Naruto es salvado y adoptado por Anko. ¿Podrán los dos que son tan parecidos sobrevivir juntos en la vida más peligrosa de todas las misiones? ¿Cómo le irán a él, a su equipo y al otro Konoha Genin en la aldea de la hoja?
HISTORIA basada en la obra...
Anko se despertó y miró al pequeño niño que dormía felizmente a su lado. Era difícil de creer que hace unas pocas horas, ella oficialmente hizo a su hijo Naruto, incluso tanto como cambiar su apellido por el de ella. Aunque todavía tenía dudas sobre lo que debía hacer ahora que era la responsable oficial del niño, Anko sabía que tenía que tener cuidado ahora. Cualquier mala elección podría afectar negativamente al niño, mientras que ella también tenía que considerar las posibilidades de ser demasiado blando con él. Soltó un lento bostezo y decidió seguir adelante y levantarse para el día, viendo que eran las siete de la mañana de todos modos.
"Veamos ... ¿Qué deberíamos hacer el chorrito y yo hoy?" se preguntó, bebiendo una pequeña cantidad de café en su taza. "Mmm ... Podría usar un nuevo compañero de juegos ... No siempre podré jugar con él y eso, así que sería bueno para él tener a alguien de su edad para hacerle compañía ..."
"Que mami?" Preguntó Naruto.
Anko se dio la vuelta cuando vio al niño frotándose los ojos con sueño. Ella todavía tenía la piel de gallina cuando él la llamaba así. La hizo sentir feliz de que su presencia fuera suficiente para hacerlo feliz. Ella se arrodilló a su nivel y le besó la frente.
"Solo estaba hablando conmigo mismo, chorro". dijo ella mientras pasaba su mano por su cabello. "Así que dormiste bien?"
"¡Sip!" Naruto respondió con una sonrisa. "Mami, ¡haces buena almohada!"
Anko casi se cayó cuando escuchó eso. Sintió una extraña presión sobre ella mientras estaba dormida la noche anterior, pero solo la sacudió como si estuviera recostada en una posición extraña. Ella no tenía idea de que fue Naruto quien rodó hacia ella y comenzó a usarla como almohada. Le rogó a Dios que no se convirtiera de repente en Kakashi o algo así.
"Heh ... De todas formas, chico, estaba pensando ... ¿Qué tal si vamos a visitar a algunos de mis amigos hoy?" Preguntó Anko. "Tienen una niña de tu edad; apuesto a que amaría a alguien como tú con quien jugar".
Ella notó que Naruto miró hacia el suelo y comenzó a mover su pie en un círculo alrededor del piso. Ella le puso la mano en el hombro y lo miró a los ojos. Una pequeña cantidad de miedo estaba en sus ojos.
"¿Qué pasa?" Preguntó Anko.
"Cuando estaba en mi antiguo hogar con muchos niños ..." comenzó. "Ninguno de ellos jugaría conmigo ... Me harían daño y esas cosas ... ¿Y si ella es de la misma manera?"
Anko tomó al niño en sus brazos y lo abrazó con fuerza. La miró a la cara y vio la sonrisa que siempre lo hacía sonreír. Él le devolvió el abrazo, pero ella notó que estaba un poco más apretado de lo normal.
"Naruto." Ella le dijo con una sonrisa. "Prometo que estas personas no te lastimarán. Son mis mejores amigos y ellos te amarán al igual que yo".
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"¿De Verdad?" preguntó.
"¡Créelo!" ella respondió.
Naruto se rió mientras le hacía cosquillas en el estómago un poco, y luego lo bajó para que pudiera prepararse. Ella suspiró mientras lo veía correr hacia la habitación, siguiéndolo de cerca. Después de ayudar a Naruto a prepararse, ella le permitió jugar en el cuarto del ring, mientras se limpiaba y vestía. Después de terminar, se dirigió a la sala de juegos no oficial de Naruto y saltó por la barandilla del balcón. Naruto saltó a sus brazos y la abrazó.
