〖Cap.18〗

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«Cuando mi mundo se derrumba
Cuando no hay luz para romper la oscuridad
Es entonces cuando yo te veo»
When I look at you – Miley Cyrus

La navidad está a la vuelta de la esquina; los villancicos cantando en las calles y en los centros comerciales, lo confirman, pero la navidad este año para mí será algo diferente, será como volver diez años atrás en el tiempo.

     Ahora mismo, me encuentro alistando el equipaje porque mañana nos iremos a la cabaña a las afueras de la ciudad. No me encuentro muy entusiasmada por ir, pero me gustaría saber cómo está Noah y ciertamente, extraño ese pueblo. Además, existe la posibilidad de que pasar algunos días fuera de la ciudad ayuden a levantarme los ánimos.

     Hace algunos minutos, terminé de alistar mi primer equipaje, el cual quise destinar a mis libros. Llevo historias de todos los géneros que amo: fantasía, romance, juvenil e incluso, misterio. Nunca son suficientes libros, especialmente, si vas a salir de casa, jamás sabrás cuando necesitas leer algún relato. Por otro lado, decidí comenzar con mi segunda y última maleta, en la cual llevaré prendas de vestir y otras pertenencias.


Cuando finalmente acabo de empacar todo para el viaje, decido tomar una ducha y ponerme algo bonita, ya que hoy es un día clave. Hoy volveré a ver a Holden, luego de pasar semanas sin admirar su linda sonrisa; quise acceder solo no nos volveremos a ver dentro de varios días, ya que estaré fuera de Winnipeg, además, tengo que admitir que lo extraño. Él es una fuente de apoyo importante para mí y necesito al menos verlo por algunos minutos.

     El plan para nuestra tarde es sencillo, simplemente, él vendrá a mi departamento y charlaremos un rato. Tan solo será un mágico momento de brillo, entre tanta oscuridad. Y eso me aterra.


Una vez lista, le voy una breve mirada a mi reflejo en el gran espejo que se encuentra en mi habitación. Solo quería comprobar que la sonrisa que mi rostro poseía, no se viera tan falsa.

     El conjunto de ropa que llevaba consistía en un lindo abrigo marrón oscuro junto a un blazer de cuadros en el mismo color, unas mayas que me abrigaban del frío y una falda en color negro. Algo peculiar es que, al ponerme esta ropa, se tendió a caer, especialmente, la falda. Sin embargo, no fue algo que causó mucha impresión en mí. Era consiente de mi actual estado preocupante, pero no podía parar y tampoco lo quería hacer.

     Cuando escucho el timbre del departamento, los nervios fueron instantáneos. Tan solo tragué grueso y tomé valentía suficiente como para acercarme a la entrada y abrir con lentitud la puerta. Cuando esta quedó abierta por completo, ambos nos quedamos mirando con cierto cariño en la mirada y él se acercó a abrazarme. Gesto el cual acogió tan cálido mi corazón que las insistentes lágrimas querían salir de mis ojos, pero no las dejé.

     —No tienes idea de lo mucho que te extrañé —susurra él con ternura, aún con sus brazos rodeándome—. Te traje un regalo de navidad —dice alejándose de mí y toma del suelo una caja con decoraciones navideñas en su cubierta.

     —No tenías que hacerlo, ¿sabes? —respondo, tomando el obsequio y brindándole una pequeña mirada.

     —No, pero quería hacerlo.

     Lo invito a pasar sin temor alguno, ya que solo nos encontramos nosotros dos y Matthew, quien está en su habitación. Hoy no habrá rastro de mi molesto padre.

     Nos sentamos en la sala de estar y poco a poco, quito el papel que envuelve la caja para finalmente descubrir su interior, el cual me deja sin palabras.

     —¿Es en serio? No me lo puedo creer—expreso sumamente emocionada, Holden solo me brinda una mirada divertida.

     Comienzo a sacar todas las cosas de su interior y con cada artículo, más entusiasmada me encuentro. El regalo de Holden fue simplemente perfecto, ya que trataba de una caja repleta de cosas para repostería. Había moldes de figuras, envolturas para cupcakes, chispitas de chocolate, tintes comestibles e incluso, una manga pastelera para poder decorar con crema batida.

Mi Cuerpo, Mi Maldición | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora