La Jefa [Completa]

Capítulo 17: Lessons & Punishment

-    ¿Qué haces aquí Lexa, qué deseas? – Preguntó Clarke con ojos muy intensos sobre los aun más intensos de Lexa, que por extraño que parezca la morena no temía su destino en las manos de esa mujer. Ella sabía bien lo que deseaba, porqué estaba allí. 

El silencio volvió a inundar la habitación en penumbras, sólo se podía escuchar las respiraciones de ambas, aunque ninguna se escuchaba agitada, sino más bien increíblemente calmas. Pero Lexa necesitaba contestar a la pregunta, y a pesar que su mente estaba blockeada, perdida en la profundidad de ese frío océano que la tenía hipnotizada. Su respuesta fue simplemente dictaminada desde otra parte de su cuerpo que tomó vida propia...

-    Te deseo a ti Clarke... - Simplemente dijo, manteniendo sus ojos apasionados en los de la rubia que sintió un shock eléctrico recorrer su ser por entero, con esas cinco simples palabras, expresadas de un modo tan intenso y tan determinadas que no sabía realmente que decir.

Clarke se había sentido traicionada, y hasta humillada cuando había visto las pruebas de la deslealtad de su chauffeur. Estaba herida, y aun sangraba por la herida. Quería vengarse de la morena, quería que sintiera lo que ella sentía, que se agachara en el piso y le pidiera disculpas mientras le besaba sus malditos pies. La quería ver llorar y sufrir, y agonizar suplicando que la perdonara. Quería darle una buena lección de poder, y que aprendiera que nadie traicionaba a Clarke Griffin.

Pero la CEO nunca se esperó encontrar a Lexa sentada en su cama, en la mitad de la noche, con ojos llenos de demaisados sentimientos, demasiadas emociones, que no lograba captar en su totalidad, ya que le eran extrañas a los conocimientos de Clarke. Pero más allá de todo, notó un profundo "¿arrepentimiento, e incluso podría decir, algo de verguenza?" Ver eso la descolocó, no tenía idea que alguien como aparentemente era Lexa Woods, una mujeriega empedernida, pudiera sentirse así luego de follar con una mujer como lo había hecho seguramente con esa puta azafata, que ya estaba yéndose de vuelta a Suecia a primera hora de la mañana, en la mente de la jefa.

Clarke también logró ver y sentir muy profundamente la honestidad en esas palabras que sonaron tan fuertes dentro de su mente y el resto de su anatomía, que aun temblaba por la intensidad que habían tenido. "¿Qué demonios le ocurría? ¿Cómo era posible que la furia y la sed de venganza que tenía desde que había visto las fotos y los videos, que Miller le había enviado de su chauffeur y la azafata, esten sediendo ante esa mirada dolida, necesitada? Necesitaba que urgentemente saliera de su cuarto, no podía lidiar una batalla donde todas sus fuerzas estaban simplemente desmoronadas, con su mente claramente confundida, aturdida."

Como Lexa, Clarke no pudo evitar dejarse llevar por los impulsos, no de su mente pero de algo más profundo en ella, aflojando su agarre del brazo de la morena, y sus ojos tornándose cálidos, miró el hermoso rostro de la mujer que estaba haciendo estragos en su perfecto y ordenado mundo.

Clarke elevó su mano a la frente de Lexa, acariciandola suavemente, como si fuera una pequeña niña. La rubia desconocía esa clase de proceder, "¿acaso eso era cierta clase de ternura? ¿Qué mierda sucede contigo Griffin? ¡Despierta de una maldita vez! Esa zorra acaba de revolcarse con otra mujer, ¿y ahora viene a ti como un maldito perro arrepentido para que la perdones asi como si nada? Actuación, es una puta actuación, no dejes..."

Algo en el ser de la CEO desactivó ese negativo componente de autodefensa en su mente. Su mano siguió el contorno de ese rostro tan bello, sin dejar de mirar y perderse en esos bosques que la invitaban a quedarse, a internarse más y más dentro de ellos, sin temor. Cuando llegó al final de ese largo y bien definido mentón, se quedó allí, ahora bajando sus azules ojos a esos labios algo abiertos, y de nuevo a los ojos verdes que se volvían oscuros como los de ella.