Capítulo Diez

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10.

Kim & Kim, 23 años.

La gélida habitación estaba casi vacía.

La poca luz que entraba era gracias a una pequeña ventana, y pese a eso le era casi imposible divisar a la  otra persona atada frente a él.

Se supone que uno de ellos debía morir, que el arma en medio de la habitación era su pase de salida; pero NamJoon realmente no estaba seguro de si deseaba salir.

—¿Vas a matarme? —preguntó el otro.

—Llevo varios días contemplado esa idea —respondió siento totalmente sincero.

Sus muñecas estaban lastimadas después de que lograra soltarse. Estaba recostado contra la pared mientras veía con desdén ese fusil a pocos metros de él.

Solo tenía que tomar el arma, disparar al otro para ser libre; pero entonces ¿Qué le esperaba afuera? Su pandilla le había reemplazado, no existía un lugar a donde regresar, ya no tenía nada. Además de que probablemente iría a prisión.

No, NamJoon prefería morir a volver.

—Podrías matarme pero...no quieres hacerlo, ¿Cierto?

—¿Qué caso tendría?

—Estarías allá afuera divirtiéndote con el resto de mafiosos de mierda.

—¿Es eso lo que tú quieres hacer?

Sonrió débilmente.—Yo nunca me divierto en una habitación llena de hombres.

Difícilmente conseguía ver al chico entre la oscuridad. Las facciones delgadas de su rostro eran lo poco que podía distinguir.

—¿A qué te refieres?

—Soy como un traje lindo, de esos que se alquilan. Ellos pagarán por usarme para una gran noche, luego volveré a mi vitrina donde alguien más me verá y seré alquilado de nuevo. Es un círculo vicioso.

—Eres un…

—Sí, lo soy.

Se supone que era una prueba, que el vencedor se uniría a las filas de la Familia Kim. Dinero, respeto y poder; pero Nam no estaba seguro de si él merecía todo eso.

—Eso se terminaría. Si sales de aquí con vida ellos van a respetarte, nadie podría tocarte... estarías comprando tu libertad.

Soltó una leve risa. —Tu vida es un precio bastante alto, ¿No te parece?

—Mi vida no vale lo suficiente —dijo mientras que con sus heridas manos desataba la cuerda que aún mantenía inmóviles sus piernas.

—¿Qué es lo que haces? —La imagen del moreno que comenzaba a ponerse de pie le intimidó.

Namjoon estaba mareado, se movió a tientas entre la oscuridad hasta finalmente acercarse al hombre. Se arrodilló frente a él, y lento, le desató las manos para colocar el arma entre ellas.

—¿Cómo te llamas?—dijo acercándose más a él.

Comenzó a temblar, ¿El moreno iba a suicidarse?
—Se-eokJin.

Presionó su cuerpo contra el suyo dejando el fusil en el medio.

— Mátame, Jin. Será lo mejor.

TRAFICANTE. 《KookV》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora