Despertar.

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Capítulo 45

Estoy desesperada no he recibido ninguna llamada ni mensaje de Zaid. Odio eso, odio que no me llame, me siento desplazada.
Saco el teléfono de mi bolso y busco el número de Zaid, suena unas veces y después contesta.

-¡quien carajos te crees para no hablarme!.- le grito con toda mi rabia e ira contenida.
-Te calmas por favor.- su tono es firme.- estoy en el hospital, no jodas que estoy ocupado te llamo después.

Me cuelga, vuelvo a llamar pero apago su teléfono. Hago unas rabietas y aviento el teléfono a la cama. Después de un tiempo suena y corro pensando que es Zaid, pero no, es el idiota de Charlie.

-Guapa.- me dice en tono sarcástico.-estoy a dos cuadras de tu casa. Sal que vamos a ir a dar una vuelta. ¡Ahora!.
-¿Y si digo que no?.- escucho una carcajada.
-Sabes muy bien que tu no puedes decir que no. Mas te vale que no me hagas esperar porque tu madre me cae como un golpe en las bolas.

Cuelgo. Me acomodo el pelo, me pongo un labial color ciruela y me pongo mas capas de rímel. Bajo las escaleras y en la sala esta sentada mi madre sacando grandes aros de humo, quiero pasar desapercibida pero se que es imposible.

-No se te olvide tu asuntito con Zaid,que como ya te dije los lujos no se pagan solos. O, puedes seguir con ese atractivo chico de afuera.

No le hago caso a las palabras de mi madre y salgo de mi casa. En la acera hay una cuatrimoto y montado en ella esta la perfecta escultura de Charlie fumando un cigarrillo con las manos metidas dentro de la trucker de mezclilla. Me acerco a el,  me toma bruscamente por la cintura y me planta un beso brusco en los labios. Me subo a la cuatrimoto, abrazo a Charlie por la cintura y me recargo en su espalda.

-Llévame a donde quieras llevarme.-presiento que sonríe .
-Tu lo has pedido.

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Sigo sentado en la sala de espera, solo he llamado a mi madre para decirle que estoy en el hospital. Me llevo las manos a la cara y apoyo  los codos en mis rodillas, sigo sintiéndome miserable por dejar ir a una chica como Evangeline solo por proteger a Chantal de ella misma. Tengo que pensar en muchas cosas mas importantes. Los Juegos Olímpicos por ejemplo, hace semanas que no practico mi rutina, y veo la medalla de oro alejarse de mis manos.
Saco de la bolsa de atrás de mis jeans mis audífonos, los conecto a mi teléfono y le pongo play aleatoriamente. Empieza a sonar "I want to break free" de Queen la voz de Freddie Mercuri se escucha y yo trato de seguir  el ritmo golpeando mi pie contra el piso, entonces levanto la mirada y veo a una señora muy elegante caminar por el pasillo. La mamá de Evangeline. Me quito los audífonos y me los cuelgo al rededor del cuello, me levanto del sillón y camino con paso lento hacia ella.

-Disculpe.- el tono de mi voz es suave y estrechó la mano.-Zaid
-¿Si?.- la señora me responde  confundida mientras se acomoda el bolso en su hombro.
-Soy amigo de Evangeline y de Steve, me gustaría saber como esta el, y ella claro.

La señora me mira con cara de asombro, será que no cree que un tipo con mi finta sea amigo de los dos, pero yo que para nada soy amigo de Steve y por supuesto que yo tampoco estoy en su lista de amistades. La madre de Evangeline reacciona, se acomoda su cabellera con su mano derecha y se la lleva al rostro.

-Si le contara.- resopla y se acerca a un sillón para tomar asiento,- El esta muy mal, no ha despertado. ¡Ay!, y mi pobre Evangeline, no ha querido despegarse de él, temo lo su salud física  y psicológica, se nota que lo quiere tanto.

Sus palabras atraviesan como acuchilladas en mi pecho y dejo de respirar por algunas milésimas de segundo, ella esta con el esperando a que despierte, como lo estuvo conmigo, solo que conmigo lo hizo por compromiso. Mi mente se traslada a aquel día en el que ella me beso cuando aún no reaccionaba. Y caigo en la cuenta, que Evangeline es de esas chicas que quiere proteger a todo el mundo que no quiere ser protegido. Estoy jodido, sumamente jodido, me deje envolver por un sentimiento de humo. Creí que el malo era yo por no saber valorarla y ser valiente cuando aún la tenía , pero no, es ella, ella es la mala, en cuanto vea a otro ahogado que no pide ser salvado ira y lo rescatara y después se alejara de él. Trágate esta Steve, ella no quiere a ninguno de los dos. Lo hace por pura compasión. De echo estoy  empezando a creer que las personas rotas como Chantal y como yo somos tal vez las menos falsas.

