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NamJoon, NamJoon, NamJoon.
A ese punto el gatito pensaba, '¿qué coño es un NamJoon?'
JeonGguk soltaba y soltaba oraciones acerca de algo llamado 'NamJoon'. YoonGi no sabía que era un NamJoon, y no entendía porqué rayos el más alto seguía hablando de eso con tanta emoción.
- Fue muy divertido. Me alegra mucho haberlo contratado. Creo que será un gran trabajador.
¿NamJoon era un humano? Pero si él pensaba que era una cosa. Bueno, ahora comenzaba a sentir una pequeña molestia. Su ceño se frunció y observó con molestia al azabache, que no paraba de hablar de NamJoon.
- Y creo que tiene para quedarse en la empresa mucho más tiempo. ¿Y puedes creer que no quería entrevistarlo? ¡De haber sabido que me iba a caer tan bien hubiera dicho que sí inmediatamente!
Yoon suspiró y jugó con sus deditos, y sólo entonces JeonGguk se dió cuenta que había pasado alrededor de quince minutos hablando de algo que al gatito no le interesaba y ni siquiera le había preguntado como le fue en todo el día. Dentro de esa casa, solito.
- Yoonie..perdón.
YoonGi parpadeó.
- ¿Perdón?
YoonGi sin duda, era un gran angelito. No entendía porque el mayor se estaba disculpando. Sintió los musculosos brazos rodear su pequeño cuerpecito y unos cálidos labios caer sobre su frente.
- Sí, ni siquiera te pregunté como estuviste hoy.
- ¡Oh, no! No tienes que disculparte, Ggukie.
El gatito le dedicó una sonrisa amplia y sus mejillas se pintaron en un lindo rosita pálido que rogó al cielo que no fuera notable. Cosa que era sumamente imposible debido a su pálida piel, en la que cualquier rasguño, golpe, herida, rubor, resaltaba mucho más.
Los ojos de JeonGguk se iluminaron al ver la bonita sonrisa que el pálido le había dado. Lo apreciaba mucho, pero, ese ligero revoltijo en su estómago no era algo que sentías con alguien que solamente aprecias. Él no era tonto, sabía que algo más había ahí, y sabía que ese algo se trataba de los sentimientos amorosos que comenzaba a sentir por el más bajito.
Pero estaba más que seguro que YoonGi nunca sentiría lo mismo por él. Además, no podía ser.
