Padre sobreprotector....

Capitulo #2

Debo estar en muchos problemas, no quiero ni imaginar lo mal que va a estar mi padre con toda esta situación, creo que de la cólera le va a dar un paro cardiaco. Tal vez exagero pero puede llegar a pasar, uno nunca sabe. La directora (bruja) es la madre de Katty, si descubre que le dejé la nariz como la de un cerdo me van a matar con sus poderes malvados. Desde pequeña ella siempre me molesta. Eramos buenas amigas, pasaron cosas y desde ese día ella no es la misma Katty de antes, ahora es arrogante, no le importa nada ni nadie si quiere algo. Ella sabe que mi padre me sobreprotege pero pasa los limites y se lo dice a todo el mundo. Yo sé sus secretos mas oscuros y los mas obvios pero aun así no le digo nada a nadie. No entiendo por que ella hace lo contrario a mi.

Volviendo con el tema de James. Él ahora sale con Katty. No sé si Katty verdaderamente lo ama pero en su mirada se nota que James la ama, mucho, pero no puedo soportar la idea de que James esté con ella pero es su vida y puede hacer lo que le de la gana.

Caminamos por mucho tiempo, hablamos de muchas cosas, recordamos viejos tiempos, recordamos cuando mamá estaba con nosotros...

Mamá era una mujer digna de admirar en todo sentido. Jamás se rendía, sus consejos eran los mejores, las canciones de cuna que nos cantaba cada noche para poder dormir, las cantaba con su dulce y tierna voz que me hacia sentirme protegida y feliz al mismo tiempo. Su olor a vainilla, los grandes ojos color miel que me veían con amor todos los días. Sus historias de guerreros que salvaban a la hermosa princesa del gran castillo rodeado de miles de dragones que escupían fuego. Y finalmente su risa la cual podía alegrar el peor día de mi vida. Pero como ella decía antes ''todo en esta vida tiene un final''. Odio la idea de que el final de nuestra madre fuera tan pronto, desearía que estuviera aquí conmigo, dándome consejos de como poder lidiar con las locuras de mi hermano o incluso de mi padre. La extraño.

Solo seguí a mi hermano con la cabeza por lo bajo pensando en como le diría a mi padre que me expulsaron. Bueno, antes de eso debo saber si me van a expulsar pero es lo más obvio. Creo que me cambiare el nombre a Juana y viviré en África con un rinoceronte y tres pericos.

Tara.- Escuché la voz de Jake. Alcé la mirada y me encontré con el gran instituto Mountain Broke. Lo miré confundida y él suspiró.- Puede que sea un idiota y miles de cosas pero una cosa que nos enseñó mamá desde pequeños es a siempre decir la verdad.- Lo miré, después de un tiempo suspiré. Él quiere que me disculpe pero no es tan fácil. ¿Que le digo a la directora?. Lo peor de tener una directora estricta es que es la madre de mi ''enemiga''. Si tan solo fuera mas fácil solo decir ''lo lamento'' y que todo por arte de magia se arreglase. Esto es horrible.

-Bien.- Respondí después de un tiempo. No quiero disculparme por algo que, si hice, pero ella se lo tenía bien merecido. Digo, se lo tiene bien merecido.

Caminamos hasta la entrada del instituto. Las mariposas comenzaron a hacer una gran fiesta en mi estomago. No quiero hacer esto. Jamas en mi vida he estado en la dirección del instituto y si no hubiera sido por ese mono, no estaría aquí con miles de mariposas volando en mi estomago.

Es injusto.

-No quiero.- Paré en seco.

-¿Que?.- Preguntó confundido Jake.

-No quiero, no quiero, ¡no quiero!.- Comencé a caminar en reversa.

-No, tienes que hacerlo.- Jake me tomó del brazo. Dio una vuelta y me miró.- Tienes que hacerlo, por mamá.

-Está bien.- Tomé aire y entramos al instituto.

