Percabeth One Shots

Ojos Grises

Segunda parte de «Esperar no fue tan malo»

Narra Percy

¡Papá!

La puerta de mi casa fue abierta mientras Charlie entraba corriendo seguido de Becca.

-Hola campeón - le dije a mi hijo mientras lo abrazaba - ¿qué tal tu día?

-Muy bien papá, hoy conocí a una mujer muy bonita, se llama Annie.

-¿Ah, sí? ¿Dónde la viste?

-Afuera de la escuela, estuvo conmigo mientras esperaba a que fueras a recogerme.

-Perdón Charlie, tuve que quedarme más tiempo en el trabajo.

-No hay problema pa, iré a cambiarme.

Charlie se dirigió a su habitación, me dirigí a Becca.

-Gracias de nuevo por traerlo.

-No es nada Percy, sabes que lo hago con gusto. Adoro a Charlie casi como si fuera mi hijo.

Y ahí está otra vez, Becca había estado coqueteando conmigo desde que se mudó a lado, al principio no le había hecho mucha gracia que yo fuera padre soltero pero poco a poco lo aceptó. Se volvió una gran amiga y me ayuda cuando yo tengo problemas en el trabajo. Me ha ofrecido tener una relación con ella pero no puedo hacerlo. Además, no me siento atraído hacia ella, es muy bonita por supuesto pero...

-Bien, fue una larga tarde. Nos vemos Becca - me despido de ella dirigiéndola sutilmente a la puerta.

-Adiós Percy - se acerca a darme un beso en la mejilla y se dirige a su casa.

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Charlie y yo estamos sentados en el comedor mientras terminamos nuestra cena.

-Cuentame más sobre tu nueva amiga. - le pido.

- Oh papá, es la mujer más hermosa que he visto. Su pelo es rubio y parece de princesa. Su sonrisa es como la de un ángel.

-Parece que Eros te flechó, ¿le conquistaste galán?

-Le pedí que fuera mi novia, pero dijo que ya tenía novio y que además es demasiado grande para mi.

-¿Es una anciana? - digo bromeando.

-No papá, yo creo que es de tu edad. ¿Y sabes que es lo mejor? ¡Sus ojos!

-¿No tiene ojos?

-¡No, papá! - dice riendo - Tiene los ojos más bellos que he visto, ¡son grises! Parecía que hubiese una tormenta en ellos.

Por un momento me viene a la cabeza el recuerdo de...

Pelo rubio que parece de princesa

Sonrisa de ángel.

Ojos grises como una tormenta.

Imposible, estoy viendo cosas donde no las hay. Ella se fue y ahora sólo es un recuerdo que quedó enterrado.

-Que bien, hijo. Deberías ir a la cama. Mañana te espera otro día de escuela.

-Descansa papá.

-Tu igual descansa Charlie.

Charlie...

Recordarla a ella me hizo recordarlo a él, el chico por el cual mi hijo se llama Charles.
Después de que mi mejor amigo Grover se cambiara de escuela en aquellos años de preparatoria fue Charles quien se quedó conmigo; Beckendorf, como lo llamaban todos. Fue mi consejero en todos los sentidos posibles, estuvo a mi lado en los momentos en que más necesitaba de alguien. Hasta que murió, poco antes de entrar a la universidad, todos quedamos destrozados. Es por eso que ahora mi hijo lleva el nombre de quien fue uno de mis mejores amigos, para honrar su memoria.
Aún me hacen falta sus consejos, desearía demasiado que él estuviera aquí.

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Me levanto temprano para ir a trabajar, primero paso a dejar a Charlie a la parada para que tome el autobús escolar, después me subo al transporte que me deja cerca de la empresa.

No me emociona mi empleo, de joven nunca me imaginé que terminaría ordenando papeles y contestando llamadas. Siempre me vi triunfando en el mundo de la natación, creí que llegaría a participar en las olimpiadas, todos lo creían. Pero todo se puso mal y Charlie llegó al mundo, no me arrepiento para nada sobre él, quisiera poder darle lo mejor pero hago lo que puedo. Todo por mi hijo.

Cuando llego a mi escritorio veo que hay un alboroto, seguramente es otra de las enamoradas del jefe que vino a hacerle un drama por no haberla llamado. Ya estoy acostumbrado a que sucedan cosas así. Incluso en ocasiones tengo que calmar a aquellas pobres mujeres y evitar que causen destrozos en el edificio, me he llevado unos buenos golpes.

Pero esta vez parece que es algo mayor, alcanzo a ver a dos mujeres y al jefe, seguramente se le juntó el ganado, ¡vaya tipo!, ahora tendré que encargarme de dos mujeres con el corazón roto, genial.

Es entonces cuando observo con más detenimiento, una chica es morena y va vestida con un vestido casual, parece querer reírse; la otra lleva un vestido y un saco, como toda una empresaria aunque eso no evita que se vea muy bien, tiene el pelo rubio amarrado en una coleta y está gritándole al jefe, se ve tensa, es entonces cuando voltea a mi dirección y veo sus ojos, esos ojos que nunca podré olvidar. Y ella me ve, me reconoce, lo sé por su mirada llena de algo que no logro decifar.

Annabeth...

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Wow, sinceramente no creí volver a esta cuenta pero aquí estoy de nuevo.

No sé si alguien aún esté por aquí y si lean esto pero quiero decirles que les agradezco mucho el apoyo que le han dado a la historia a pesar de mi ausencia.

Haré lo posible para no volver a desaparecer.

Muchos, muchos besos azules.