Salir adelante

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Capítulo 25

-¡MADRE!.- grito cuando llego a mi departamento.

El departamento se mantiene en silencio, pero se que está en casa porque su bolso de diseñador está en el perchero de la entrada.

-¡MADRE!.- vuelvo a gritar

Una chica con pinta de estilista baja de las escaleras. Con un maletín que al parecer es su equipo de trabajo.

-Joven, con permiso.- susurra la chica.

-Propio.- le respondo con tono de cortesía.- ¡MADRE!.- vuelvo a gritar.

-¡Hijo!, aquí arriba.- me responde mi madre y apenas y la puedo escuchar.

Subo sigilosamente por las escaleras, me siento como un cachorro apunto de salir de casa. Busco por mi habitación sin tener éxito, si pensé que estaría en mi habitación es porque realmente nuestra relación a mejorado. He revisado todas las habitaciones sin éxito y la única que me queda es la habitación de ella. La puerta está sobre abierta y toco para poder entrar.

-Pasa hijo.- susurra y apenas la puedo escuchar.

Levanto la vista muy lentamente, y veo sentada en el banco del tocador a una silueta parecida ala de mi madre. Trae los mismos vestidos elegantes con abrigos largos elegantes, zapatos elegantes, maquillaje elegante, todo elegante. Sólo que.... Su larga cabellera rubia ha desaparecido, ahora tiene el cabello muy corto. Me acerco y le tocó el hombro

-¿Madre?- pregunto y ella se da vuelta.

-Hijo, ¿Qué tal?.- dice peinándose con los dedos

-¿Que te paso?... Tu....- me interrumpe

-Hijo, las quimios van destrozar todo, prefiero irme acostumbrando, además puedo hacer algo con todo lo que me quitaron.- me dice , abriendo un cajón de su tocador y sacando una bolsa de platico con una larga cabellera rubia.- mira estoy es lo que me quitaron, puedo donarlo hijo a niñas o niños que ya no tengan cáncer.

-Madre si eso se puede hacer, tenemos que guardarla, para cuando te cures.- me interrumpe.

-Hijo, aún no se que va a pasar.- y ahora interrumpe a mi madre el sonido de mi teléfono. Contesto enfadado y ella se voltea al espejo para seguirse peinando con los dedos.

-¿Qué paso?.- le grito a la persona detrás de la la llamada.

-Hola soy. Chantal, ¿Si se va a hacer?

-¡CARAJO!, ahorita no puedo salir.- grito, y es la verdad yo más que nadie soy testigo de como mi madre amaba su cabello y ahora más que nunca debo de estar con ella. Cuelgo.

-¿Era Evangeline?.- me pregunta mi madre si dejar de verse su nuevo corte. Y a mi se tensa todo y empiezo a sudar.

-Ehmmm, no era otra amiga.- le digo confuso y guardando el teléfono en la parte de atrás del pantalón.

-Deberás hijo.- esta vez se voltea.- deberías de invita a esa amiga Evangeline, es muy buena chica, se portó muy bien contigo cuando estabas en el hospital y a mi me dio... Esperanza

-Estemmm, madre por favor.- replico.

-Hay Zaid por favor, no me divas que nos le has visto sus ojos.- se para del asiento y me mira inquisitivamente.

-Tal vez...- confieso y se ríe

-Bueno pues hijo, ven con tu amiga, ¿Cómo se llama?

-No la conoces.- le contesto acomodando mi pelo

-No te pregunte si la conozco, te pregunte como se llama.- me regaña con cariño.

-Chantal, se llama Chantal. Me quedare contigo madré

-No hijo ve a divertirte, te dije que me tratarás como si no estuviera muriendo.

-Madre, la última vez estuve apunto de morir, todo por mis impertinencias.

-Hijo, ha esta vida venimos a aprender, y espero que ayas aprendido y tomes tus límites, anda vete.- me saca casi arrastrando de su habitación.

-Tranquila no es necesario que me corras, yo me voy, tranquila.

-Vas pues hijo.- me acompaña hasta la salida del departamento.

Mi madre me arroja el casco de la moto y yo lo cacho en el aire, mi madre aveces puede ser tan divertida. Aún no me acostumbro a su nuevo corte pero aún así se ve hermosa.

Aceleró todo lo que da la moto y llego a la vampiresa, me estaciono y me dirijo a la entrada. Cuando entró veo en la barra al chico nuevo, ¿Cómo se llama?.... ¡Ah Steve!, ... Pero, ¿Con quién esta?

"La amiga fea"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora