Y no hubo más que hablar, Alba para no pensar se fue hacia la cocina viendo que Bea le indicaba a Natalia algo. Cuando entró la morena ya le tenía la pastilla efervescente en el vaso de agua preparada.

- Sabe un poco a rayos, pero te sentirás mejor... -le dijo haciendo un puchero con la cara y luego regalándole una sonrisa angelical, ella no sabía porqué pero sólo de verla se sentía mejor-.

Cogió el vaso y se lo tragó, luego Natalia le tendió algo con lo que quitarse el mal sabor.

- Ya verás como en un rato, estás como nueva –insistió la navarra en tranquilizarla-.

Alba terminó de tomarse lo que le había dado, y luego se acercó hasta ella tirándole del suéter para acercarla.

- ¿Y cuando me ponga nueva, qué me harás? –jugueteó la rubia con ella y al notar que Natalia volvía a ser pillada por sorpresa y se avergonzaba, le dejó un ligero beso en los labios y se rió-. Eres increíble, siempre te pillo igual.

La morena también se rió... lo quisiera o no, la desarmaba siempre.

La hora de la comida y la tarde pasó tranquila. Pasearon y jugaron, Bea y Alba se decantaron por unas partidas de ajedrez, Natalia y Laura emprendieron una competición con el Brain Trainer de lo más reñida, hasta que Laura consiguió ganar a la chica en una sola ocasión y quiso retirarse vencedora.

- Ehhhhh!!!! ¡20 years old! ¡Soy la campeonaaaa!... –empezó a gritar con la maquinita alzada en una mano como un trofeo-.

- Jajajja.... Que morro tienes, si me has tapado la pantalla cuando estaba sumando los globos... jajaja.. –se quejaba Natalia muerta de risa-.

- Cariño, en la guerra y en el amor todo se vale... y yo a ti te tengo un amor platónico profundo, y estamos en plena guerra competitiva... así que estoy dentro de las normas, de todas, todas... ... -le dijo la mujer-.

- ¿Y se supone que por el piropo me tengo que poner blandengue contigo? –se meaba de la risa la morena-.

- Es lo menos que puedes hacer –le dijo Laura y le dio la maquina a la chica- ¿Qué, dejamos los juegos de coco y nos damos un baño o qué? Joder que hay que amortizar la piscina.

- Jajaja... sí, va a ser mejor, que veo que de la cabeza te sale humo –la picó Natalia y se puso de pie con ella-.

- ¿Chicas, venís con nosotras? –les ofreció Laura-.

- ¿Terminamos esta partida y vamos, o lo dejamos como está? –le preguntó Bea a Alba-.

- La terminamos ¿no? –dijo la rubia que no quería quedarse a solas con Natalia en la habitación notando que deseaba tanto estar a su lado, pues a cada risa que escuchaba de su garganta, se desconcentraba enormemente. Bea no había dicho nada, pero ella sabía que estaba siendo una rival pésima-.

- Perfecto... -dijo Bea-. Luego vamos, ir primero.

- Ok... -dijo Laura y dándole un golpecito a Natalia en la tripa le dijo-. ¿Quién sea la última en cambiarse, hoy se encarga de la cena?

- Yo no tengo ni puta idea de cocinar... pero si quieres –le dijo ella-

- Mmmm... ¿de los cócteles? –sugirió otra cosa-.

- Soy una experta... -dijo la morena riendo-.

- Perfecto porque vas a perder... -y aún no había dicho aquello cuando ya había salido despedida subiendo las escaleras de dos en dos-.

- ¡Eres más tramposa!..... -le siguió Natalia corriendo tras ella, pues le gustaba competir-.

Bea y Alba las vieron bajar al galope las escaleras apenas unos minutos después. Muertas de risa atravesaron el salón para ir rumbo a la piscina, Laura viendo que la más joven la alcanzaba se quitó el albornoz y se lo tiró a la cara para que perdiera tiempo...

Sex education. //Albalia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora