Desastrosa perfección (AD #1)

06: Tutorías conflictivas

22 de octubre, 2018.

Los lunes definitivamente no son mis días favoritos de la semana.

Los aborrezco desde lo más profundo de mi alma y eso se debe a varias cosas: A) Debo levantarme temprano luego de haberme acostado condenadamente tarde la noche anterior, B) Mi primera clase es matemática y C) Comparto esta última y asquerosa asignatura con Selina Foster, la chica que disfruta hacer de mi vida un infierno.

Así que sí, tengo buenas razones para no ser fanática de los lunes. Pero este está resultando muchísimo peor. Comenzó con algo tan simple como apagar la alarma para dormir cinco minutos más y termina conmigo llegando tarde a la escuela, y con el profesor Gómez no dejándome entrar a su clase. Pero eso tan solo es la punta del iceberg, porque la verdadera razón por la cual odio este lunes en especial se debe a que Arthur Anderson debe darme mi primer tutoría de química.

E interiormente reafirmo que este está siendo un mal día en cuanto la fría mirada de Selina se choca contra mí. Estuve esquivándola y evitándola como toda una campeona desde que me vio en la cafetería con Jake, Arthur y Tyler, pero soy más que consiente de que eso no va a funcionarme por mucho tiempo. Intento moverme pero se siente como si mis pies se encontraran clavados al suelo. Me mantengo congelada en mi lugar a medida que la observo avanzar hacia mí, y cuando tan solo unos centímetros nos separan, mi corazón late tan fuerte que temo que ella pueda llegar a oírlo.

—Quiero una explicación para por qué estabas ayer con mi novio en la cafetería. —Es lo único que dice.

—Yo... —Me encojo frente a ella. ¿Por qué siempre me molesta a mí? La he visto tratar de forma cruel a otras chicas, cierto, pero yo parezco tener un blanco en mi espalda cuando se trata de ella.

— ¿Puedes creer que, por tu culpa, ahora todo el mundo cree que Arthur está interesado en alguien más?

Mi boca se seca.

— ¿En... mí?

—No, Quasimodo, en tu amiga Leslie.

Asiento con la cabeza, descolocada por un par de segundos.

—Yo...Naomi...

—No me interesa —interrumpe—. Nada más no vuelvas a acercarte a él. A ninguno de ellos.

Muerdo el interior de mejilla con fuerza, y una palabra resuena en la parte de atrás de mi cabeza.

«No».

No. ¿Por qué tengo que bajar la cabeza y aceptar toda su humillación? ¿Por qué no puedo simplemente abrir la boca y decirle a Leslie lo que está ocurriendo? Sí, ella quiere ser porrista y sé que si se mete en un lío con Selina, la capitana, no es muy probable que lo logre, ¿Pero eso significaba que debo dejarme pisotear por ella?

Me agrada Naomi y almorzar con ella fue genial, incluso si tuve que soportar a su hermano, porque tuve la oportunidad de observar a Jake Lancaster de cerca.

—No.

El rostro de la rubia se transforma por completo, me observa con clara molestia e incluso creo que enrojece. Y no de vergüenza. Doy un paso hacia atrás, con mi pecho latiendo con fuerza y sintiéndome amenazada, pero ella da uno hacia adelante. Sus labios se abren y sé que está a punto de decir algo hiriente, pero las zapatillas de mi salvación resuenan a unos pocos metros de distancia.

Dando un respingo, me giro hacia Lee quien se encuentra trotando hacia nosotras.

— ¡Brooke! ¡Sel! —Saluda animada—. ¿Qué tal?