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Kihyun miraba el techo muy reflexivo. Se había quedado solo y ya llevaba horas así.
No le desagradaba del todo, en realidad no quería ver a Hyunwoo ni a Susan en estos momentos. Seguía dudoso, asustado y sobre todo, totalmente solo.
Su estómago gruñía fuertemente, pero ya había ido incontables veces al pequeño refrigerador de la cabaña esperanzado de que mágicamente apareciera algo para comer.
Sus pies le dolían, los tropezones de la mañana en realidad lo habían lastimado bastante. Con trabajo no se fracturó un dedo.
Estaba aburrido, al grado de hacer sus rabietas de siempre. 
Pataleaba (aunque a decir verdad se detenía a los segundos debido al dolor en sus dedos) y arrojaba las almohadas del sofá por lo largo y ancho de la cabaña.
Comenzaba a añorar los regaños de Joe cuando hacía esas rabietas de aburrimiento, así como su comida y bromas muy subidas de tono.
También comenzó a extrañar los desayunos en 'familia' con Lucio y los demás.
Realmente se sentía abrumado, solo y totalmente desgraciado.
Comenzaba a anochecer y nadie aparecía aún. Comenzó a creer que habían huido en el auto de Hyunwoo y que lo habían abandonado.
El teléfono de la cabaña sonó. Kihyun lo tomó algo asustado, pensando que escucharía una voz desconocida y aterradora del otro lado, pero solo era Susan.

—Kihyun... — Habló algo suave.

—¿Ahora qué?— Respondió el otro abruptamente.

—¿Tienes hambre? ¿Quieres que te pida algo? El señor Son y yo aún tardaremos un poco—

—Me da igual—

—No seas así Kihyun, ya intenté hablar contigo sobre esto—

—Me sigue dando igual— Hubo un silencio por parte de Susan, seguido de un suspiro.

—Pediré que te lleven algo para comer. Por favor espera un poco más— Susan suspiró rendida una última vez y colgó el teléfono.

Kihyun lució desinteresado. Sin embargo, una sonrisa se asomó por sus labios al darse cuenta que al fin comería algo.
Habrán pasado a lo mucho unos 15 minutos cuando alguien tocó la puerta. Kihyun la abrió con incertidumbre para asomar la cabeza.
Un hombre joven con traje que sostenía una charola lo esperaba afuera. Su comida había llegado.
Kihyun abrió la puerta en su totalidad y con los ojos brillándole tomó la comida. El hombre le hizo una reverencia y se alejó entre la maleza.
El hambriento chico cerró la puerta con su pie y caminó con sumo cuidado hasta la mesa.

Abrió casi desesperado el plato. En este se encontraba lo que parecía una hamburguesa de cerdo con salsa bbq. Sin pensarlo, le dio un gran bocado, y al comenzar a masticar se dio cuenta de algo extraño.

—¡Esto no es cerdo!— Refunfuñó mientras separaba la tapa de pan de hamburguesa para examinar lo que sea que sea eso.

Levantó con su dedo un trozo desmenuzado de algo que sin lugar a dudas parecía cerdo a la bbq, pero al partirlo por la mitad se dio cuenta que era un poco más chicloso y de apariencia blanquecina.
Kihyun tomó el teléfono de la cabaña y llamó a recepción informando su caso.

—Disculpe, es que debido a que el señor Coriander es vegano, toda la comida que servimos aquí es vegana. Lo que tiene ahí es portobello cocinado con barbecue— Le contestó la señorita en recepción.

Kihyun se sintió algo estupido, ya sabía que el señor Coriander era vegano y no se le ocurrió por un Segundo que la comida sería igual.
Colgó preguntándose si debería seguir comiendo. Miró el plato y se dio cuenta que aún había otro plato pequeño adentro de la bandeja donde le trajeron la comida.
Al tomarlo se encontró con papas fritas, acompañadas de al menos 4 aderezos.
El estómago de Kihyun gruñía a cántaros, así que comenzó a alimentarse de papas fritas.

The Diamond River 💮 Showki.Where stories live. Discover now