XI. De punto suspensivos, seguidos y apartes

1.7K 277 89
                                    


POV JUNGKOOK feat Autora

No me bastaron minutos, sino centésimas de segundos para saber que serías alguien realmente importante; de ese tipo de personas que se te meten tan pronto y profundo en la piel que después es casi imposible, o siquiera doloroso tratar de desprenderlas de nosotros. De ese tipo de gente que sonríe y te derrite, o te fulmina con la mirada y es capaz de asesinarte de tantas maneras que de repente no sabes cómo vuelves a vivir, a seguir respirando.

Eso pasó cuando te conocí. No más, ni menos. Lo supe al instante, al verte parado junto a Taehyung en el departamento.

También supe que había algo de peligro en el filo con el que tu mirada destellaba luz, como si quisieras cortar a todo aquel que intentara meterse en tu corazón, y que por lo tanto debía alejarme de esa advertencia que latía en tus pupilas. Pero a estas alturas, transcurridos los años, ya sabrás lo terco que soy... ¿verdad? No pude alejarme de ti. No puedo alejarme de ti.

A veces temo seguir hablándole a mis amigos de ti, temo que piensen que hay algo mal conmigo, que se me ha contagiado algo de tu enfermedad, o que me gusta el ritmo que lleva mi vida estando con alguien como tú. Si y no.

Es difícil, un nuevo día implica un nuevo reto para calmar, llegar y albergarme en la calidez de tu corazón. A veces no logro entrar, me gritas y me corres, y vuelves a decirme que es mejor que estemos separados porque así sufriré menos, y que no merezco lo que haces conmigo, eso de volverme añicos, destruirme y luego por arte de magia devolverme el oxigeno, y por ende la vida.

No me culpes por favor, por seguir deseando un juntos por siempre, teniendo a esos cinco hijos, y recibir desayuno en la cama para luego acurrucarme en tu pecho, o por seguir soñando tan insanamente con nunca soltar tu mano. Porque no hay lugar dentro de esta ciudad al que pueda ir sin acordarme de una sonrisa, una lágrima, una broma, un beso o un toqueteo fortuito. Es que fuimos tantas cosas aquí, en cada rincón que sí tuviésemos que tomar distancia el uno del otro para sanar nuestras heridas sería eso para mí aun más doloroso que dejarte ir.

Tú y yo sabemos mucho de eso. De distancias; ya sabes, puntos suspensivos, seguidos y apartes.  ¿Es que es necesario más para poder avanzar a un nuevo nivel o es que nosotros simplemente no estamos destinados a ser y te he secuestrado realmente de la fortuna de estar con la persona correcta? Siempre pensé que eras tú el incorrecto ¿No seré yo? ¿Es que acaso estás destinado a ser padre de otros niños que no sean los míos y llevar el desayuno a la cama a otra persona?

Perdón por las dudas. Es estadísticamente imposible que no me pregunte estas cosas cuando hemos peleado, o cuando callas tanto y desapareces que no logro encontrar el hilo de tus sentimientos por mí.

Si, cariño. A veces me aburro de ti. Acabas conmigo con el suspiro somnoliento e indiferente que exhalas al terminar una discusión. Me exaltas y pones los nervios de punta, a veces no aguanto tu pena y me canso de consolarte. Quizás tú también de mí, de mis problemas tan básicos de persona tan básica y sin problemas reales como lo son los rezagos de tu enfermedad. Así que cuando te marchas y golpeas la puerta del que era mi antiguo y, ahora nuevo hogar, el que he decidido compartir contigo, me quedo con ese hueco intermitente en el pecho como si una excavadora estuviera buscando ese musculo latente y vivo que sigue intentando mantener la cordura de nuestra relación.

A veces pasan días, o a veces horas; vuelves más despejado, me sonríes, pero soy yo quien sigue preguntándose si aún no termino por descubrir al Jimin que pensaba que eras. Soy yo quien se queda con las dudas, los malos ratos, porque bien sabes tu amor, que he prometido estar contigo a pesar de todo, y no es que me considere un hombre de palabra, sino que he encontrado en ti el significado y el peso de mis promesas.

When I saw you [Jikook] TerminadaWhere stories live. Discover now