Fourteenth

1K 119 37
                                    

   

Me desperté por el frío aire de la habitación, no recuerdo exactamente en qué momento me dormí, pero si recuerdo la suave textura del cabello de Bo entre mis dedos y su respiración sobre mi pecho; aún no podía terminar de entender como era que habíamos acabado en esa situación, pero una cosa era segura: no quería que esa noche terminara, por un momento parecía que todo lo que había vivido el último tiempo pertenecía a una realidad alterna. Pero para mi desgracia, se había acabado, el sol entraba por la enrejada ventana y mis ojos no podían estar más abiertos y era devastador, más no tanto como saber que al despertar, el hombre con el que pasé la noche ya no estaba y de alguna manera me sentía vacía.

Era claro que no había pasado nada, simplemente habíamos dormido juntos, o eso creo, tal vez cuando me dormí el se marchó, no lo sé. Me preguntaba si él habrá sentido lo mismo que yo sentí, quería creer que disfrutó estar conmigo en la noche, pero no lo sé, además era desalentador saber que había bebido antes, como hace a menudo y me llenaba de ansiedad pensar en que tal vez no recuerde lo que dijo o peor aún, que ni siquiera sea verdad... Me dolía, en serio dolía saber que probablemente estaba enamorándome de él.

Me levanté para desayunar como ya era costumbre, había cepillado mi cabello y estaba tranquila a pesar de notar nuevamente, la ausencia del mecánico, Vincent se había sentado a mi lado, pero opté por no hablarle, no me gustaba la idea de ignorarlo así, no era justo, pero no quería enfadar a Bo, no me beneficiaba en lo más mínimo. Las horas pasaban lento y podía notar como un dolor de panza extraño se presentaba dentro de mi, estaba nerviosa, aunque no tenía idea de porqué...



...Tarde... Es tarde... Llegas...

¡Tarde! Dijiste que esta vez vendrías a tiempo. Lo miré con decepción, era la tercera semana que hacía lo mismo.

—Lo sé, no es que quiera fallarte, pero papá está con mucho trabajo últimamente, tengo que viajar hasta la ciudad, cariño, no soy Superman.

—Mami dice que no te importo, ella te vio con una señora y un niño... Dijo que es t-tu... tu familia sustituta... 

—Dios, no le hagas caso, tu madre está enojada conmigo y dice mentiras para que tu también lo estés, yo no tengo otra familia, Candi, tu eres mi familia. —Decía con voz triste, en serio quería creerle, pero no podía ser que tenía tiempo de  hacer todo, menos de estar conmigo, yo no le pedía cargar cosas pesadas ni organizar papeles, yo solo quería que me abrazara y se quedara conmigo un día completo, papá dolía.

—Te prometo que la semana próxima te llevaré al cine, pasaremos el día juntos, cariño. Te compraré juguetes nuevos, dulces o lo que desees. —Se excusaba.

—No quiero dulces papi, quiero que estés aquí...

—Lo haré, te lo juro, mi niña...

Pasaron dos semanas donde volvió a desaparecer, hasta que finalmente mamá lo echó de casa, porque lo habíamos visto cerca del almacén del centro, de la mano con su... hijo y mujer. No volví a verlo desde entonces, en ese entonces yo tenía solamente 7 años...





Desperté de una larga siesta, mis extremidades se habían acalambrado por haber dormido en una posición inconveniente; miré el techo, desperezándome y mis ojos se abrieron de golpe al notar que cierto sujeto ya se encontraba en la casa. Sin sentido alguno sonreí a labios cerrados, me preguntaba si él habrá pensado en mi en su ausencia, la esperanza se afloraba en mi pecho, pero dejé de ensoñar para ponerme los zapatos y bajar a saludarlo de una vez. Caminé por los pasillos lentamente, estaba ansiosa por verlo, pero no quería parecer una maníaca, así que lo tomé con calma; en cada paso que daba mi mente me daba pantallazos fugaces de ambos acostados, abrazándonos mutuamente, lo que más recordaba eran sus besos, podría volver a besar sus labios setecientas veces y setecientas veces  me sonrojaría recordándolos. Visualicé, saliendo de mis vacilaciones, los peldaños de la escalera y bajé casi torpemente hasta que al fin estuve en la planta baja, camino a la sala principal, donde se oía con claridad a Lester y a Bo charlando.  Pero sin duda, lo que menos esperé fue que, al estar finalmente frente a él, éste me diera vuelta la cara como si fuera nada más que uno de los tantos muebles de la casa. No supe que pensar en ese momento, pero no me quedaría estática.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 25, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

He is Insane. [Bo Sinclair]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora