29

5.8K 359 300
                                    

Cerca del enemigo.

───

Con cautela observe cómo algunos salvadores no alcanzaban verme, intenté ser lo más cauteloso posible. Me sostuve de una baranda que tenía el camión, dándome impulso hacia arriba y trepándome, adentrándome al camión. Habían cajas, muchas cajas. Observe detenidamente algunas mantas, incluso en una de las cajas, alcohol. Me quedé algo asombrado ante ver alcohol, algo que hace quizás algunos meses atrás no veía. Camine con lentitud por el pequeño espacio de la parte trasera del camión donde estaba establecido, lleve mi vista a la entrada de Hilltop ante escuchar algunas voces. No tarde en tapar mi cuerpo detrás de esas grandes cajas, sentía aún la adrenalina de que no me cacharan subiéndome a uno de los camiones. Escuchaba voces masculinas, incluso, aún montaban cajas. Tenía un arma, un arma que estaba allí mismo. Una Ak-47. Abrí el cartucho, observando que estaba cargada pero yo no quería ni respirar, estos hombres eran atentos y muy observadores. Me asome, observando como estos acomodaban las cajas, hablaban.

Observe cómo uno de esos hombres agarró una botella de cristal, una de un tamaño regular. Este sonrió, vi cómo abrió la botella y se dio un gran sorbo, mostrando un rostro amargo y haciendo un ruido con su boca ante el sabor que produjo al parecer esa bebida en su paladar. Este se puso la botella en su bolsillo, mientras que cerró la caja y se bajó del camión. Observe cómo jalo una cortina transparente, tapando la vista. No tarde en suspirar, sintiendo esas gotas de sudor bajarme. Deje el arma aún lado, levantándome y sintiendo el camión en marcha, marchaba con rapidez así que no tarde en deslizarme para atrás con todo y cajas, me sostuve para no crear mucho ruido. Empecé a escuchar pasos, era como si alguien corriera hacia acá, no tarde en bajarme, me mantuve en cuclillas y observaba las cortinas transparentes ser abiertas. Me mantuve en cautela, reconociendo aquel cabello castaño largo, y ese gorro. No tarde en suspirar, en suponer que estaba aquí por la misma razón que yo.

—Es bueno tener compañía... —suspire levantándome con cautela, observando cómo Jesús se tensó ante mi inesperada presencia en el mismo camión que él estaba. Me miro algo asombrado ante el susto que le cause, y sonrío.

—Carl Grimes, es una grata sorpresa encontrarte aquí.—dijo sonriendo.—No me esperaba tu visita.—se acercó a mi, ambos estrechamos la mano fuertemente.

—Tampoco me esperaba que estuvieras detrás de todo esto, la curiosidad es más grande de lo que creía.—respondí, observando cómo este empezaba a husmear las cajas que los salvadores habían traído de su comunidad, repleta de provisiones.

—Alguien debe llegar al fondo de todo esto, aún no nos recuperamos de lo sucedido, algunos cultivos se quemaron. Eres muy valiente en estar aquí.—quede algo confundido ante lo que dijo, alce una ceja y me quedé observándolo con el ceño fruncido.

—¿Cultivos quemados? ¿Fueron atacados?—pregunté algo inquieto, confundido ante la seguridad de ellos y de las personas que conozco que estaban residiendo en su comunidad. Jesús me observo algo más confundido que yo, tanto que dejo de cortar cajas y se quedó observándome.

—¿Por qué estás aquí Carl?—me pregunto él, no tarde en sentirme algo atrapado ante su pregunta, no sabía que contestar.—Esperaba que estuvieras aquí por la misma razón que yo... —musitó, él aún me observaba, quedé confundido con la respuesta de Jesús.

—¿Cuál es tu razón?—pregunté, esperando que me dijera que quería espiar, o investigar, incluso pelear; eran mis razones, quería ver donde estaban establecidos y como era, que tan lejos estaba. Jesús alzó una ceja, acercándose a mi y sentándose en una de las cajas, mientras que esté aún se quedaba observando el camino.

𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐍𝐙𝐀 ─𝐂𝐀𝐑𝐋 𝐆𝐑𝐈𝐌𝐄𝐒  ①Where stories live. Discover now