Capítulo 45

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Yoongi

A menos de un mes que he conseguido el contrato con la empresa, a menos de un mes de que cerré mi tienda solo para dedicarle más tiempo a mi trabajo como compositor y ya estoy vacío de ideas.

Estaba cansado. Hace una semana que se me hacía costumbre encerrarme en mi estudio con la mente bloqueada y arrancando hojas llenas de descartes. La puerta sonó. Y al verlo me sentí en un estado de alivio que necesitaba más que a la cafeína en estos días así.

— Cariño, ¿estás bien?

— Sí, solo— suspiré— falta de creatividad.

— ¿Necesitas ayuda?— entró y se sentó sobre mis piernas, rodeando mi cuello con sus brazos.

— No creo, amor.

— Debes descansar— dejé mi cuaderno a un lado y tomé su cintura.

— Solo si descansas conmigo— sus tiernos ojos brillaban acompañados de unas mejillas ruborizadas.

— Sabes que siempre te diré que sí.

Miraba sus aún preciosas facciones y las acariciaba con calidez. Miraba sus ojos, que siempre brillaban aunque no hubiera rastro de luz.

— ¿Y sí te propongo matrimonio? ¿Qué dirías?

— Que tomaste más de la cuenta— ambos reímos, algo apenados.

— Entonces— retiré mi único anillo, él cual nunca abandonaba mi mano— Ahora que sabes que estoy sobrio, dejame intentarlo.

Su expresión apenada ahora mostraba sorpresa.

— Park Jimin, ¿aceptas quedarte a mi lado, seguir sonriendo, hacerme café en mis noche largas de trabajo y decir que sí cuando realmente te pida casarte conmigo?— volvímos a reír por lo extraño de la situación.

— Acepto— dejé el anillo en su pequeño dedo anular.

Nos miramos. Nos besamos.

— Te amo, Yoongi.

— Yo más, Jimin.

Volvimos a unir nuestros labios. Los mios finos, los suyos gruesos. Él beso ideal. Nos separamos mientras acariciaba su suave y perfecto rostro.

— Te dejaré continuar con la canción— intentó bajarse de mi regazo, pero no se lo permití.

— Aún me quedan unos meses— jugué con sus dedos aún conectando miradas. Lo aferré a mí sin intenciones de soltarlo.

— Tú ganas— dejó un beso en mi frente y poco a poco cerramos los ojos, durmiendonos en un cálido y reconfortante abrazo.

✠✠✠


[ Diciembre del 2017 ]

No podía creerlo. Cómo es que ahora no tengo nada. Cómo perdí toda mi fácilidad para siquiera escribir una estrófa. Y ahora tenía que soportar cómo Yang Mi posaba su mirada seria y fría sobre mí.


— Sabes que odio esperar. Necesito eficacia de parte de todo mi personal. Y hasta ahora solo me haz presentado dos canciones para el próximo albúm de los debutantes.

— Lo sé, es solo que no estoy muy concentrado estos días. Yo...


— Lo que tú debes hacer es olvidarte de las distracciones.

— ¿Distracciones?

— Un ejemplo es ese novio tuyo. No puedo permitir que tus citas románticas perjudiquen el lanzamiento del albúm. Él te estorba, Min.

— Pero...

— Si tardas más de la cuenta, no creas que seguiré perdiendo tiempo contigo— se paró, caminó fuera de la oficina y me dejó con la palabra en la boca.

El camino de regreso a casa fue un constante vaiven de mis pensamientos. Jimin no es una distracción, mucho menos un estorbo.

Solo volveré al estudio e intentaré de nuevo. Si termino al menos dos canciones más le probaré a Yang Mi que Jimin no tiene nada que ver con mis problemas al componer.

Al entrar, el aroma a una comida recién hecha invadió mi sentido del olfato.

— ¿Cómo salió todo?— Jimin me preguntó desde la cocina. Fuí hacia él y rodeé su cintura mientras lo veía cocinar.

— No muy bien— contesté con desgano.

— No te preocupes. Verás que en pocos días terminaras otra canción— se volteó dejando un beso en mis labios— pon la mesa, ¿quieres?

Acentí y hice lo que me pidió.

La cena transcurrió entre agradables conversaciones. Jimin me contaba cómo le enorgullecía ver el progreso de sus alumnos en las clases de danza, y que su relación con el personal de la academia no podía ser mejor. No estaba en la posición de decir lo mismo, ni de dar tan buenas noticias.


— Yo lavo. Tú puedes ir a descansar. Ha sido un largo día— se levantó con los platos sucios y vacios en sus manos.

— ¿No te molesta?

— No— sonrió y besó mi mejilla— estás cansado, debes ir a dormir. Tal vez logres refrescar tus ideas.

Admiraba su optimismo, pero no podía creermelo. Solo le seguí la corriente y me levanté de la mesa para ir a la cama.

Hice mi rutina de todas las noches, con más pesar que otras veces y me lancé crudo sobre el catre. Clavé mi mirada al techo, con la esperanza de que los versos se escribieran por si solos sobre mi cabeza.


Y en esa espera, solo conseguí quedarme profundamente dormido.

✠✠✠

El Tic-Toc del reloj retumbaba en mis oídos. Ahora parecía que cualquier clase de zumbido era capaz de desconcentrarme por completo.

— ¿Yoongi?— hablaba desde el otro lado de las paredes del estudio.

— ¿Qué ocurre?— entró y caminó hacia mí.

— ¿No crees que es hora de que vayas a dormir?

— Si lo creo. Pero no puedo.

— Vamos, ya no quiero dormir solo— dejó sus brazos alrededor de mi cuello.

— Lo siento pero enserio debo trabajar— intenté quitarlo de la forma más sútil posible. No quería que pensara que no lo quería ahí. Pero simplemente no podía pensar con Jimin a mi lado.

— Esta bien. Pero no te olvides de descansar.

— No lo haré.

— Bien— besó la comisura de mis labios— Suerte.

Se fue y yo volví a lo que tenía que hacer. Sin progreso, sin avanzar.

The 21ˢᵗ Of July 爱 pjm&myg ៸៸༴ Where stories live. Discover now