〖Cap.7〗

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«Estoy persiguiendo un cuerpo que sé
que nunca voy a conseguir»
Smaller than this – Sara Kays

     La semana de pruebas de mi preparatoria había llegado a su fin y con ella, mis largas horas de estudio y grandes cantidades de café consumidas. Sin embargo, considero que mis notas se verán recompensadas por mi gran esfuerzo, ya que, en realidad, dichos exámenes no me parecieron tan difíciles.

     El viernes de esa extensa semana, recibí una llamada mientras ayudaba a Madeline con unos brownies. Esta era de Holden, quien me invitaba a ir a una de sus clases de esgrima. En un principio me reusé, pero luego de las muchas palabras persuasivas por parte del chico de pecas, decidí aceptar. Después de todo, el domingo no tenía nada que hacer.


     Cuando llegó el gran día, me sentía realmente nerviosa, pero quise tomar valentía y poner en mi cabeza, la idea de que era una simple clase.

     Ese día decidí vestir unos pantalones de cuadros marrones, una sudadera amarilla y unos zapatos altos en color negro. En cuanto a mi cabello, preferí atarlo en una alta cola, dejando algunos mechones al aire, los cuales enmarcaban mi rostro.

     Una vez lista, salí del edificio y tomé un taxi para poder dirigirme al lugar que Holden me había dicho días atrás. Así que el vehículo se desplazó por varias amplias carreteras, repletas de edificios y rascacielos. Algo que me impacta de la ciudad, ya que, en realidad a pesar de los años, nunca acabaré de conocerla por sus grandes hectáreas de terreno.

     —¿Lista? —exclama Holden emocionado al verme salir del transporte.

     —¿Se puede escapar aún? —pregunto.

     Él ríe y me guía hasta la entrada del lugar. Este consiste en un espacio de colores claros con grandes ventanales, paredes repletas de diversos objetos para practicar varios deportes de artes marciales, lo cual me resulta sumamente interesante.

     —Chloe —indica Holden—. Él es el maestro Lee —añade haciendo una pequeña reverencia.

     —Es un gusto conocerlo, maestro Lee.

     —Pienso lo mismo, jovencita. Me alegra saber que vienes a apoyar a Holden —contesta con una diminuta sonrisa—. Ve a cambiarte, en pocos minutos empezará la clase —añade, dirigiéndose al chico de lindo cabello.

     —Es por aquí —dice Holden, señalando un pasillo a la izquierda del lugar de entrenamiento—. Espérame por ahí —menciona, señalándome unas bancas junto a los vestidores.

     En los pocos minutos que estuve esperando a Holden, pude observar a muchos jóvenes tanto mujeres como hombres, entrar y salir de los vestidores. Todos entraban con su ropa diaria, pero al salir parecían otras personas; ahora vestían un peculiar uniforme de esgrima en color blanco que los cubría casi por completo, además, llevaban sus respectivos zapatos negros, guantes y casco.

     Cuando Holden salió delbaño todavía no llevaba su casco puesto, así que pude observar su risa nerviosacuando lo recibí con una curiosa mirada. Realmente, se veía muy bien. Él mehizo una seña y ambos nos acercamos al lugar de entrenamiento, sin embargo, yome quedé en la gradería.

     —¡Bienvenidos! —mencionó el maestro Lee frente al grupo de estudiantes—. Hoy tendremos una serie de enfrentamientos, así que las parejas previamente establecidas tendrán que unirse y mostrar sus conocimientos adquiridos —explica él con calma. Todos en el lugar se comienzan a movilizar en busca de sus parejas, y pueda observar cómo Holden se acerca a una chica de cabello rubia, a quien saluda amistosamente y de forma inmediata, comenzaron a practicar entre ellos.

Mi Cuerpo, Mi Maldición | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora