Amor, Karma y otros problemas. ¿Es correcto amar, aun si lastimas al otro?

"Capitulo uno"

*Dos años atrás*

—¡Esto es ridiculo!—chilla mi mamá—¡No tiene ni una prueba de que mi hija haya provocado esto!

La directora Jhonson suspira, hemos estado al rededor de media hora discutiendo el asunto, ya estamos todos cansados.

—Alguien dejó esto en la escena—contesta la directora mientras saca un papel de uno de los cajones de su escritorio, se lo entrega a mi mamá, quien lo lee al rededor de tres veces para luego poner su atención en la directora nuevamente. Antes de que mi mamá vuelva a chillar, la directora habla—Sé que su hija no es del tipo que suele requerir a la venganza, pero desde el consejo directivo nos piden que tomemos cartas en el asunto. Ultimamente esta institucion ha sido victima de muchos abusos por parte de los alumnos de todo genero. Debemos tomar medidas serias para poner el ejemplo, lamento mucho que esto recaiga sobre su hija, pero no esta en mis manos el poder para sacarla de este lio. Los padres estan muy enojados, los uniformes de animadoras cuestan demasiado y se han arruinado por completo en el incendio.

—Se refiere a que mi hija va a pagar por los platos rotos de los alumnos que ustedes no supieron controlar, y ahora estan tan desesperados por un poco de respeto que dedicen que todo recaiga en ella.

—Ya se lo dije, no esta en mi poder tomar esas decisiones, si yo fuese omnipotente podria hacer algo, sin embargo no lo soy.

—Diez años le hemos sido fiel a esta instotucion incluso colaborando de forma financiera.—mi mamá esta a nada de entrar en fase de delirio, no es una mujer muy paciente. —Bueno, supongo que no quedara otra que cambiarte de escuela Gwen.—dice mas calmada mientras me da una mirada apenada, ella sabe cuanto amo mi escuela.

—Me temo que eso sera algo casi imposible—dice la directora, ambas dirigimos la mirada hacia ella, confundidas—Con este incidente en su historial... Que Gwen logre a entrar a una escuela igual de buena, sera complicado, probablemente esté en lista de espera y pierda un año o dos. Mi recomendacion mas honesta...—hace una pausa para volver a buscar algo dentro del mismo cajon de donde sacó la nota. Ésta vez un folleto, al tenerlo sonrie para si misma y lo alza a la altura de su cabeza, casi con orgullo—El instituto Katherine, para señoritas.—coloca el folleto sobre el escritorio y lo desliza en direccion a mi mamá, quien lo toma.—Al ser una alumna ejemplar, el consejo decidio que puede volver a recibir a Gwen aqui, siempre y cuando traiga un certificado firmado por el instituto Katherine, donde diga que su conducta es exepcionalmente buena, y que no sufre de ningun problema de ira.

—Siento que se estan burlando en mi cara.—contesta mi mamá, sé por qué lo dice, toda la situación ocurrida es ironica para ella.

Mi mamá sufrio de algunos ataques de ira en su adolescensia, ella aseguraba que solo era estres por los estudios, queria ser la mejor para tener la oportunidad de venir y recidir en Europa, pero la realidad es que si necesitaba ayuda. Porque me olvide de mecionar, Marian, mi mamá, es latinoamericana. Nacida y criada en Argentina. Mi papá, por otro lado, es Londinense. Se conocieron en un viaje de negocios debido a su trabajo. El arquitecto y empresario, ella ingeniera. Sin embargo ella dejó su trabajo porque queria dedicarse a su verdadera pasion; la cocina. Ademas eso le permitió estar mas tiempo junto a mi, no queria que mi infancia sea con una niñera.

Volviendo al tema de los problemas de ira, no es algo que se herede, lo investigue y la verdad es que es algo que puede ocurrirle a las personas por el contexto en el que se encuentra. Por suerte mi madre lo trato durante sus veinte y pudo mejorar, pero la paciencia no es un rasgo que resalte en ella, es una mujer trabajadora y tal vez incluso algo egocentrica. Nada de eso quita que haya sido la mejor mamá que he podido tener. Aunque soy una copia de ella, quien tiene ojos celestes y cejas gruesas, definitivamente no herede su temperamento.