c i n c o

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Las palabras de Hyunjin sorprendió a todos los chicos, excepto a Changbin, quien simplemente sonrió y acarició dulcemente su pelo.

—¿Por qué dices eso, hyung? —le preguntó Seungmin, frunciendo el ceño

—Yo pienso que es increíble —sonreía ampliamente el menor de todos, tocando el tatuaje con una gran admiración—. Yo también me haré uno —todos se giraron a mirar al pequeño, quien ni siquiera era mayor de edad todavía—. Dentro de un laaaaaaaargo tiempo, no me miren así, hyungs.

Hyunjin simplemente suspiró.

—¿Por qué no te gusta, Jin? Estás siendo un completo idiota con Binnie —murmuró Chan una vez que estaban ya dispuestos a seguir practicando las coreografías. El moreno bajó la cabeza, quizás algo avergonzado.

—Es... yo...

—Hyunjin, puedo aceptar que no te guste el tatuaje, que tengas tus motivos por los que no te guste y demás, pero es solo un tatuaje, no puedes juzgar a una persona por tenerlos y mucho menos si es tu amigo. Sabes que Changbin te quiere mucho y siempre está ahí para ti o para cualquiera cuando hace falta. No le des la espalda así, es algo muy especial para él —Chan sonrió ampliamente, apretando como un padre el hombro a su hijo antes de dejarle marchar—. Discúlpate con él.

Todos se colocaron en sus puestos y volvieron a sus ensayos. Todo marchaba bien y en poco tiempo podrían descansar por unas semanas antes de regresar y empezar con la gira. El nerviosismo y la ilusión invadía el ambiente y todos trabajaban dando todo de sí mismos. Querían, necesitaban, ansiaban que todo saliese bien, que todo fuera perfecto.

Pasaron toda la mañana entre aquellas cuatro paredes, bailando sin descanso, riendo y pasándolo bien todos juntos. Eran realmente como una familia, siempre podían confiar en el otro. Hyunjin no paraba de darle vueltas a las palabras del líder, sabía que tenía razón y se había convertido en un idiota con uno de sus mejores amigos.

Al final de la coreografía de Get cool, Hyunjin se equivocó y fue Changbin quien tuvo que avisarle para corregirle, haciendo reír al resto.

—En realidad eso se ha visto bien —rió Chan—. Podríamos añadirlo, pega con la canción y queda natural.

Todos asintieron y el ensayo dio por finalizado, provocando un gran revuelo, especialmente protagonizado por Jeongin y Jisung que pedían a gritos comida. Hyunjin ni siquiera se dio cuenta de que los chicos se estaba marchando ya, simplemente seguía sentado en el suelo, todo sudado y calmando su respiración mientras intentaba dejar de comerse la cabeza. Alguien se sentó a su lado y le pasó una botella de agua.

—¿Te encuentras bien? —le preguntó Changbin. El menor alzó la mirada para encontrarse con la de su amigo, que le observaba preocupado. Estaba en mangas cortas y su tatuaje era plenamente visible. La mirada de Hyunjin recayó ahí al momento.

—Siento haberme comportado como un idiota, hyung —murmuró y bajó la mirada de nuevo, bebiendo un poco de agua.

—No te preocupes. Entiendo que no a todo el mundo le gusten los tatuajes, probablemente ni siquiera me permitirán enseñarlo a Stay —dijo Changbin, apoyándose en la pared.

—Creo que es lo mejor... —susurró el más alto, recibiendo inmediatamente la mirada de su amigo— No me malinterpretes. Sé que hay mucha gente ahí como yo y no quiero que recibas odio. Mira lo imbécil que me he comportado yo cuando eres uno de mis mejores amigos, imagínate las personas que ni siquiera te conocen.

—Ay, Hyunjinnie —rió enternecido, acariciando con dulzura el oscuro cabello del chico—, eres realmente adorable. No tienes que preocuparte por mí, de verdad. Puedo vivir con gente que no conozco hablando mal de mí, pero odio que mis amigos no me apoyen con algo que es importante para mí. Duele.

—L-lo siento mucho —murmuró Hyunjin, con las lágrimas a punto de salir de sus preciosos ojos—. Te he hecho daño, hyung. No era mi intención, ni siquiera me di cuenta...

—Te has disculpado y con eso es suficiente, Jin —sonrió Changbin—. Intentaré cubrirme el tatuaje para que no te incomode, no me importa.

Hyunjin negó con la cabeza: —Eso no es justo, hyung.

—Está bien, pero no quiero que estés así.

Hyunjin asintió y guardó silencio. Changbin tampoco habló. Ambos chicos se quedaron sentado en el suelo, simplemente el uno junto al otro en un silencio para nada incómodo.

—¿No te dio miedo? Debió doler mucho... —dijo Hyunjin, mirando esta vez el tatuaje fijamente.

Changbin negó con la cabeza: —Yo no le tengo miedo a nada, soy Seo Changbin —rió divertido el mayor, haciendo que el menor también riera.

—No seas idiota.

—Sí que dolió un poco, pero era perfectamente soportable. Fue divertido ver como el tatuador había dibujado exactamente lo que yo le había pedido y como iba adheriéndose a mi piel totalmente. Fue emocionante —sonrió—. Pensé que me marearía al ver la aguja, pero no. Es muy diferente a cualquier cosa que puedas imaginar y apenas tardó mucho.

Mientras hablaba, Hyunjin imaginaba todo el proceso. Imaginaba a su amigo saliendo del apartamento que todos compartían y yendo solo a aquel sitio en el que marcarían su piel totalmente. Imaginó como se sentaba en una incómoda silla y como un individuo totalmente desconocido en el que quizás no se debería confiar de primeras le mostraba un dibujo y se lo colocaba en la piel antes de clavarle una aguja cargada de tinta miles de veces para plasmar ese dibujo en la piel de su amigo para siempre. Su estómago se revolvió y se descompuso.

—¿Estás seguro de que no te vas a arrepentir? —preguntó alzando la mirada a los ojos de su amigo.

—Completamente. Es algo realmente especial para mí, de verdad.

—Está bien.

Hyunjin devolvió la mirada al brazo de su amigo y llevó su mano al tatuaje, acariciándolo con cuidado. Pasó los dedos por cada una de las líneas del dibujo, realmente era un gran tatuaje. Estaba perfectamente dibujado, con la mayor precisión, sin ningún error y sin ninguna zona descuidada.

—Supongo que en el fondo no está tan mal. Esta bien dibujado y supongo que es bonito.

—Gracias Hyunjin, de verdad.

tattoo // changjinOù les histoires vivent. Découvrez maintenant