Capítulo 15: A sexy team work

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El día se desarrolló sin mayores inconvenientes, por parte de Lexa o por parte de Clarke. Ambas se dedicaron a "tratar" de concentrarse en sus trabajos, y casi ni se miraban a los ojos cada vez que se cruzaban. Incluso Echo notó el extraño silencio e indiferencia entre ambas mujeres, suponiendo que la noche anterior había sucedido algo quizás. Aunque la guardaespaldas no deseaba realmente pensar en elIo o imaginarse nada, prefería simplemente hacer ojos ciegos y mente cerrada.

Pero la verdad fue que a Clarke le costó horrores concentrarse en sus negocios, siendo ayudada por su abogado, que notaba su muy rara desconcentración ese día, como no recordaba haberla visto nunca. Al mismo tiempo, el hombre había observado o más bien sentido la tensión entre la CEO y su nueva chauffeur, la que claramente Finn deseaba eliminar del camino. El abogado se había dado cuenta que esa linda morena de ojos verdes y fenomenal cuerpo, había impactado en Clarke demasiado fuerte, haciendo que la rubia aparentemente perdiera el interés en él y sus sexuales atenciones, y eso no le convenía para nada.

Por el lado de Lexa, hizo mucho trabajo mental para retomar las riendas del asunto tal y como era, una misión muy importante en la cual ella era el eje central y no se podía permitir fallar. Necesitaba anular las extrañas emociones que le producían estar con Clarke Griffin. Sabía bien que esos momentos ardientes de sexo iban a seguir viniendo entre ellas, y no debía dejar que aquello se le metiera bajo la piel, no podía dejar que le afectara como evidentemente ya lo estaba haciendo. ¿En qué puto momento había perdido la objetividad, la responsabilidad con su deber?

Lexa estaba muy enojada consigo misma, estaba actuando tan antiprofesional, como si fuera una total novata, dejándose llevar por los momentos físicos que debía compartir con su objetivo. Necesitaba buscar la manera de anular todos sus sentidos, y no teniendo a Ontari cerca no la ayudaba a recuperarse tan fácilmente, aunque odiaba depender de otros para ello.

Pero se animó todo el día pensando en la linda sobrecargo sueca con quien pasaría la tarde y noche, depende como se le diera la suerte. Aunque por las reacciones de la simpática de Frida, sospechaba que iba a pasarla muy bien en su compañía. Pensar en ello la ayudaba a no concentrarse demasiado en Cruella, con quien cruzaba miraditas aquí y allí mientras manejaba, o cuando le abría la puerta de la limo.

También había notado que el idiota ese del abogado, había tratado de acercarse demasiado a la jefa, con manitos atrevidas y besos que no llegaban a la piel o a los labios porque Clarke simplemente lo evadía, le pedía que se comportara, o le decía que no estaba de humor, alejándose lo más que podía de Collins.

Digamos que esa actitud le gusto y demasiado a Lexa, que miraba de vez en cuando por el pequeño espejo retrovisor. Y se preguntaba porqué demonios eso le importaba. Pero lo hacía, y no podía ocultar la corvatura de sus labios cada vez que Clarke empujaba al idiota hacia el otro lado, o lo ubicaba en su lugar, el rostro de ese hombre era un poema.

Cuando Clarke y el abogado llegaron al lugar donde se llevaría a cabo el cierre de ese importante trato, Echo los acompañaba como seguridad, obviamente, mientras Lexa estacionaba la limo en un area de parking especial, y se disponía a trabajar. Por la mañana cuando había entrado a la suite de Clarke, había colocado un micrófono minúsculo en la cartera de la CEO que siempre llevaba a todos lados. Para escuchar lo que en esa reunión ocurría y de que trataba el acuerdo.


También tenía con ella un dispositivo que anulaba los componentes de Griffin Cybernetics que Clarke le había dado, osea: el reloj pulsera y el teléfono que sabía bien contenían dispositivos ocultos que se activaban cuando ella los usaba, y en todo momento, registrando sus llamadas y textos.

La Jefa [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora