I • Bienvenido al equipo

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— JongHoon… JongHoon. ¡JongHoon!

La voz de mi padre a través de la puerta me resulta molesta… ¿Acaso no me puede dejar dormir? Los rayos del sol me resultan molestos, un fin de semana no es suficiente para recuperar los sentimientos encontrados ni los impulsos demenciales del Sábado. Estúpido Yunho, Heechul idiota… No quiero saber nada de ellos en lo que me resta de vida escolar normal.

Voy hacia el baño con desgano. Me guste o no, tengo que asistir a la escuela, a mis clases, y a… A aceptar que ya no hay nadie con quien pueda llevarme.

— JongHoon son las siete treinta, tienes media hora  para prepararte para la escuela… Ya me tengo que ir, el desayuno ya está en la mesa. — Anuncia con tranquilidad mientras escucho cómo se coloca el reloj en la muñeca.

— ¡Ya te escuché! — Reprendo con fastidio, no oigo nada más, suspiro. —... Ve con cuidado.

— Te veré más tarde. — Dice antes de bajar corriendo las escaleras.

Debo tranquilizarme.
O seré un completo desastre.

La primer clase es de matemáticas y yo no entiendo absolutamente nada sobre las estúpidas leyes de Senos y Cosenos. La segunda es de Historia, es más tranquila y puedo perderme leyendo mucho sobre el totalitarismo, al menos hasta que todos salen a descanso.

Suspiro con cansancio.
No he visto a Heechul por ningún lado y dudo hacerlo. De hecho, ni siquiera sé porque me interesa, que él haya sido el único con el que me estableciera “amistad” no significa que no pueda hacerlo con alguien más.

Miro todas las mesas de los jardines repletas de estudiantes, resoplo fastidiado. En verdad parece que no encajo en ningún sitio. Dudo poder hablar de brillos y ropas de color rosa con Seohyun y sus amigas, dudo que los de Soccer sean interesantes, también dudo que encaje con los góticos desamorados, o que me acepten con los nerds que sólo hablan de robótica y videojuegos. Me gustan esas cosas pero no para hablar de eso todo el tiempo.

Finalmente me siento en las gradas frente al campo de fútbol. Hay otras personas dispersas, en especial parejas...Pero da igual, cualquier cosa es mejor a estar con alguien que te trate como basura. Me termino rápidamente mi sándwich y camino hacia mi próxima clase.

^°^°^°^

No ha sido un día satisfactoriamente bueno, pero mi examen de Física no ha estado nada mal.

Escucho a dos chicas hablando en susurros; emocionadas; dando saltitos y mirando hacia un autobus grande color azul.
De él salen varios chicos vestidos en un pants negro con franjas azules y amarillas, con el logo de la escuela en el hombro, un número en la espalda y los que supongo son sus nombres.Para mi sorpresa ninguna de ellas se emociona con alguno otro hasta que sale un chico más alto que los demás, con una gorra volteada, con el mismo pants, pero sin la chaqueta, en su lugar va con una playera sin mangas de color negro, le lanza un balón de basquet a un chico delgado de cabello rojo, las dos muchachas suspiran mirandolo totalmente embelesadas. Es muy guapo.

El chico del cabello rojizo le regresa el balón, pero el alto no lo atrapa y se termina yendo hacia la carretera. De inmediato los chicos le gritan que tenga cuidado. Las chicas chillan asustadas.
Miró hacia otro lado, el autobús ya viene, y parece no detenerse.
En un arranque de adrenalina que ni yo mismo conocía tener, corro hacia el chico alto y tiro de él lejos del autobús que pasa a gran velocidad,

— Al parecer ese idiota no tenía la intención de tenerse. ¿Por qué le dan permisos de conducir a esa gente?

El chico no me contesta, giro a verlo, su mirada está fija en mi, los chicos del equipo que lo han visto todo también me miran boquiabiertos, y las chicas parecen petrificadas. ¿hice algo malo?

Si los amigos existen... •[KyuSung]•Where stories live. Discover now