Capítulo 8

597 47 13
                                    

Dulce

Los rayos del sol hacen que me despierte. Cuando abro mis ojos, puedo ver que Chris aún sigue dormido. Se ve tan hermoso cuando duerme, así con su pelo revuelto y su carita de niño. Creo que debe de estar muy cansado por el viaje y por todo lo que hicimos anoche. Una sonrisa se escapa de mis labios al recordar la noche tan mágica que pasamos. Chris fue tan tierno y romántico. Quiero de alguna forma recompensarlo por todo lo que hizo por mí. Así que con cuidado me deshago del abrazo de Christopher y camino hasta la cocina para preparar un rico desayuno.

Luego de estar un rato en la cocina, preparándo el desayuno favorito de Chris, puedo sentir cómo sus brazos rodean mi cintura y besa mi cuello.

- Mmmmm, que rico huele aquí. -

- Buenos días, mi amor. - digo mientras me doy vuelta y beso sus labios. - Estoy haciendo tu desayuno favorito.

- Mmmm que buena forma de despertar. Gracias. Aunque hubiera preferido despertar y que estuvieras a mi lado. - dice mientras muerde el lóbulo de mi oreja y besa mi cuello.

- Chris, mi amor, espera. El...desayuno... - trato de alejarme para evitar que los huevos se quemen, pero Chris sigue en lo suyo y no me deja. Finalmente, el desayuno terminó quemándose y tuvimos que comer frutas con zumo de naranja.

Luego de que termináramos de comer, Chris y yo nos dimos un baño juntos. Ahora ambos estábamos colocándonos nuestras ropas, ya que Chris iría a la empresa para dejar todo en orden para nuestras vacaciones y yo aprovecharía para ir con Annie a la galería. Había decidido ponerme un sencillo vestido con estampado floral, mientras que Chris vestía un traje de dos piezas crema y una camisa azul oscuro. Se veía guapísimo. Definitivamente mi hombre es hermoso.

- Amor, ¿qué te parece si salimos en la noche a dar una vuelta? - dice mientras se pone la colonia que me vuelve loca.

- Me parece maravilloso. No recuerdo cuándo fue la última vez que salimos juntos. -

- Tienes razón, pero pretendo cambiar todo eso desde ahora. - se acerca y me abraza.

Me encanta estar así con él. Me siento tan tranquila y segura en sus brazos. Permanecemos unos minutos abrazados y luego lo acompaño hasta la puerta para despedirlo. Yo también voy a salir, pero necesito terminar de arreglarme. Nos despedimos con un apasionado beso en los labios y con Chris diciéndome que llegará en la noche para que salgamos.

Luego de que se marcha me dispongo a terminar de retocar mi maquillaje hasta que escucho el timbre de la casa. No estoy esperando a nadie, así que pienso que quizás pueda ser Chris que se olvidó de algo y no traía las llaves. Así que me dispongo a bajar para abrir, pero no era Chris quien estaba al otro lado de la puerta, sino Sebastián.

- ¿Sebastián, qué haces a...? - no logro terminar la pregunta ya que al instante siento cómo posa sus labios sobre los míos en un beso desesperado y un poco salvaje. Él continúa besándome y cierra la puerta tras de sí. Cuando logro reaccionar a lo que está sucediendo, lo aparto con un fuerte empujón de mí.

- ¡Basta Sebastián! ¿Qué haces? ¿Estás loco? - digo mientras me alejo más de él.

- ¡Sí, estoy loco, pero por ti! ¡No puedes decirme que lo nuestro fue un error! No puedo dejar de pensar en lo que pasó entre nosotros. ¡Quiero hacerte mía una y otra vez! - dice mientras se abalanza nuevamente sobre mí para besarme. Del impulso ambos caemos en el sillón. Él continúa besándome como loco desesperado y tocándome. Yo trato de apartarlo porque, las caricias y besos que hace dos días me excitaban, ahora me causaban asco y repulsión. No podía ni quería volver a traicionar a Chris. Lo de Sebastián fue un error fatal que no se volverá a repetir. Así que con toda la fuerza que puedo, aparto a Sebastián de mí y termina cayendo al suelo mientras yo rápidamente me levanto.

Un Amor Imperfecto Where stories live. Discover now