Capítulo 26: Just give me a reason...✍🏻❣️

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Lexa logró desahogarse, gritando, llorando, y maldiciendo a todo el mundo, comenzando por ella misma. Por haber dejado que su tonto corazón se despertara del largo letargo de tantos años, pero con la persona menos indicada. Al mismo tiempo también se dijo que era en vano seguir abofeteándose por tal hecho, ya que realmente siempre esta fuera de nuestro control.

El cachetazo que le acababa de dar Clarke nunca pudo haberle venido mejor, se dijo, a pesar del dolor que sentía, de la enorme impotencia ante la situación tan descontrolada. Pero al fin y al cabo ese duro despertar le sirvió para volver los pies a la tierra, y poder analizar todo desde un punto de vista más adecuado, más profesional, más mental que emocional.

No odiaba a Clarke por haber hecho lo que hizo, fue en realidad lo más sensato, y antes de que las cosas siguieran escalando a niveles demasiados altos. Aunque ya era un claro hecho que estaban muy enamoradas las una de la otra. Había todavía posibilidad de encaminar las cosas, al menos para Lexa y su maldita misión de la que realmente quería huir, pero su enorme deber no sólo para su gobierno pero para con la seguridad mundial era prioridad número uno, no importara cuánto amaba a esa mujer. Ella necesitaba seguir la misión y especialmente ahora, que manejaba una nueva información que sus jefes no sabían y que de momento no se enterarían.

Una de las primeras deciciones que Lexa tomó sentada allí en la playa, fue que protegería la existencia e identidad del hijo de Clarke a toda costa, y eso significaba que jamás daría esa información a sus jefes. Haría lo posible por dejarlo fuera de las pruebas, que pudiera encontrar para exonerar a Clarke de lo que la seguridad mundial creía que estaba creando, algo que podría poner en peligro la humanidad. Porque esa era su segunda decisión, llegar hasta lo más profundo de los secretos de la CEO en relación a sus creaciones, costara lo que costara.

Ahora el punto era ¿cómo seguir lo suficientemente cerca de Clarke, sin seguir involucrándose sentimentalmente, y haciendo que la CEO además se lo permitiera?. Porque el problema con el que tenía que lidiar actualmente, era el hecho de que la rubia la había despedido sin vueltas. Y definitivamente eso no era parte de su plan. De repente como por arte de magia, la imágen de Echo vino a su mente, allí en el aeropuerto cuando la amenazó de que sil e ocurría algo a Clarke, se las vería con ella, ya que Lexa no sólo se suponía que debía ser simplemente la chauffeur de la CEO pero en parte su guardaespaldas, mientras estuvieran allí en la isla.

Una leve sonrisa cruzó su rostro, aunque no estaba con ánimos de sonreir realmente. Hablando suavemente con su corazón para tratar de calmarlo y consolarlo, le dijo que no todo estaba perdido aun, pero que de momento era mejor que se quedara calladito, ahí muy dentro de su pecho, sin agitarse demasiado. Sobre todo la próxima vez que viera a su bella dama, y jefa. Si realmente deseaba recuperar a Clarke, y darle esa seguridad que la rubia necesitaba, lógicamente sentir de ella, necesitaría tiempo y estrategia bien elaborada.

Otra decisión y esta muy loca cruzó su mente, que provino de lo más profundo de su interior, y fue el que en algún momento ella le diría la verdad, toda la verdad a Clarke, de su indetidad más que nada, aunque eso se llamase traicionar a su propio pais por primera vez en su carrera profesional. Parte de ella le decía que había perdido la cabeza, pero su corazón le gritaba que debía hacerlo antes de marcharse de la vida de Clarke.

Por lo pronto se tomó un buen tiempo en reflexiones mentales y del corazón, dejándose llevar por las olas y las muchas gaviotas que sobrevolaban tratando de pescar sus presas en esa bella media mañana, donde ya el sol calentaba casi demasiado. Se lamentó un poco no asistir a la competencia de su hermanita, pero necesitaba un tiempo para aclarar su aturdida cabeza y alma.

Al cabo de más o menos unas dos horas, finalmente mucho más recuperada, y con un plan en mente, Lexa regresó lentamente a la casa. Obviamente Clarke no se encontraba allí, pero si estaba Kalia, limpiando, lo notó al ver la ventana de la habitación de la rubia abierta, y la mujer haciendo la cama aparentemente.

La Jefa [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora