First

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Hurt

Un gemelo es bueno, el otro malo.
La mala semilla de una mala experiencia fraternal.

Bo Sinclair, un sujeto que guardaba un agudo resentimiento a su madre, que, aunque jamás lo admitiera, quería a su hermano. Pero para él todo era vanal.
¿Acaso se podía querer a personas que te han tratado como mierda? El ojiazul creía que no. Sus padres maltrataban físicamente de él, lo torturaban amarrándolo con cintos, con sogas y alguna que otra cosa que se pudiera atar. Y no era su culpa actuar así, sabía que era molesto, que gritaba y lloraba solo por gusto, para joderle la cabeza a sus padres, a Vincent, es que tal vez, lo hacía porque no soportaba que lo hayan separado de su gemelo siamés.

Pero vamos, en ninguna cabeza cabe que maltraten de tal manera a un niño, por más jodido que actuara. Bo creía, no, sentía que lo odiaban por el solo hecho de ser él; el "gemelo malo" y también pensaba que si él era el malo, debía ser fiel a eso y actuar verdaderamente mal.

Aunque la mayoría del tiempo la pasaba solo, otras estaba con Vincent, aunque no lo reconociera le gustaba estar con el menor, después de todo solo estaban Vincent y él. Pero había algo que a Bo le gustaba mucho más que convivir con su hermano y esto era ir en busca de torpes jovencitas que caían en la mala suerte o tomaban la pésima desición de ir a su pueblo. Le gustaba en demasía la idea de verlas correr, muertas de miedo, rogándo que las deje ir, frecuentaba secuestrar a rubias exbeltas con curvas llamativas o simplemente esos mujerones con buenas curvas y con esa habilidad para estar con muchos hombres.
Pero esa noche se encontró con una totalmente distinta. Ella no era perfecta, con un atractivo sexual avasallante, ni era como él las denominaba "una puta".
Se encontró con una chiquilla dulce y amable, una de esas mosquitas muertas que ni siquiera dañaría a um insecto.
Ella había ido con sus amigos a conocer la famosa casa de cera, no imaginaba que la repentina falta de sus amigos se debiera a que los hermanos Sinclair habían estado en acción.
La jovencita corría de un lado a otro en las calles repletas de luces y voces falsas, sin saber a donde ir, temiendo ser encontrada.
Era una joven de baja estatura, de unos 19 o 20 años seguramente, su cabello pasaba sus hombros y era muy lacio, casi tan lacio como el de Vincent, o eso pensaba Bo. Aunque se veía sucio y descuidado y es que la lluvia que se había desatado caía ferozmente sobre aquella joven.

El hermano mayor tomó un un bat de beisbol que encontró en una de las tiendas que habían y corrió acercandose a la chica, que confundida seguía corriendo sin rumbo, buscando a sus amigos, que gracias al otro Sinclair, jamás encontraría.

La joven estuvo a punto de resbalarse en la calle y recobró el equilibrio, aunque de nada le sirvió porque al ponerse en pié, el hombre le dio con el bat en la cabeza, haciendola caer inconsciente a la calle.

Mareo, nauseas y dolor. Era todo lo que la desconocida sintió apenas despertó. Notó que se encontraba amarrada a una especie de camilla, como si fuera una paciente en un sanatorio mental. Lo que se le vino a la cabeza fue comenzar a gritar y pedir auxilio sin éxito, ya que nadie la ayudaría. De repente oyó pasos que bajaban una escalera, se trataba de el hombre de la camioneta, lo supo en cuanto lo vio.

-¿Por qué estoy aquí? ¡Déjame salir, desátame!-Imploraba.

Por desgracia la mirada de él se hacía más burlesca a medida que ella seguía quejándose, el no era una persona a la que se le pudiera rogar.

-Por favor... Haré lo que sea, no quiero que me lastimes.

Bo la miró con repugnancia, él imaginaba y sabía que ella era una chica inocente, que dijera esas palabras la hacía ver como una ofrecida, como esas que estaba tan cansado de frecuentar. La necesitaba pura, sin daños, sin pecados, solo inocente e indefensa, porque solo así podía disfrutar más el dañarla. Quería ser el que la haga sufrir y hacerla conocer lo horrible que era el mundo, para que tal vez así entendiera que la vida no es como la pintan.
El hombre se sentía como un científico jugando con sus conejillos de indias, algunos ya venían con problemas, pero prefería los sanos, los que están listos para usar.

