Ella rió suavemente y se acomodó en la cama.
- Gracias por volver con nosotros, Ayra - Me miró - Me siento más tranquila sabiendo que tu y Sirius están aquí.
- Siempre voy a estar aquí, amiga. Y créeme que Sirius hará hasta lo imposible por no separarse de Harry. El problema será justo lo contrario, lograr separarlo de él - Reí.
Salí de la habitación y cerré la puerta despacio. Me acerqué sin hacer ruido a la habitación de Harry y por la puerta entre abierta pude ver a Sirius cantándole una canción de cuna inventada al bebé mientras lo mecía en sus brazos.
Sonreí ampliamente y me alejé sin que notara mi presencia. Bajé al primer piso y me encontré con James mirando por una ventana, perdido en sus pensamientos. Me acerqué a su lado con cautela y apoyé mi cabeza en su brazo.
- Creo que debemos mantener en nuestra memoria lo mejor que podamos estos días tan tranquilos ¿no? - Dije
Suspiró hondo y asintió. Pude verlo por el reflejo de la ventana.
- ¿Y Lily? - Preguntó.
- La obligué a descansar... lo necesita. Y tu también. Deberías subir a recostare con ella.
- Tengo muchas cosas en mi cabeza en este momento, Ayra.
Caminó hacia la mesa de centro y se sentó sobre ella, en una esquina.
- Todos tratamos de llevar esta situación lo mejor lo podemos - Lo imité, sentándome a su lado, balanceando mis pies - Pero tu eres padre ahora, y debes darte el tiempo de descansar para estar bien por Harry.
- Son pocos los momentos en que puedo entrar en desesperación ¿Sabes? - Sonrió pero su expresión solo reflejaba tristeza - Debo ser fuerte las veinticuatro horas del día, a diario. Todo porque si yo no me demuestro sereno, Lily explotaría del estrés y la angustia. Siento que si me ve tranquilo, piensa que yo tengo la situación controlada o... no lo sé.
Suspiró pesadamente pasándose ambas manos sin cuidado por su alborotado cabello.
- Sabes que conmigo puedes desahogarte, James. - Estiré los brazos hacia él - Estoy aquí para que dejes salir tus penas. Sirius también siempre está dispuesto. Claro, dentro del tiempo que nos queda...
Sin dudarlo se acercó y me abrazó con fuerza. A los segundos, pude sentir que comenzaba a llorar. Acaricié suavemente su espalda durante todos los minutos que le tardó desahogarte.
- Disculpa... - Se separó de mi, limpiando sus ojos con la manga de su polerón. Yo...
- Lo necesitabas.
- Lo necesitaba - Confirmó sonándose la nariz - Ayra... - Habló cuando pasaron unos minutos - Jamás pudimos terminar nuestra investigación sobre Dumbledore. - Lo miré sorprendida. Había olvidado aquel tema por completo. - No le conté nada a Lily, sabes que defiende a Albus a ojos cerrados... pero creo que tengo una buena nueva fuente de información: Bathilda
Desde que había conseguido el libro del hermano de Merlín, James y yo teníamos nuestras secretas sospechas de Dumbledore. En el libro, se detallaban muchos escritos y entre ellas existía una sobre tres amuletos vencedores de la muerte: La varita más poderosa del mundo, una gema capaz de revivir a los muertos y finalmente una capa de invisibilidad, como la que James había heredado de su padre y su padre antes de él y así, con todos los Potter conocidos.
- Tampoco le he dicho nada a Sirius. Sabes que es malísimo guardando secretos ¿Dumbledore te ha dicho algo sobre la capa?
James asintió despacio.
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MERODEADORES: Historias de amor y guerra.
FanfictionCuando Voldemort estaba casi en su apogeo, nuestros Merodeadores, Lily Evans, Ayra Sparks y June Mills estaban en su último año en Hogwarts; Es el momento de estrechar y deshacer lazos, elegir un bando y prepararse para la primera guerra mágica. Ya...
49.- ¿Cuánto más aguantaríamos? (Ayra Sparks)
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