-Gracias por atenderme señora.- digo mientras tomo mi chaqueta que esta en la mesa de centro
-No hay de que hijo.- me dice y me da palmaditas en el hombro.

Camino hacia uno de los ascensores todo destrozado y con la cabeza gacha. Es una perra, una perra sin sentimientos. No es capas de sentir nada, se cree tanto por todo lo que sabe, por todos esos libros que ha aprendido de memoria, piensa que la vida tiene una lista de instrucciones, peor aún piensa que el amor es como en esas jodidas historias rosas. El amor se vive, se disfruta y se muere por el, es dar el ultimo aliento, el último suspiro, es entregarse completo, sin complejos y sin ataduras. Pero yo que voy a saber de amor. No hay persona mas rota que la que se enamora, por que ha perdido su conciencia.  

-------------Evangeline--------

No puedo lucir más fatal de lo que ya luzco. Activo el sensor que hace que el agua caiga del grifo de la llave del baño y me lavo la cara, a mi lado izquierdo hay un suspensorio de toallas, tomo algunas y me seco. Me vuelvo a amarrar el cabello y me abrazo para sentir un poco de calor, salgo con paso lento en dirección al cuarto de Steve en terapia intensiva, cuando ente al baño no vi a Zaid por ningún lado, no es algo que me importe en estos momentos.
Llego al lado de Steve y tomo su mano y la beso tiernamente, me recargo en ella y siento que mis ojos pesan.
Estoy en una habitación iluminada con grandes faroles bancos, busco por todas partes esperando encontrar a alguien. Veo un sombra y me aproximo a ella y cuando estoy cerca desaparece y aparece al otro lado de la habitación hago lo mismo y sucede igual, deposites se empieza a multiplicar cada vez más rápido y aparecen letras unas grandes y unas pequeñas acompañadas con voces agudas y otras graves, me llego las manos a la cabeza porque siento una jaqueca horrible, mi respiración se acelera cada vez mas y de repente abro los ojos.
Mi mirada se topa con otra mirada pasiva pero desconcertada, ahí están esos dos enormes y hermosos  ojos cafés claro. Me paro de golpe siento una felicidad enorme. Despertó realmente despertó y esta bien.

-Hola.- tartamudeo por que no se que decir.- ¿Estas bien?.
-¿Quién eres?.- me pregunta y la sangre se me congela. No se que decir.
-Yo.. Yo soy, Evangeline, ¿te acuerdas de mi?.

Hay un momento de silencio incomodo y después habla, el tiempo se me hizo eterno pero reprimí todas mis lagrimas.

-Mi Evangeline, mi amada Evangeline. Claro que te recuerdo es imposible olvidar a un hermoso ángel como tu. Estaba bromeando linda.- suelto la respiración de inmediato ya lo extrañaba.
-Ni moribundo dejas de hacerme bromas de mal gusto. Estas en el hospital, la pela...-suelto una lagrima pero lo miro y veo que esta sonriendo.
-Nena, estoy bien, verte aquí me hizo sentir mejor, te quiero para siempre y por siempre. No me iba a ir de este mundo por una pelea. Solo que me duele un poco la cabeza y siento que caí del último piso de un rascacielos infinito.
-¡Oh steve!.- sollozo y me lanzo a su pecho.-Creí que jamás regresarías a mi, y estoy muy feliz de que estés de vuelta , ya nunca vuelvas a ponerte en peligro así por favor.
-Comprende que yo por ti lo haría todas las veces que fueran necesarias.-me dice mientras acaricia mi pelo.

Me incorporo y me seco las lagrimas, le acerco un vaso de agua y lo bebe de un solo trago.

-Dormiste como tres días y tu padre dijo que vendría pero no ha llegado.
-No vendrá, estoy casi seguro que no lo hará. Siempre ha estado muy ocupado.-me toma de la mano y suspira,-abrázame, lo necesito, me tranquilizas.

Me subo cuidadosamente a la cama y rodeo con mi brazo a l cuello de Steve, reclinó la cabeza y choca con la suya. También el me tranquiliza.

"La amiga fea"Where stories live. Discover now