La menuda jovencita continuaba llorisqueando y gritando causándole un leve dolor de cabeza. La lluvia de el exterior hizo que su pelo estuviera humedo, sus ropas estaban empapadas y su pecho subía y bajaba por el horror de la situación. Estaba firmemente abrochada con esos citurones, lo atroz de la situación y verla allí tan asustada y expuesta lo excitaba innegablemente, y por su mente pasaban miles de ideas para empezar a divertirse con su nuevo juguete. No estaba seguro se que hacer, la chiquilla era muy escandalosa y no le permitía pensar en paz, tal vez la mataría y se la daría a Vincent para variar, odiaba que las cosas se pusieran jodidas.
Cuando finalmente la muchacha dejó de gritar él acercó la mano hasta la mejilla de ésta, acariciandole casi tiernamente, pero no había nada tierno en él.

-Es una pena en verdad, eres una muñeca y no me gusta verte llorar, las lagrimas arruinan tu cara, a mi hermano no le agradará que te veas mal.- Le comunicó. Ella soltó un sollozo, puesto que ya había visto al hermano, matar a una de sus amigas.

-Por favor no me lleves con él, tengo miedo, no lo hagas...

-Vaya vaya, ¿le tienes miedo a Vincent? El es un angelito, niña, estas viendo justo ahora a el verdadero monstruo.

-¿Qué vas a hacerme?

-Primero vamos a retirar algunas cosas que me molestan...- Dicho esto tomó una navaja y las acerco a ella, quien comenzó a moverse y tambalearse en vanos intentos de liberarse de sus ataduras, pues creía que iba a lastimarlas con ella. Pero la expresión de la joven cambió rotundamente cuando vio que la mano de éste descendió hasta la falda de su vestido y utilizó el objeto para levantarlo.

-A-alto, no, que e-estas...?

-Cierra la puta boca. O te clavaré esto en la garganta.

Eso fue suficiente para hacerla tragarse sus palabras, pero seguía perturbada por las acciones del otro. De un momento a otro notó que sus dedos acariciaban descaradamente sus rodillas y ascendían lento. Con una de sus manos la castaña intentó alejar las manos del hombre pero no pudo ya que él se había encargado de sujetarlas bien. Por un momento Bo miró los ojos de su cautiva y ella notó que los azules de él se oscurecían y la miraban de forma morbosa.
Sus dedos continuaban toqueteando las piernas de ella que no dejaba de moverse hasta que finalmente llegaron hasta donde quería.

-Eres muy pequeña, me muero de ternura por tí, quiero jugar contigo todo lo que queda de la noche.- Exclamó y besó a la joven en los labios. La chica le siguió el beso, y viendo su distracción se percató de que soltó la navaja y cuando el de pelo castaño posó la mano en su cintura ella le clavó con fuerza el objeto filoso, haciéndole gritar de dolor.

El se corrió del lugar largando gruñidos de dolor y furia, aquella estupida criatura lo había engañado y se sentía idiota por ello. Las mujeres lo ponían idiota.La joven aprovechó el momento para tratar de cortar los lazos que la sostenían pero con una sola mano parecía imposible. Luego de unos intentos logro cortar uno pero fue demasiado tarde porque Bo ya había recuperado la compostura y al aproximarse a ella le arrebató la navaja y la clavo en su pecho repetidas veces sin importarle los gritos de ella. Lo hizo unas cuantas veces más hasta que al fin cerró la boca.

-No debiste comportarte como una maldita perra. Mira lo que me hiciste hacer ahora...

La observó unos escasos segundos y le dio un fugaz beso en la cabeza hasta que finalmente murió. El sujeto la desató para luego llevarsela a su hermano, seguro se molestaría, a él no le gustaba que sus objetos estuvieran dañados, no le gustaba que su arte se viera mal.

Bo suspiró pesadamente y observó por la ventana, no había sido una buena noche, ninguna lo era, él solo quería disfrutar de una mujer sin tener que matarla, pero era malditamente dificl, no le importaba cuantas tuviera que atrapar, se sentía aburrido, quería sentirse bien. Pero como siempre, estama mal.
Tal vez si era el malo, y si lo era debía actuar como tal y no dejar que nadie lo intente pasar por encima.

He is Insane. [Bo Sinclair]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora