absoluta, hasta que recordaba lo que había hecho y, toda esa paz, se transformaba en una cruel agonía. No sabía de qué forma decirle a Chris la verdad. Estaba segura de que este era el momento perfecto para hacerlo. No había nadie que nos interrumpiera y él se veía tan relajado que, pensé que sería el momento ideal para hablar e intentar que me perdonara y entendiera. Pero cuando vi su rostro, observé una sonrisa y un brillo de felicidad en sus ojos, que no quería opacar con mi confesión. No quería herirlo. Pero ¿cómo no hacerlo? Sabía que, en el momento en que lo supiera, le destrozaría el corazón.

No podía hablar, tenía miedo. Miedo a perderlo. Miedo a ver el asco y el odio en su mirada por lo que he hecho. Por eso había tomado una decisión. No le diría nada en este viaje. Trataría de disfrutar estas dos semanas a su lado, porque sabía que, cuando regresáramos, sabría la verdad. Y entonces, muy probablemente, lo perdería. Aunque era lo que menos quería. Haría todo lo posible por conseguir su perdón y que siguiera a mi lado. Pero si eso no sucedía, al menos quería tener estas vacaciones como un recuerdo hermoso de nosotros. Tal vez como nuestra despedida.

______💔______

Los días fueron pasando muy rápidos. Habíamos hecho tantas cosas. Hicimos deportes acuáticos, visitamos Malé y vimos todos sus lugares turísticos. También visitamos otras playas e islas que estaban cerca del lugar. Nos relajamos, jugamos y, por sobre todo, nos amamos con locura. Sin darme cuenta, el tiempo pasó tan rápido que ya sólo nos quedaban tres días en este paraíso. Eso hacía que me encontrara un poco deprimida esta mañana. En tres días tendríamos que regresar a nuestra realidad. En tres días, tal vez, perdería al único hombre que he amado... Christopher.

- Mi amor, ¿en qué piensas? - pregunta Chris mientras me rodea con sus brazos detrás de mí.

- Nada... Sólo pensaba en que no quiero que nos vayamos. Pienso en que pronto regresaremos a nuestra realidad y no quiero que esta magia termine. No quiero perderte. - esto último lo dije en un susurro.

Un Amor Imperfecto Where stories live. Discover now