"I love you"

281 32 63
                                    

Siguió empacando. Aún con lágrimas en los ojos, siguió haciendo lo que hacía. Por nada del universo se iba a detener, no ahora. Ya había estado atascado desde hacía mucho tiempo, no soportaría otra vez.

«— Brendon. — Recordó la extraña voz con la que su compañero de apartamento le había llamado ese día. — ¿Tienes un momento para hablar?».

Tiró las camisas desordenadamente en la maleta. Al ver el desastre que causó, sólo sintió más rabia. Tomó la maleta y la lanzó contra el suelo, dejando caer todo lo que había estado guardando sin orden o cuidado alguno.

«— Siempre estás corriendo de un lado a otro apresurado como si todo en algún momento fuera a desvanecerse para ti. Hoy necesito que olvides eso, que trates de ser paciente y te sientes para escucharme.

— ¿Qué sucede, Dallon? — Le había preguntado curioso. Su intriga creció cuando vio al más alto bajando la mirada y permitiendo a sus mejillas teñirse de un raro rojo».

¿Por qué?, se preguntó mentalmente al mismo tiempo que trataba de ignorar con fuerza el nudo de su garganta.

«— Bren... — Había sido extraño. Dallon no era el tipo de persona que se sonrojaba por cualquier cosa. — Sabes que te quiero y te estimo mucho...».

Negó con la cabeza. No quería recordar eso de nuevo.

Se arrodilló junto a la maleta y decidió recoger su propio desastre. Mientras doblaba las camisas encontró una pieza que lo hizo soltar más lágrimas. La chaqueta del chico de ojos azules. Esa chaqueta contenía mucha historia, ahora que lo pensaba.

«— ... te estimo mucho como a un amigo. Hemos vivido en este lugar por años, llenándolo con recuerdos y anécdotas de las cuales sólo nosotros tenemos la clave. Esas son mis favoritas, las confidenciales, las que sólo nos tienen a ambos como testigos. No es necesaria la aprobación de nadie más para decir que fueron reales.

Brendon había reído un poco confundido.

— ¿De qué estás hablando, tonto?».

No hubiera hecho esa pregunta, se dijo a sí mismo. Estaba en el suelo todavía, sólo que ahora se estaba inclinando sobre la maleta y comenzaba a apoyar su cabeza en ésta. Le dolía mucho pensar en todo eso mientras estaba solo, pero era mejor eso a que estuviese el castaño ahí. Debía aprovechar que no estaba en casa para hacer esto fácilmente.

Continuó empacando y llorando a la vez.

«— No es por ser sentimental o algo así, pero quiero hablar sobre esto, Brendon. Quiero hablarlo contigo. Si se lo digo a alguien más no tendría sentido. Si se lo digo a alguien más, estaría diciendo una mentira.

Urie sonrió de lado, ceja arqueada, y se acercó al opuesto para mirar mejor sus ojos. Aquella mirada que posó Dallon sobre él jamás la olvidaría; era la mirada de la que había estado escapando y la que tanto temía. Con sólo ver esos ojos supo a dónde se dirigía todo y dejó de sonreír.

Se había sentido atrapado, sin oxígeno.

— Dallon, espero que estés bromeando...

— Con esto no bromearía, Bren.»

La maleta estaba lista por fin. Ya podía irse.

«— No, Dall.

— Brendon, estoy enamorado de ti.

— No...

— Te amo. Lo hago de verdad

Cerró la puerta cuando salió y dejó la llave en la maceta de al lado, enterrada a manera que no se notara que era un escondite. Otro más de "sus secretos". Se golpeó mentalmente al recordar eso. Iba a ser muy difícil obedecer a esa voz que le decía que debía olvidar todo eso porque «todo eso» era demasiado, sería como borrar cinco años de su vida. Y no sólo eso, sino que serían los mejores cinco años de su vida, olvidados y estropeados ahora por un maldito «Te amo».

MY4AM •• Brallon OSWhere stories live. Discover now