Enlazando piezas

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Los golpes en la puerta de su habitación despertaron al científico, ahora tenía que dar una explicación al tema que siempre intentó ocultar. Abrió lentamente los ojos en el medio de la oscuridad que aún reinaba en aquella casa en el subterráneo y tan rápido como pudo, puso en marcha su cabeza, ignorando con algo de esfuerzo el remanente de los recuerdos de aquellos oscuros días, quería olvidar al rubio a toda costa, una parte de sí mismo sabía que aquel incidente no había sido su culpa, todos los que estaban en ese nivel en aquel entonces conocían lo ocurrido al iniciar las construcciones, del trato y los accidentes antes de ello... En el fondo Ford sabía que el demonio lo había hecho todo, pero la parte más superficial de él sentía que había ocurrido un fallo demasiado grave para que la máquina traicionara así a la humanidad completa, y ¿por qué no?...también a él.

Abrió finalmente la puerta y se encontró con los gemelos mayores, Stan le veía como si lo hubiera ofendido con el peor insulto del mundo y confirmó que la razón de ello era la misma de la que no quería hablar, lo supo al ver a Mabel abrazando el primer prototipo de androide para traer de regreso a su hermano...

-¿De dónde sacaron eso?...-preguntó inexpresivo viendo fijamente la figura de delgado metal sumamente quebrado, un simple cascarón vacío.

-¿Importa?...Vas a explicarnos que es todo esto, ahora...

Ahora comprendía que Stan estaba más molesto de lo que aparentaba, pero los sentimientos y pensamientos del científico estaban aún demasiado revueltos como para demostrar algo, solo siguió de largo a donde supuso se estaban los chicos que seguramente habían sido los que trajeron ese armatoste a casa y efectivamente, los encontró en la sala. Las cosas estaban mal, Tom intentaba tranquilizar a su amigo, permanecía sentado junto a él en el sofá más grande, frotando su espalda y hablándole casi en susurros para que volviera a ser el de siempre, pero el menor solo permanecía sentado con la vista semi-perdida al frente, confundido, inseguro, reflexivo apenas prestando atención a lo que ocurría en ese plano y en el que fue antes su hogar.

-¿Dipper?...-le llamó suavemente el científico, apenas consiguiendo que le mirara de reojo, y ahí pudo darse cuenta de la mirada vacía del más chico, quizá también guardando algo de miedo entre la mezcla de emociones del momento.

-...¿Qué es lo que soy?...-preguntó por fin al voltear a verlo sin cambiar su expresión, con una tenue y temblorosa voz.

Ford bajó la mirada al notar que le mostraba algo; su mano "sangraba" con lo que cualquiera habría podido suponer que eran cuerdas y nervios expuestos sobre la palma de su mano, cerca del pulgar. Al verlo su mente se despertó del todo y corrió a su laboratorio, regresó con una caja de herramientas.

Lo curó en silencio, o mejor dicho lo reparó, solo enfocando su vista en la mano del muchacho mientras éste a su vez mantenía la mirada sobre él, aunque sin verlo realmente. Para quien era observador y tenía suficientemente cerca esa herida para contemplarla, se daba cuenta fácilmente de que cada una de las partes de su anatomía no eran más que cables especiales y una estructura metálica junto a fibra de vidrio; la supuesta sangre era el lubricante que mantenía todo en estado óptimo para trabajar permanentemente en el vacío que formaba la aleación y recubrimiento de caucho que simulaba la piel, además al tener ciertas cargas, también mantenía regulado el sistema eléctrico que circulaba por la anatomía.

De esto pudo percatarse finalmente Tom cuando estuvo suficientemente cerca para notar un muy tenue brillo en algunos tramos de lo que aparentaba ser un nervio, se acercó cada vez más curioso mientras los mayores tomaban lugar, solo esperando que Ford terminara de cerrar esa lesión. Cuando finalmente lo hizo soltó un largo y pesado suspiro, se incorporó y se sentó en su sillón para acomodar los últimos pensamientos en su cabeza.

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