-¿P-por casualidad...no habrás visto un bañador sin dueño?- Pregunto sin apenas esperanzas.

-Aa, ¿te refieres a ese?- Señala a una pequeña silueta en lo hondo de la piscina.- Lo vi mientras buceaba pero no lo cogí porque no era higiénico, como mi mamá dice.- Sonreí al por lo menos ver mi bañador.

- Buen consejo, pero...¿te importaría alcanzárnoslo? No contiene ningún virus mortal.- Pronuncio esperanzado.

-Estoy cansado de bucear, ¿por qué no va él?- Señala a Jimin quien me cubre de las miradas.

-No me gusta bucear.

-Le duele la pierna.

Mierda.

-¿Eh? Bueno, iré, pero, ¿qué me dais a cambio?.- Resoplo de mala gana por la actitud del niño, odio a los niños, soy más de perros y gatos. Parece que esto va a ser complicado.

-Venga ya, que no es tan difícil.-Digo.

-Un helado.-Dice ahora Jimin.

- ¡Sí! Iré, iré.- Asiente el niño convencido. Jimin lo resuelve en un segundo, y juro que se lo agradecería de no ser porque el helado saldrá de mi cartera.

Definitivamente, odio los parques acuáticos.

...

Después de tanto ajetreo consigo volver a respirar con el bañador ya puesto y el helado prometido entregado, jamás había sentido tal alivio. En este momento nos encontramos sentados en una zona de césped con una gran toalla situada a unos metros de los puestos de comida, el olor de la comida rápida se colaba en mis fosas nasales como un intenso perfume, hoy fue un día agotador y no me pondría exquisito con la comida. Y hablando de hambre, a Jimin le rugió el estómago nada más ver pasar por delante a unos mellizos compartir un gran perrito caliente.

-Y bien, ¿dónde quiere comer mi pequeño consentido?- Le pregunto a Jimin secando su cabello con delicadeza proporcionando suaves masajes en su cabeza al igual que él hizo conmigo minutos atrás para disculparse por haberme hecho subir a aquel trampolín que no podré olvidar en mucho tiempo.

Él se gira dispuesto a responderme, pero antes de eso, mientras piensa, me mira dejándome ver una de sus más adorables caras, el pelo revuelto le da un toque divertido y tierno que me hacen querer besarlo sin aviso, y eso hago, lo agarro de sus irresistibles mejillas y mis labios caen hipnotizados sobre los suyos. Por desgracia, el beso no dura mucho al estar en un lugar público.

-Eso fue peligroso...-Dice Jimin mirando a la gente de al rededor.

-No Jimin, fue hermoso.-Acaricio por encima una de sus manos que reposa en sus pierna al estar sentado como los indios.

-P-pero mira a esos niños, nos miran mal.-A lo lejos, unos hermanos sentados en el regazo de sus padres en un banco nos miran extrañados.

-Pequeño, ellos nos miran mal por el simple hecho de que dos hombres se han besado y su familia no les enseñó que hemos cambiado de siglo.-Tras decir eso miro a los dos hermanos con una sonrisilla, como si les retara a algo, y parece que lo notan porque nada más verme comienzan a llamar a sus padres y a señalarnos.

Nada más la madre y el padre nos avistan, enlazo fuertemente la mano de Jimin con la mía y las levanto sonriente. La madre se altera y se levanta del banco con uno de sus hijos encima, el padre, confuso, la sigue con su otro hijo de la mano que no deja de mirarnos maravillado pero que finalmente aumenta el paso para alinearse con sus padres de nuevo que van a saber donde. Ni yo sé qué demonios acaba de pasar, pero amé hacer esto.

Jimin y yo conectamos miradas divertidas, a veces no necesitamos palabras para expresarnos.

-Ya sé donde quiero comer.- Y otras veces sí. -Me apetece comida chatarra, aunque estando en un parque de diversiones es probable que no encontremos nada más.- Se encoge de hombros sin borrar su sonrisa.

Mi Sexy Profesor || YoonMin +18 !Where stories live. Discover now