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Cuando el sol cayó, la brisa fría y fresca revoloteó hasta la última hoja de árbol que se encontraba a la deriva.
Los sonidos tan típicos de los animales se abrían lugar estrepitosamente entre los oídos de los huéspedes de las cabañas.
En la suite, en la habitación más grande que Kihyun pudo encontrar, Hyunwoo se tomaba una ducha.
Kihyun se había duchado hace horas, y de alguna manera estaba muriendo de nervios.
Se encontraba sentado en la esquina de la cama, de la cual encima de esta había una gran manta de una tela muy afelpada y muchas almohadas cubiertas de una funda de seda.
Las piernas del pequeño estaban temblando, y mientras tanto, estrujaba la tela de su pantalón de pijama con su mano.
Un sudor frío recorría su espalda, pensaba en soluciones sensatas para evitar tener que dormir con Hyunwoo, pero ninguna era lo suficientemente factible.

—¿Y si simplemente me meto a la cama y finjo estar dormido?— Se preguntó en un susurro mientras metía su uña entre sus dientes. —Podría funcionar—

En eso, escuchó como Hyunwoo cerró la regadera, no tardaría en salir.
Con la adrenalina al límite y las piernas aún temblándole, Kihyun se arrastró hacia la cabecera de la cama y destendió con velocidad las cobijas, se adentró en ellas y se cubrió hasta la nariz.
Escuchó la puerta del baño abrirse, así que cerró los ojos y esperó que su plan funcionara.
Entre abrió uno de sus ojos, y se dio cuenta que Hyunwoo tuvo el descaro de salir del baño desnudo, solo con una toalla cubriendo su parte baja del dorso.
Su piel morena escurría grandes gotas de agua y exhumaba un vapor tibio, además de un olor a vainilla y cardamomo, seguramente del jabón con el que se duchó.
Kihyun volvió a cerrar los ojos cuando Hyunwoo comenzó a retirar la toalla. La escuchó caer al suelo, y luego sintió como Hyunwoo se sentó en la cama para colocarse unos calzoncillos. Una vez que los tuvo puestos, ya no hizo más ruido.

-"Oh Dios mío, ¿piensa dormirse en ropa interior?"- Se cuestionó el pequeño dentro de las mantas.

—¿Crees que soy idiota? Sé que estás despierto— Hyunwoo Interrumpió los pensamientos de Kihyun, y la sorpresa fue tal, que no pudo evitar retorcerse de la vergüenza. —Si quieres ver no me molestaré— Hyunwoo se acercó a Kihyun por arriba de las cobijas, rodeándolo con sus fuertes brazos, impidiendo que Kihyun pudiera moverse dentro de estas.

—Aléjate— Habló sofocado entre las mantas, sin mover un centímetro su cobertura y sin abrir los ojos.

—Creí que había quedado claro que harías lo que yo quisiera—

—¿Y qué demonios quieres? Estoy cansado, déjame dormir por favor—

—¿Y desperdiciar una noche tan bella en un lugar como este? Uhm...—

Kihyun finalmente retiró las cobijas en un acto de fastidio, miró a Hyunwoo a los ojos y se percató que su cuerpo estaba muy cerca del suyo, así como que sus piernas estaban apresándolo. Sus rostros estaban tan cerca que sintió sus mejillas enrojecerse.

—E- Eso.. ¡Eso no te afecta en nada!— Gritó Kihyun para luego cohibirse y ocultar su enrojecido rostro en las cobijas. —Si quisieras volver simplemente pagarías por ello, no es como si fuera una oportunidad en un millón—

—Te equivocas— Contestó Hyunwoo. —Nada nunca se repite. Podría volver a rentar esta cabaña, pero ya no será lo mismo en ningún sentido—

—¿Ah?—

—Para la siguiente vez que rentemos esto, las cosas serán muy diferentes, pero diferentes para bien—

—No estoy entendiendo absolutamente nada— Kihyun comenzaba a asustarse.

—Mira, ahora mismo me odias, me detestas, sientes que soy un pervertido, un raro y un ególatra fanfarrón—

—No pude haberlo dicho mejor—

The Diamond River 💮 Showki.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora