Capítulo 35: Lo que yo quiero

5.7K 630 155
                                    

Dylan

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Dylan

—Eres un tonto. —Me dijo Zac cuando terminé de contarle lo que había pasado hace ya dos días. Nos encontrábamos sentados en una de las bancas del patio frente a cafetería; la nevada había parado pero aún así el clima seguía muy frío, lo suficiente como para necesitar abrigarse.

»—Es la primera chica que te gusta desde hace mucho tiempo, tienes la fortuna de que a ella también le gustas, ¿y la dejas?

Suspiré tomando mi cabeza entre las manos y soltando un gruñido de frustración mientras me tomaba del cabello.

—No puedo entrar en una relación ahora. Necesito aplicarme en los estudios y los entrenamientos para no perder mi beca, además de ir a trabajar con mi papá para ayudar a pagar aunque sea una mínima parte de mi graduación o cualquier cosa que haga falta en la casa. No soy estable, debo estar al pendiente de mi madre, de mi hermana... no me queda tiempo para alguien más, aunque ella me guste tanto no quiero atarla a mi rutina.

Zac apretó los labios y me dio una palmada en el hombro suspirando.

—No te diré que entiendo lo que pasas porque no es así. Pero te aseguro que tus padres no estarían de acuerdo en que dejaras de lado ciertas cosas por ellos, simplemente la señora Gia, cada que voy a verla me pregunta por ti, porque sabe que si algo te pasa no se lo contarás para no preocuparla. Ella es la primera que siempre te dice cuándo le presentarás a alguien.

—Mi familia es lo más importante para mí, Zac. —Lo interrumpí—. Y ellos me necesitan.

—Lo sé. —Asintió tomando mi hombro—. ¿Pero qué te hace pensar que Lucy será una distracción en vez de un beneficio?

—Una relación requiere tiempo —le fruncí el ceño pues no creía que entendiera mi punto—. Tiempo que no tengo; ella merece a alguien que pueda llevarla a cenar, al cine, que pueda comprarle muchas flores sin importar el dinero que se invierta, no necesita estar sometida a un ritmo inestable.

—¿Y por qué no dejas que Lucy decida eso?

Hice una mueca y dejé de mirarlo directamente al no poder responderle. En el momento en que mi mirada pasó por el edificio, observé a Lucy caminar con su ligero andar hacia donde me encontraba; su cabello se movía con cada paso que daba e incluso podía observar las pecas en su nariz a la distancia. Llevaba sus libros pegados al pecho, con sus manos aferradas a ellos y sus labios hacían un tierno mohín que me hizo sonreír inconscientemente.

—Podrías estar más cerca, si tan solo hablaras de esto con ella —dijo Zac sacándome de la ensoñación.

Chasqueé la lengua antes de darle una mordida a mi emparedado. Toda mi vida había ahorrado para algún día irme a vivir solo, mi padre no dejaba que tocara ese dinero aún cuando a veces se las veía difícil para terminar el mes. Decía que ese era mi seguro de que algún día me independizaría, tendría una novia... y si todo resultaba bien, formaríamos una familia; ese dinero era para ello y no quería que lo tomara para nada más. ¿Cómo conseguiría una novia si la única chica que me ha interesado en estos años la estoy alejando?

Besos y sueños ©Where stories live. Discover now