Steve

5.4K 158 4
                                    

Capítulo 23

Mi madre me mira, me regala una media sonrisa para calmarme, pero se que por dentro esta muriendo más o igual de sufrimiento que yo. Realmente no se que decirle a mi madre, esto nunca, nunca me lo hubiera imaginado. Una extraña gota de agua resbala por mi mejilla, mi madre estira su brazo y me la seca con dulzura, me siento como cuando me consolaba cuando era pequeño.

-No llores pequeño.- me dice acomodando mi cabeza en su regazo y yo me aferro a su cintura.

No aguanto más este nuevo en mi garganta y me hecho a llorar inconsolablemente. Me río a mis adentros. Ja, quien me imaginara así.

-Pequeño, no llores.- me hace piojoto y tararea la canción que me cantaba cuando era niño y me encantaba tomar de su mano. Me sigue tarareando la canción y después habla.- Mi niño hermoso, vamos a salir de todo esto,como dices tu mala hierba nunca muere.

-Perdóname mamá.- le digo sollozando y con mis ojos hinchados y rojos.

-Mi niño ya te dije que no hay nada que perdonar. Te amo y eres lo mejor que me pudo haber pasado en mi vida. Luchare, por ti... Para seguirte fastidiando más.- suelta una risita y me besa la cien. - duerme mi niño hermoso, duerme...

-¡Oh madre!. Siempre supusiste verle el lado bueno a todo.- le digo secando las lágrimas que siguen rodando por mis mejillas.

Me relajo más en su regazo y me quedo profundamente dormido. Pensando tal vez en como sería un mundo sin mi madre.

Despierto con una gran jaqueca por mi inconsolable llanto de ayer por la noche, ¿Hace cuanto que no subo a los aros?....

-Zaid.- escucho que mi madre me habla desde la cocina.- Acércate mi amor que ya esta listo el desayuno.

Me acerco cautelosamente. No recuerdo la última vez que mi madre cocino para mi. Veo en un plato plano un desayuno muy hogareño. Es, ensalada con pollo, dos hot cakes, leche y un. Así fresco de jugo de naranja.

-No te hubieras molestado madre.- le digo sentando me en el banco de la barra para desayunar.

-Hijo, yo soy feliz haciendo todo esto.- se detiene, se pierde en sus pensamientos y después habla con tono seguro.- no quiero que por lo que te dije ayer me trates como si estuviera muriendo.

-No madre claro que no.- le digo cortando un hoy cake.- por cierto me gustaría ir al gimnasio del campus, hace mucho que no voy.

-¿Estas loco?, estuviste a punto de morir Zaid.- me dice mi madre limpiando unos bazos.- No irás, el doctor dijo dos semanas.- me dice con tono autoritario y yo sigo comiendo.

------ Dos semanas después.------

No puedo esperar más para poder ir al colegio, siento esas ansias y esa ilusión de cuando era pequeño. Como era de esperarse mi madre se vale cada vez más débil, pero yo no le digo nada porque no quiere que la traté como si se estuviera muriendo, he estado investigando y dice que se puede curar extrayendo en tumor del seno afectado siempre y cuando aún no esté muy avanzado. No se lo mucho o lo poco de la enfermedad de mi madre, casi no me dice nada y me limito a saber cuando son sus consultas.

Ayer por la noche Armando me trajo a mi quería Sally lista lista para usarse.

Tomó las llaves, abro la puerta veo a Sally afuera de mi departamento, majestuosa como siempre, me monto, la enciendo y aceleró a todo lo que puedo. ¡Wow!, realmente esto es genial, esto me hace sentir vivo de nuevo... Llego al estacionamiento y muchos chicos me miran. A lo lejos veo el Mercedes de Evangeline camino hacia donde esta y una mano me detiene del brazo y hace que me gire plantándome un sexy beso en los labios

-Por fin estas aquí.- me dice Chantal besando me.

-Si, eso creo.- la retiro y me limpió la boca.

-¿Qué te pasa?.- me grita histérica.

-Cálmate.- le susurro con cariño porque he visto esa mirada que tuvo cuando se cortó frente a mi.

-No me voy a calmar ¿Porqué eres así de mierda conmigo?.- me grita

-Cálmate, ven.- la estrecho entre mis brazos. Y es seguida siento como todo su cuerpo se relaja.- sabes tenemos que entrar a clases, he perdido muchas materias y no pudo perder una más... Ya sabes por los olímpicos.- le explico a Chantal, me besa en la comisura del labio y se encamina en dirección del quintó edificio.

¿En qué estaba?, a ya si, iba a ver a Evangeline. Me giro y el Mercedes se ha ido...¡Diablos!¿Nos habrá visto?. La busco por todas partes y no la encuentro, así que decido ir a mi primera hora de Literatura, lo bueno de esto es que al menos la veré en el salón de clases.

-Buenos días jóvenes.- dice el maestro cuando entra.- Señor Zaid espero que este mejor.- se dirige a mi y no se sí en una sonrisa fingida o de sinceridad.

-Gracias señor, ya mucho mejor.- balbuceo.

-Bien jóvenes, es un placer para mi presentarles al joven Steve Montecarlo.

Dice y enseguida aparece un chico con el cabello castaño, delgado, , pantalón a la cadera, una playera lisa roja con cuello V, sus ojos son de color café claro y lentes de contacto, que contrastan con su piel blanca, cabello un poco largo y alborotado , nada feo la verdad,se ve muy intelectual...... Y acompañado por ¡¿Evangeline?!. Mi corazón se detiene por un momento y mis ojos se abren como dos enormes platos.

"La amiga fea"حيث تعيش القصص. اكتشف الآن