Third

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Bo p.o.v.


Hace varias semanas me sentía incómodo, la mayoría del tiempo solía pasarla bien, aquí en casa, con mi hermano, pero estos último días todo es tan aburrido, todo se ha ido al carajo. Había momentos en los que me ahogaba en botellas de alcohol solo para acallar mis molestias internas y estos momentos tan aburridos que estaba pasando; necesitaba una distracción, algo en que ocuparme pero no había nada. Y lo más extraño es que Vincent había salido esta tarde y todavía no había vuelto, me desesperaba la sensación de saber que tal vez la esté pasando mejor que yo. Tal vez, si no venía en unas horas, lo iría a buscar.

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Gracias a mi gran aventura de la mejor caída del mundo, tuvimos que volver a la casa y no teníamos nada que hacer. De repente el novio de Dafne se apareció en el living con un par de cervezas, genial. ¿Más bebidas? ¿Cómo vivirían estos humanos si se acabara el alcohol en este mundo? 

—Si no tomas ni una gota nunca sabrás lo que siente estar ebria, Candi, tienes que dejarte llevar.

—Es que ese es el problema, yo no quiero estar ebria, me parece que hay otras maneras de divertirse, es todo.- Los chicos me miraban como si fuera un alien. —Uff, bien. De acuerdo, ustedes ganan, voy a tomar esa asquerosa bebida, ¡pasenmela!- Dicho esto, me alcanzaron una botella. 

Puse la abertura de esta en mi boca y di un molesto y ruidoso sorbo. Al probar el amargo y agrio sabor de ésta, mi nariz se arrugó, pero la tragué sin pensarlo, me había gustado.—Ah, listo, ya está, no molesten más por favor...

—En serio, ¿eso es todo? Yo quería fondo, eso es, ¡fondo! ¡fondo! ¡fondo!- Los demás idiotas solo imitaron a mi maléfica amiga.

—Pero... es que ya tom...

—Creo que... si nunca tomas la decisión de llevar a cabo un riesgo absurdo nunca te animarás a hacer nada.- Dijo Arthur por lo bajo.Este último comentario hizo que hubiera un clic en mi cabeza.

 De repente tomé la botella y juro por Dios si es que está en el cielo que la vacié de un trago largo, sintiendo la bilis subiendo hacia mi cabeza. Sensación aliviante pero asquerosa.Pasaron unos largos minutos, todos bebíamos y decíamos incoherencias, poco a poco comencé a notar porque les gustaba tanto tomar: era una sensación extraña, porque sientes que puedes hacer cualquier idiotez y nadie te va a juzgar porque todos está, igual. 

De un momento a otro hubo una pequeña idea y no dudaría en comunicarla.

—Oigan, c-creo que deberíamos ir allá...- Comenté riendo perdidamente.

—¿A donde Candice?

—Ya todos saben a donde.- Contesté clavando mi vista hacia la ventana de la cocina

.—¿Hablas de la casa de cera ?

—Ajá. Quiero ir ahí, ver que hay. Solo quiero entrar, curiosear y salir, es todo. ¿Se apuntan?




Continuará...

He is Insane. [Bo Sinclair]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora