Love letters to Min Yoongi.

Primer Capítulo.

Esa carta no era lo primero que Yoongi encontraba en el metro, pero si era lo primero que tenía un gran peso emocional por dentro.

El pálido de cabello platinado tenía dos opciones:

– Dejar la carta justo donde la encontró, esperando a que su remitente la encuentre y la envíe a quien debía llegar.

– O, llevar la carta con él, y tratar de encontrar por el mismo a la autora.

A veces, las segundas opciones siempre resultan ser las mejores que cualquiera puede llegar a tomar, pues te muestra un muy diferente resultado a lo que el primero te presenta. Yoongi necesitaba un poco de aventura en su vida diaria, y aquella carta le ofrecía más que eso.

Guardando la carta en el medio de sus libros de la universidad, cerró su mochila y esperó a que el metro llegara a su destino.

—¿Tendrá Instagram? —Habló para el mismo sacando su celular de su bolsillo izquierdo.

Kim Eunji.                   Kim Eun.                Kim Eunmin.

Ninguna de ellas era Kim Eunmi, ninguna era de Daegu y ninguna lucia como el tipo de chica que suele escribir cartas.

¿Cómo la encontraría entonces?

—La encontraste en una carta, búscala con una carta.
—Dijo su mejor amigo tras leer tan mencionada carta.

—No creo que sea tan sencillo, Jungkook. —Negó tomando de nuevo la carta. —¿Qué tal si se molesta porque leí algo tan íntimo como esto?

—¿Qué tal si te lo agradece? —Lo miró el castaño de ojos claros. —Mira Yoongi, no sé porque motivos decidiste abrir la carta y guardarla en tu mochila. Ni en qué momento comenzaste a arrepentirte de tus acciones, pero puede que ella ahora mismo la este buscando; creo que sí se la envías a la universidad de nuevo, ella te lo agradecerá.

El de pequeños ojos suspiró y miró por minutos la dirección que tenía el sobre de la carta. Jungkook lo miró y levantó sus cejas, Yoongi también lo miró y asintió con la cabeza: —Esta bien, lo haré. Ahora lárgate, que tienes clase.

Tres segundos después de la partida del más alto, Yoongi sacó su libreta y con un lapicero negro trató de comenzar a escribir algo que no sonara tan raro.

Hola, me encontré tu carta y la leí. De nada.

Eso definitivamente haría que la escritora demandara al de tierna sonrisa.
Muchas hojas eran arrancadas y tiradas al notar que ninguna de las palabras que escribía sonaban lo bastante casuales como para regresar una carta extraviada.

—Kim Eunmi, ¿Qué te puedo escribir para que no odies a alguien que ni siquiera conoces? —Habló al cielo, esperando algún tipo de respuesta.

Tal vez si lo escribe con algún tipo de tinta de color ella crea que fue una chica quien la encontró.
¿Cual era el nombre que había utilizado Jungkook para engañar a la chica que le acosaba diciendo que era su novia?

—Yoonji. —Susurró sonriendo. Min miró la hoja unos segundos más y con el suspiro más violento que sus pulmones pueden soltar comenzó a escribir finalmente.