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Conquistar la zona segura.

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—¿Estás terminando conmigo?—fue lo primero que dijo Camila al explicarle cómo me sentía, ella no me miraba. Me sentí algo mal por tener que hacer esto, pero era lo mejor.—Carl, no sé qué decir respecto a esto.—suspiro, ella miraba el suelo.—De verdad lamento haberla golpeado, fue un impulso.—dijo totalmente arrepentida.

—Camila, siempre te he tenido un gran cariño, créeme que ha sido así. Nos conocimos muy inmaduros, pensábamos que el mundo no era tan grande como lo es y ahora veo que todo ha cambiado, no quiero perjudicar más las cosas.—comente, notando como ella asentía.—Golpeaste a Aliana, fue algo innecesario debías haber hablado conmigo primero y sé que yo estuve mal, acepto mi responsabilidad pero no debiste hacer eso. Creo que tú saliste más perjudicada en ese aspecto... —le dije, mirando su labio partido y su mejilla hinchada.

—De verdad lo lamento Carl, me salí de control.—volvía a decir arrepentida.—Se que ella te gusta, puedo notarlo en la forma en la que la miras, o lo cómodo que estás cuando ella está cerca y es algo que no puedo soportar, no quiero perderte.—suspiro... no sabía que decir luego de esas palabras.

—Camila, debemos aceptar que no es lo mismo, desde antes que ella llegara no era igual. No me mal interpretes, se me hace difícil a mi también pero debo dar el paso porque no podemos seguir fingiendo que nos queremos, ya no más.—observe su semblante entristeciendo delante de mi, y en cómo ella mantenía la cabeza baja.

—No quiero que termines conmigo.—me dijo ella, mientras que simplemente me levante, negando.—Carl, vamos.—ella me hizo un rostro de pena, uno que me hizo la última vez que le pedí que nos mantuviéramos como amigos, pero la última vez y acepté no dejarla.

—Dejemos todo aquí, en una amistad, lo que teníamos antes de llegar a esto porque te tengo mucho cariño, no voy a sacarte de mi vida pero empezaremos una, separados.—dije, caminando en la dirección hacia mi casa, que estaba algo lejos de donde ella residía, escuche sus suspiros gruesos, unos suspiros de tristeza y eso me había golpeado la mente.

Camine con lentitud por las acercas de la comunidad, con intenciones de llegar a mi casa para cuidar a mi hermana en lo que papá despertaba luego del golpe que Michonne le dio en la nuca. Tan pronto eso pasó, tomé algo de tiempo y quise venir a ver a Camila y aclarar todo este asunto que teníamos. Me sentía aliviado o al menos libre, aunque ahora el único problema que le quedaba era saber que es lo que realmente estaba sintiendo por Aliana Johnson. Lo veía difícil, ella no daba señales, ella no demostraba al menos aún no, pero no demostraba absolutamente nada. Me vi más confuso aún, mientras caminaba por las comunidades y veía algunos residentes afuera. Me miraban, aunque evadí sus miradas. Tenía otro problema y otra preocupación encima, la reunión de esta noche realmente me preocupaba. Era el lugar perfecto para empezar de cero y saber que estábamos entre la espada y la pared, me desilusionaba. No podíamos permitir que nos corrieran de aquí aunque mejor dicho q quien correría sería a papá, pero era claro, se iba él y nos íbamos todos por donde mismo llegamos.

Observé a Maggie y Glenn en el balcón de su hogar, ambos me miraron y me sonrieron. Le hice lo mismo a ambos aunque me pareció extraño no ver a Aliana con ellos. Algo que tenía de mí que era un rasgo importante, es que era demasiado de observador. Pues últimamente me había percatado en que Aliana estaba demasiado de unida con Maggie y Glenn, no tenía nada malo, al revés... era grandioso ver esta conexión. Podía recordar que desde que Aliana se atravesó en nuestras vidas, Maggie Greene se había encargado de prestarle mucha más atención, más de la que la propia Natasha le daba a su hermana. Aquí veía una especie de cariño diferente, veía un cariño de maternidad, pues como todos nos enteramos recientemente... Aliana, Natasha y Nate, nunca tuvieron una madre y un padre que los cuidase. Nos enteramos de esto reciente en una de las últimas reuniones que tuvimos el grupo en familia, y fue algo triste para nosotros saber que realmente a quien ellos nos hicieron entender que era su mamá, fue su tía todo ese tiempo.

𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐍𝐙𝐀 ─𝐂𝐀𝐑𝐋 𝐆𝐑𝐈𝐌𝐄𝐒  ①Where stories live. Discover now