Aislamiento

63 12 9
                                    

-¡Bill!...<<debo encontrarlo>>...¡Bill! ¡Por favor, responde!...

Dipper corría en aquel plano, por entre las calles de aquella ficticia ciudad, llamando al rubio mientras en su mente pedía con todas sus fuerzas que se encontrara bien. No desconocía la ciudad pero tampoco la recordaba por completo, solo necesitaba llegar a los túneles, los que odiaba pero que estaba seguro eran la guarida de aquella escoria.

-Maldición...no puedo...no sé dónde...dónde esta... -el muchacho comenzaba a frustrarse, debía llegar tan rápido como fuera posible y simplemente se sentía perdido, más lejos de lo que realmente estaba.

-¿Tu q-qué haces aquí?...¿E-eres real? 

Una voz diferente llamó su atención, ronca y nerviosa, acelerada; levantó de inmediato la vista y encontró a un hombre viejo y delgado, de cabellos alborotados y crespados, de un color blanco azulado. Sus pupilas estaban dilatadas, seguramente por alguna droga, eso lo había aprendido de mala manera alguna ocasión en la que visitó una villa lejana con Ford, eso era malo para él ya que seguramente el nerviosismo de su voz se debía a eso. Era también impaciente, lo pudo notar cuando lo siguiente que vio frente a él fue la punta de un arma láser perfectamente cargada.

-¿Dime mocoso, eres real? -le cuestionó presionando el arma contra la frente de Dipper.

-¿Qui...quién eres?

-Te hice una pregunta primero...demuéstrame que no eres uno más de esos bastardos que siguen destruyendo a la humanidad...-habló esta vez con molestia, retándolo con la mirada a la espera de cualquier error que le diera la libertad de jalar el gatillo y acabar con todo.

-No se cómo podría demostrartelo, pero por favor, necesito llegar al centro de todo este lugar...si no puedes o no quieres ayudarme, al menos déjame vivir e iré yo solo...

Ya ni siquiera pensaba con suficiente lógica, lo único en su mente era llegar cuanto antes para liberar a todos, no pensó realmente cuando le pidió ayuda a ese extraño, solo hizo caso a lo que sus instintos le decían que hiciera. Aquel hombre entonces lo miró con detenimiento...¿Para qué querría un chico como él ir a ese lugar?...si es que era una persona real...

De repente lo notó, un gesto familiar de un buen colega que tenía y a la vez el efímero recuerdo de una memoria de su artificial amigo.

-...Pines...Stanford Pines...-soltó de la nada bajando el arma.

-¿Eh?...

-¿Lo conoces?

-Es...es mi tío...tu...¿qué...eres de él? ¿cómo lo conoces?...¿quién eres?...

-Solíamos ser colegas en el trabajo, y estuvo a punto de ser mi compañero en nuestro equipo...me llamo Rick...Rick Sánchez...

Estrecharon sus manos cuando el mayor se la ofreció al presentarse y le regaló una muy tenue sonrisa antes de volver a tomar ese semblante serio.

-Ahora, en verdad necesito que me digas cómo rayos llegaste hasta aquí.

-¿Por qué? ¿No se supone que todos llegamos de la misma forma?...digo, tu también eres humano, ¿no?. -el contrario desvió la mirada y eso solo puso nervioso al castaño, retrocediendo unos centímetros.-...¿no eres humano?...

-...No del todo...ya no más...- suspiró pesadamente.-...vamos, te llevaré al núcleo.

De camino ahí el mayor le dió un resumen de la nueva situación, pues no era el único con tales problemas. Rick había sido de los pocos científicos que consiguieron huir aún estando básicamente al lado del androide, aunque no quedó ileso; más o menos la mitad de su cuerpo sufrió daños y con el paso de los años y sus habilidad con todo lo tecnológico consiguió crearse prótesis robóticas avanzadas, aunque jamás logró llegar al nivel que Ford lo hizo, de hecho nadie sabía de tal logro. Todo iba bien, nadie se preocupaba porque un científico como él fuera ahora un cyborg viviendo entre las colonias, no hasta que en los tiempos recientes Rick comenzó a tener extraños sueños de aquel plano, solo que él si había podido explorarlo, había podido ver como progresaba y había convivido más con las máquinas, quizá demasiado como para llegar al punto de darse cuenta de que las pequeñas máquinas que circulaban por ese plano eran almas atrapadas. Claro, en la realidad no podía haber tan pocas máquinas que hubieran tomado a la humanidad, la verdad era que las que se materializaban entre el plano onírico y el digital eran almas de muchas de las víctimas de aquella tragedia rescatadas y almacenadas en las máquinas  de las cuales ahora tenían su forma, ahora aquel era su limbo hasta poder ser rescatadas. Por otra parte, Rick estaba enlazado a aquel sitio por el simple hecho de tener partes robóticas de aquella época pero con la suficiente conciencia y libertad por su inteligencia y porque aún seguía vivo, como los demás cyborgs que podrían llegar a encontrar ahí.

Virtual LoveМесто, где живут истории. Откройте их для себя