Llegaste por mí (te quedaste por nosotros) •Traducción•

Capítulo 3

"No puedo creer que vamos a ir a la casa de Kim Seokjin, Kim votado-el-superior-más-misterioso-y-sexy Seokjin. Para una fiesta de cumpleaños." Dijo Taehyung por enésima vez.

"Te dejé venir porque estabas muy interesado, pero no me avergüences." Exigió Jungkook.

"No, me dejaste venir porque sabes que soy increíble con los niños." Se rió Taehyung. Tocaron el timbre del apartamento y un momento después, fue abierto por el mismo Seokjin, quien llevaba puesto uno de esos feos sombreros de fiesta, una pequeña corneta colgando del borde de la boca y confeti pegado en una oreja.

"¡Jungkook, viniste!" Gritó Seokjin, aparentemente sin darse cuenta de las expresiones de asombro en las caras de Jungkook y Taehyung. Les hizo un gesto para que entraran, dándoles la espalda para regresar por el pasillo y avisar que habían llegado.

Taehyung miró a Jungkook y susurró en voz baja: "No son las circunstancias en que pensaste que escucharías esas palabras saliendo de su boca, supongo(1)." Jungkook le dio un codazo a su amigo en el pecho y Taehyung gruñó justo cuando Seokjin regresó.

"¡Vamos, entra!"

Jungkook se negó a mirar, pero sabía que Taehyung estaba moviendo las cejas en su dirección. No era momento de participar en el juego de insinuaciones sexuales de Taehyung -ni era el momento de preguntarse si debería explicarle a Taehyung quién en realidad "entraría" en quien- era el momento de aprovechar la rara oportunidad de ver cómo vivía Seokjin.

El lugar estaba amueblado de forma sencilla, las paredes estaban en su mayoría en blanco y el suelo estaba lleno de juguetes, papeles y ropa esparcida. La sala de estar a donde los guiaba Seokjin tenía un gran sofá negro de cuero y una mesita pequeña de madera llena de marcadores y crayones, donde Jimin estaba sentado con una taza pequeña de jugo. Lo estaba bebiendo con delicadeza, usando ambas manos; con los pequeños y gorditos dedos sujetando ambos lados de la taza mientras la levantaba hasta su cara, que estaba cubierta por restos de lo que parecía ser las papas fritas que había en medio de la mesa.

En la televisión estaba un programa y a Jungkook le tomó solo un momento reconocerlo como Barney. Un hombre pálido con cabello verde menta estaba sentado en el sofá, luciendo aburrido, extendido en el respaldo y el reposabrazos. En el otro sofá había un hombre de cabello negro, bronceado, con codos huesudos, que acariciaba dulcemente la suave cabellera de Jimin. Todos llevaban sombreros de fiesta horrendos a juego y Seokjin ya le estaba dando dos a Jungkook. Algo sobre el pequeño silencio del grupo hizo que el pecho de Jungkook se apretara.

"Quiero que conozcan a Hoseok y Yoongi." Dijo Seokjin, haciendo un gesto a los hombres de cabello negro y menta, respectivamente. "Chicos, este es Jungkook de mi clase de levantamiento de pesas y... ¿um...?"

"Taehyung." Se presentó este mientras sonreía, sus ojos fijos en Yoongi con un brillo en los ojos que Jungkook ya sabía traería problemas.

"¿Tienen hambre? Los espaguetis estarán listos pronto, pero hay frituras y eso por todas partes, tomen lo que quieran." Con eso dicho, Seokjin caminó hacia la cocina, el sonido lejano de cosas hirviendo y el olor a tomates permaneciendo en en el aire.

Jungkook se mordió el labio incómodo, mirando a las personas en el sofá. Después de un momento, Jimin se puso de pie y caminó hacia Jungkook tan solemnemente como un niño de 3 años podía, levantó la mano y tiró del pantalón de Jungkook.

"Junglook, ¿te gustan las boitas de queso?" Preguntó Jimin, con toda la sobriedad de un hombre preguntando a su conciudadano si tenía un encendedor.

No muy seguro de si estaba entendiendo bien, Jungkook parpadeó un par de veces, luego repitió. "¿Boitas... de queso?"

"¡No, boitas de queso!" Jimin se mostró insultado ante la mera sugerencia de que su pregunta no fuera entendida. Jungkook miró a los dos hombres en el sofá con impotencia y Yoongi hizo un gesto hacia un gran tazón de bolitas de queso. Oh.