Diferentes [D#1]

Capítulo siete: La reina del drama

Una vez que he estacionado mi auto y he apago el motor, me quedo ahí dentro, con mis dedos temblando levemente sobre el volante, viendo a las personas reunirse en cualquier lugar, haciendo pequeños círculos, los veo reírse y conversar animadamente, al fondo, en la entrada del colegio, veo a Roxanna y Abby, con su grupo de amigos, por alguna razón me siento algo nerviosa, a pesar que el resto de la semana pasada no estuvieron molestándome, tengo un mal presentimiento con todo y ni siquiera sé porqué.

Me recuesto del asiento y subo mis pies para abrazar mis piernas a mi pecho, estoy algo estresada y ni siquiera he salido del auto.

Veo la camioneta de Jay estacionarse a mi lado por el rabillo del ojo, enseguida comienzo a suspirar un poco más aliviada, pongo ambas manos en mi ventana y miro la puerta abrirse, enseguida mi mejor amiga se baja y noto que está peleando con su hermano, a pesar de que no puedo escuchar lo que está diciéndole, bajo el vidrio lentamente y en mi vista periférica aparece un chico, un poco más alto que Cassidy, con sus mismos ojos y un cabello marrón, que en el sol parece rubio muy muy oscuro, él se acomoda el bolso y fulmina a su hermana con la mirada, luego me ve y sonríe.

— Hey Sky —me saluda con una voz algo gruesa—, ¿De quién te estás escondiendo?

— De la vida —respondo algo derrotada.

— ¿Ahora qué pasó? —Cassidy se recuesta de mi puerta, cruzándose de brazos y mirándome de mala gana.

— Max —la miro con cara de perrito, luego a su hermano, quien me ve algo confundido—, hoy tenemos que entregar el ensayo de literatura y él no aparece, se fue a esa estúpida fiesta el viernes, luego no pude contactarme con él en todo el fin de semana, llamé a su casa un par de veces, pero nada. Intente escribir algo pero soy un asco, voy a reprobar, nunca he reprobado... Moriré.

— Definitivamente tú eres la reina del drama —me dice Jay con una sonrisa burlona en su cara.

— Nadie pidió tu opinión —le dice Cassi en un tono cortante.

Jay solo cambia su peso al otro pie y se pasa una mano por el cabello, casi al mismo tiempo en que se lame los labios, desvía la mirada por un par de segundos y luego vuelve a ver a su hermana.

— Vete al infierno Cass —le dice en un tono un poco molesto, enseguida comienzo a ponerme algo incomoda, porque no quiero que se peleen en frente de mí, otra vez.

— Por si no lo sabias, vivo contigo. Eso es como estar en el infierno —le gruñe mi mejor amiga—, creo que incluso es peor.

— Por suerte para ti, me voy este año... 

Y dejando a Cassidy con la boca abierta, simplemente se va, yo apoyo mi quijada sobre mis rodillas mientras lo veo caminar por todo el estacionamiento, con su aire de chico sexy, y actitud que nada le importa, cuando camina veo que más de una voltea a verlo, pero él parece ni siquiera notarlo cuando entra al edificio.

Me agrada Jay, mucho. Es una persona divertida y me resulta demasiado fácil hablar con él, el problema es que está en último año y ahora está muy ocupado con las universidades y todo eso. Cassidy dice que es gay solo porque se centra demasiado en sus estudios, creo que por eso me cae bien, aunque en el colegio no lo vea mucho y casi no hablamos, y cuando voy a casa de Cassi, ellos casi siempre están peleándose.

— Sky —Cassidy me llama y salgo de mi trance, ella me ve algo confundida—, no hay nada malo en reprobar, aunque sea una vez.

— Claro, eso lo dices tú porque eres un cerebrito y ni siquiera tienes que estudiar, en cambio, yo que tengo que esforzarme para memorizar todo. Sí, es la gran cosa.