Todo el mundo me miraba, algunas personas me miraban bien, otras normal y otras.... Digamos que si las miradas mataran yo ya estaría tres metros bajo tierra, con un árbol arriba y personas bailando una rara danza de indios.

-Si ven a la señorita Pellegrini por favor comunicarla a mi oficina.- La voz de la directora sonó como un eco en todo el pasillo causando que mas miradas se dirijan hacia nosotros. Las mariposas en mi estomago empeoraron y ahora tengo nauseas. Malditas mariposas.

-Vamos.- Jake tomó mi mano y juntos caminamos hasta la dirección.

Llegamos a la puerta, miré a Jake.

-Solo dí la verdad.- Literalmente me empujó hacia la habitación. Me enconté directamente con esos ojos que reflejaban pura furia. Estoy mas frita que una patata.

-¿Que hace ahí señorita Pellegrini?. ¡Camine!.-Gritó, yo obedecí rápidamente..-Tome asiento.- Me senté rápidamente para no enojar mas a la directora (bruja).

-Perdón por lo que pasó con su hija pero ella es una....-Comencé a hablar rápidamente por los nervios.

-¡Callese!.- Gritó, abrí mis ojos como dos platos al escuchar su gran grito.- Mire señorita Pellegrini usted nunca ha hecho algo tan malo como lo que hizo hoy. Aunque usted sea una pulga insignificante que no debería existir.-Dijo amenazante.

-Su hija es la pulga insignificante.- Me escogí de hombros.

-¿¡Que dijo!?.- Gritó.

-Nada.- Dije.

-Su castigo será razonable.- Puso sus peludas manos en la mesa. Que asco.- Tendrá que limpiar toda la escuela, todos los días por cuatro meses y tendrá que lavar los platos después del almuerzo.- Sonrió cínica.- Agradezca que no la expulsé permanentemente.

-¡Eso es demasiado!- Me levanté.

-¡Tome asiento!.- Volvió a gritar y yo abedecí muy rápido. Debo admitir que la bruja da miedo.

-Ese castigo no es razonable ni en su planeta.- Dije.

-¿Y de que planeta soy?.- Alsó la voz.

De Brujilandia.- Del planeta Tierra.- La miré mal.

-Bueno, ese será tu castigo. Se puede retirar.- Se levantó.- Si lo haces mal o no lo haces: créeme que no tendré ningún problema en extender su castigo. Así que manos a la obra señorita Pellegrini.- Extendió la mano para que yo la tomara. La miré mal, tomé mi mochila y salí sin darle la mano a esa señora. Caminé rápidamente buscando con la mirada a Winter. Siento como mi sangre hierbe y pasa por todas mis venas. Estaba viendo su casillero, me vio y sonrió.

-Cuéntame todo.- Dijo feliz.

-Ahora tengo que limpiar toda la escuela y después de almuerzo tengo que lavar todos los platos.- Comencé a buscar mi casillero.

-Eso es demasiado.- Caminó a mi lado.

-Lo mismo le dije a la bruja.- Suspiré.

-Esa hija de...

-Sabes, no importa. Yo lo hice y ahora tengo que aceptar las consecuencias.- Cerré mi casillero.

-Bien.- Se escogió de hombros.- ¿Quieres ir por algo de comer?- Sonrió.

-No, estoy bien.- Sonreí. Puede que esté muy enojada pero Winter es mi mejor amiga y no la voy a tratar mal.

-Bien, yo tengo mucha hambre así que ¡adios!.- Me dedicó una gran sonrisa, dio media vuelta y se fue dando saltitos como una niñita. Ella puede ser algo anormal.

Negué con la cabeza y seguí mi camino pensando en todo lo que tengo que hacer. Mi padre me va a matar. Eso me pasa por golpear a Katty. Lo bueno es que ahora tiene la nariz mas deforme que la de un payaso y eso va a alegrar, al menos, un poco estos horribles meses que vienen, empezando desde hoy. Manos a la obra Tara.

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