CAPÍTULO IX

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Te mereces todas las estrellas
marianelacordero334

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Frederick Welseyer hijo de uno de los condes más importantes de todo el reino, su familia era una de las más grandes de la nación y el pueblo las respetaba mucho. De esa familia habían surgido grandes personalidades, entre ellas Endric Welseyer jefe de caballería del castillo, reconocido guerrero y luchador, aunque era una persona que todos conocían por su valor y valentía se caracterizaba por ser una de las personas más reservadas y solitarias de su familia. Dael sentía por el un gran respeto y él era una persona la cual admiraba ya que quería ser como el que defendía a la nación en las batallas.

Cada vez que conocía a nuevas personas, trataba de ver más allá de lo que sus ojos veían, Dael sabía que todas las personas ocultan algo y no quiere que nadie los descubra, eso fue lo que vio en Frederick Welseyer, pero lo que más llamó su atención fue la forma en la que él se dirigía a las personas que lo rodeaban, mientras unos jóvenes veían en las personas del servicio solo sus sirvientes, personas que nacieron para servir a la realeza, este joven podía ver en ellos potencial, podía ver que muchas de esas personas estaban destinadas a cosas mucho más importantes.

—Espero no incomodarla princesa, pero quería saber en qué podía ayudarla -Frederick quería hablar con Dael, así que cuando la vio caminando por los pasillos acompañadas de sus doncellas decidió dirigirse hacia ella- la he visto caminar y quería…

—No te preocupes joven Welseyer me encuentro con la mejor compañía –interrumpiendo al joven, señaló a Dorothy y ha Ámber sus doncellas- y en realidad no me apetece más compañía, espero no lo malinterprete, pero en este momento no deseo más compañía en especial la de cualquier hombre con infulas de gran señor.

La arrogancia en sus palabras le hizo gracia y Frederick empezó a reírse y simuló limpiarse una lágrima en su ojo; no había algo que impacientara a Dael en gran medida las bromas de mal gusto o que se burlaran de ella. En ese momento ella miraba de manera interrogante a su nuevo acompañante ya que no paraba de reírse de algo que aún no entendía.

—No sé qué es lo que te causa la mayor de las gracias, espero que no sea por mi causa ya que lo vería como una falta de respeto hacia mi persona.

Frederick paró de reírse y trató de portar en su cara la mayor seriedad posible para así poder dirigirse a su alteza real.

—Realmente pido disculpas si le he causado una gran incomodidad, no era mi intención si he llegado a insultarla, pero es su manera de expresarse lo que me ha causado algo de gracia ya que es la primera vez que escucho, como una princesa se expresa de esa manera de todos los jóvenes que nos encontramos aquí en su castillo para poder pedir su mano.

—Bueno sé que esa no es la manera de dirigirme hacia ustedes y todo lo que usted desee no me importa, yo no quería que ustedes se encontraran aquí, ahora solo podrán soportar mis desplantes, ustedes no llegaran a ser algo relevante en mi vida, lo único que quiero de alguna manera para no sonar del todo grosera, es que puedan pasar en el castillo una buena estadía.

Dael quería acabar con esa ridícula conversación de alguna manera no soportaba que personas desconocidas la interrogaran.

—Déjeme decirle princesa, lo que a mí más me importa en estos momentos es usted, sé que los jóvenes candidatos no serán de gran ayuda en su castillo, pero solo por estos días déjelos que se ilusionen , después encontrarán su camino de regreso a casa. Bueno ya que no quiere más compañía, mejor me marcharé, necesito practicar para poder llamar la atención de cierta joven un poco caprichosa y segura de sí misma que tengo que conquistar y sé que no será nada fácil, que tenga un buen resto de día princesa.

La Muerte de la Guerrera Blanca [Sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora